Película: El Exorcista.


Analizar esta película es tan difícil como otras tantas de la época, películas ahora de culto, importantes para el cine y analizadas una, y otra, y otra vez, con miles de personas aportando su granito de arena, hasta el punto en el que todas sus aristas han sido cubiertas. Hablo de 'Alien', de 'La Guerra de las Galaxias', de 'Rosemary's Baby' o de 'Casablanca'. No hay nada nuevo que pueda decir sobre estas películas, pero mi enfoque es mío y de mí solamente, y a eso me aferro para tratar de hablaros sobre mi experiencia.

Primero de todo, y con todo el cariño, os odio. Yo solo quería dar miedo. Yo solo quería hacer un Halloween divertido. Y en lo que llevo de noviembre, estoy jugando en los reinos de Hermaeus Mora, con monstruos invisibles; me he visto dos películas que me acojonan, estoy haciendo textos y reflexiones demasiado 'darcs' para mí, y aún me queda por ver una peli que me tiene completamente vendido. No sé si voy a atreverme. En resumen: os odio porque ahora mismo soy así de chiquitín, y yo, que soy un cagao para pelis y videojuegos, estoy cagándome bien este mes.

Vale, uf, ahora me siento algo mejor.

Hablando de terror húmedo...


No hay escrimers en esta película. No hay una amenaza, no como tal, y cuando por fin ha aparecido, al final de la película, no tienes miedo en sí a su figura. No es esa clase de miedo, no son zombis corriendo hacia la cámara, ni un payaso que se alimenta de niños.

Esta película avanza poco a poco a través de tus escudos. Te engaña, fingiendo ser de día, que no pasa nada. Y poco a poco, como quien no quiere la cosa, distorsiona tu realidad y te va consumiendo, poco a poco, no estoy bromeando, esta película te agota. No es expectativa, y no utiliza tampoco el terror psicológico (sí lo usó en la época, luego explico por qué, pero hoy en día, no). Entonces, ¿qué usa?

La atmósfera, mai frend.

¿Qué tal la película, Carli?

Pero qué cosa más mona.

Es curioso, porque la disfruté bastante. Me agotó, y pasé algo de miedo, pero me gustó. No os voy a mentir: los años pasan para esta película, y se nota, pero si tenemos en cuenta que se estrenó en el 73, los efectos especiales son insólitos. Los efectos de sonido son brutales, y no me extraña que ganaran el Oscar, porque el sonido y la música son el 90% del éxito de la película.

Los actores son sublimes, y les creo absolutamente cada frase que dicen, y debo hacer una mención especial para Linda Blair, la famosa niña poseída. ¡Lo hace increíble! No parece que sea una niña, parece que lleva actuando toda la vida. Es encantadora, tiene química con la actriz que hace de su madre, y conforme avanza la película, deja de parecer ella. Un aplauso.

Respecto al guión y la dirección, tengo problemas. Por un lado, son muy buenos, los dos, pero hay algunas cosas que, una vez habiéndola visto, me descolocan, todo temas de enfoque y filosofía, que hablaré al final del todo. En lo que respecta a técnica, son brillantes, yo estoy hablando del apartado artístico.


Ahora bien, ¿da miedo? Pues sí, algo sí, pero tenemos que tener en cuenta que el terror que vivían los espectadores de antes no es el mismo que vivimos nosotros. Cuando vi 'Saw 3' era joven, y en cuanto acabé la película fui corriendo a ver si alguno de los actores había sufrido algún tipo de mal en el rodaje. Y en el mismo año de su estreno, en Japón salió una película tan gore, tan real, que un juez pidió a los actores que por favor se presentaran para corroborar que no había pasado nada.

Hoy, acabando 2017, nos hemos curado de espanto. Sabemos que pase lo que les pase a los personajes de la película, los actores están bien, porque les vemos en 'El Hormiguero' promocionando su película, les vemos en la alfombra roja del cine Capitol, en el preestreno, saludando... Estamos acostumbrados a lo lejos que pueden llegar los efectos especiales. Pero antes no. Antes el desconocimiento era mucho mayor, y no veían a los actores promocionar nada en ningún programa de televisión.

A donde quiero llegar es que la inocencia del espectador de antes llevó a la gente salir aterrorizada de 'Alien', y desmayarse en plena sesión de 'El Exorcista'. Y ahora, nosotros... no. Y este detalle es muy importante, porque a mí me dio mucho más miedo el segundo acto que el tercero, porque el segundo es subversivo, intranquilizador, mientras que el tercero se concentra tanto en el ritual final, que olvida todo lo subversivo que ha estado siendo... y claro, al espectador de hoy, el ritual final no le da miedo. Que una cama se mueva 'mágicamente' antes debía ser terrorífico. Ahora... no. Y así con cada uno de los ejemplos. Así que miedo no creo que pases, pero la película es estremecedora y agotadora, y eso siempre será intemporal.

Gracias a la atmósfera.


'Rec' y 'La Cuarta Fase' nunca nos ahogaron, ni nos agotaron. Una acojona, la otra nos emparanoia, y poco más. 'El Exorcista' tiene un planteamiento bastante diferente. Te sumerge en su universo, te incomoda con su música, y poco a poco la situación se vuelve más y más decadente, las actuaciones, más y más taciturnas, hasta que acabas en una cámara frigorífica, expulsando el mismo vapor frío que los protagonistas.

En esta película hay sustos, por supuesto, pero son tan cortos que ni siquiera te da tiempo a asustarte. Abres los ojos, te preguntas, ¿he visto lo que he visto? Pero la película sigue, absolutamente ajena a ese fotograma maldito. Te mueres de ganas por gritar a los protagonistas que corran, que salgan de ahí, pero ellos no van a huir, porque no han visto lo que tú. No tenemos miedo a la amenaza, porque la amenaza no acaba de mostrarse, no les ataca, pero les está sumergiendo poco a poco en su juego, hasta que no sean más que un cascarón vacío, o una vasija repleta de locura.


El terror atmosférico se centra en el lugar. En dar miedo del aquí y el ahora, bien sea una casa, una ciudad, o un mal que se arremoline alrededor de un personaje. En 'It', a los adultos parecen darles igual los niños, no se preocupan nada por ellos. Cuando uno desaparece, sí, cuelgan el cartel, pero no los buscan, no realizan acciones para acabar con el problema. En 'La Cumbre Escarlata', la casa está rota, vieja, y parece albergar en su interior las historias de muchos muertos, pero todos prefieren ignorarlo. Lovecraft creó criaturas horribles, pero no las usaba para que persiguieran a sus personajes, son demasiado poderosas e importantes para eso. Lo que hacía era sumergir a los protagonistas en una trama cada vez más torcida hacia abajo, hacia la pura tiniebla del hombre, hasta que el problema dejaba de ser humano.

La atmósfera, además del lugar, necesita más elementos, pero ya lo explicaré a detalle en el taller de escritura de esta semana, porque por ahora creo que te haces a la idea. El mal en 'El Exorcista' no ataca, sino que agota y enloquece, y el espectador se lleva una parte de ese malestar. Vuelvo a insistir: gran trabajo por parte de la música y el sonido.

Mis pequeños problemas con la película.

Necesito hablar con libertad sobre el final, el tono, la filosofía, y determinadas escenas concretas de la película, y aunque ninguna de ellas sea un secreto (yo sabía cómo acababa la película y dichas escenas sin haberla visto), debo advertir para aquel que prefiera verla limpio. Vamos pues.


Quiero empezar con la irregularidad del maquillaje. Verás, no puede ser que a veces sea genial y a veces se note con sumo canteo. Mira que yo en el maquillaje nunca, nunca me fijo, y en esta película lo he notado, así que ya es decir. Sin embargo, en otras ocasiones, como en los primeros estadios de posesión de la niña, o el golpe en la cara de la madre, merecen mi aplauso, y sí, digo que merecen un aplauso porque me he fijado, y me he fijado porque en la escena anterior el maquillaje me dolió en los ojos. Pero no es algo importante.

El problema principal que yo le veo a la película es que tiene miedo de ser demasiado intensa, y por eso le da el gatillazo algunas veces. Por ejemplo, el final de la escena en la que la niña baja al revés y vomita sangre... ¿por qué es tan abrupto? Podrían haber aprovechado esa escena, haber subido la niña a la habitación, acabar de construir el clima y cuando la escena acabe de forma natural, pasar a otra. Si acabas de forma abrupta en el clímax... ¡no haces nada! Lo hacen en otra escena más, aquella en la que el demonio encierra a la madre a la habitación y empieza a mover los muebles. ¿Por qué la cortas? ¡Sácala de ahí! Muéstranos la desesperación de una madre cuando intenta salir del cuarto de su hija y su propia hija no se lo permite. ¡Muéstranos! No cortes a medias.

Y luego... yo entiendo que antes la gente era mucho más inocente que ahora. En el cine puedes ir más allá de la realidad normal de las personas, y puedes mostrar a una niña masturbarse con un crucifijo mientras habla de que te la tienes que follar, y te llama hijo de puta. Ahora eso no pasa, estamos más inmunizados que cualquier cosa, más que nada porque prácticamente ya se da hoy en nuestro día a día (medio broma). Pero cuando me muestras al diablo, y su principal arma es insultar y decir guarrerías... pierde todo el miedo, colegui. Me dio mucho más miedo la escena en la que las luces se apagan, escena que llevaban unos minutos construyendo, pues cada vez que intervenía el demonio, las luces parpadeaban. Y nada, no la continuaron, en el final todo está bien, no hay amenaza para nadie que no sean los curas, se focalizan demasiado en el exorcismo.

Me sorprendieron sus efectos, aquí...

... y aquí. Nótese que esa mano levantada raramente es un elemento de extrañamiento que suma a la atmósfera.

Otra cosa. Habiendo estudiado medicina, el padre Karras... ¿no debería haber intentado revivir al cura ancianito más tiempo? Que no soy médico, pero en el curso de primeros auxilios me dijeron que había que estar insistiendo un rato.

Sé que estoy haciendo muchas preguntas, y por momentos me he sentido tentado a revivir la sección 'Las preguntitas de Carli', pero respeto mucho a esta película como para hacerlo. Me las reservo para otras más malas en el futuro, pues al fin y al cabo, mis preguntas no son graves, son simples decisiones de dirección. De hecho, como nota positiva, me gustó mucho que la niña, que no recuerda nada al final, vea el cuello de un cura y sienta un repentino agradecimiento, aunque no sepa por qué. Sutil.

Pero vamos a mi último problema, que es artístico, o filosófico, o como quieras llamarlo, pero es una cuestión de enfoque. Vamos a ver. Tenemos un guión ultra realista, mucho para no ser una película realista (recuerdo que el término 'realista' no es el mismo que 'coherente', hago bien la distinción aquí). Vamos, que lo que ocurre en esta película podría haber pasado perfectamente, y de hecho la productora la vendió así. La madre recurre a la ciencia para curar a la niña, y la ciencia, como siempre, opina de todo, aunque no tenga la solución. Me gustó ese planteamiento, porque vemos cómo hay una interpretación religiosa, y cómo hay una interpretación científica de la posesión. Todo me indicaba que, aunque el cura acabara con el demonio, y fuera la solución más correcta, pensé que no tendría todas las respuestas. Al fin y al cabo, el demonio reaccionaba igual ante el agua bendita que la del grifo.


Sin embargo, no es así. Todo en esta película es realista y gris, y sin embargo, el diablo es muy, muy malo, y la iglesia, y Cristo, son muy, muy buenos. Eso rompe con todo el paradigma realista que hemos estado construyendo hasta ahora. Si el demonio que posee a la niña no fuera el demonio cristiano, y el cura solo pudiera expulsarlo debido a su fuerza espiritual, no a su cristiandad, el enfoque de la película hubiera sido mucho más redondo.

¿Y sabes lo peor? ¡Que casi esto sucede así! Pero hay una escena maldita que desmonta toda la filosofía de la película, y es esa en la que la niña y la cama empiezan a levitar y, finalmente, el demonio para de levitar debido a la frase de que Cristo le ordena parar, o algo así. Alguno podrá argumentar que en realidad la niña no desciende debido a las frases de los curas, sino por agotamiento del demonio, pero esto debe ser falso. Lo que la película sugiere es que el demonio pretendía conseguir algo con esa levitación, y los curas lo han frenado. Porque... ¿qué pretendía conseguir ese demonio con esa levitación? ¿Nada, y luego bajar cansado?


También puede ser que la frase de Cristo no sea la que hizo que los curas contuviesen al demonio, sino su fuerza de voluntad y determinación. Vale, en ese caso, mal dirigido. Al final, queda clarísimo que el cura vence al demonio por voluntad y no por Dios. Bastaba con hacer que estuvieran acojonados, y en el momento en el que se pusieron a gritarle enfadados y en serio, bajase. Que se note. Pero si no se nota, doy por hecho que no es lo que han querido decir. Al fin y al cabo, la película debe trabajar para que yo la entienda, de la forma en la que yo entendí que la niña abrazó al cura por ser cura y sin saber exactamente por qué, porque lo ha olvidado.

Dicho esto, esta película es una que recomiendo ver al menos una vez en la vida. A mí, al menos, me ha gustado mucho... Ah. Y 'Tubular Bells' sale solo diez segundos, en un momento tranquilo... No sé por qué se quedó tanto en el cerebro de la gente. Un besito.


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