¡Muy Rocambolesco!

Te diré lo que pasó. El martes pasado se murió alguien cercano a mi padre, Rodrigo, un amigo suyo de toda la vida. Para que te hagas a la idea, yo de pequeño le llamaba tío Rodrigo. La cosa es que hacía como veinte años que no veía al señor, ya ni me acordaba de él, pero como mi padre está enfermo, me pidió que fuera yo al velatorio a dar el pésame por parte de los dos y esas tonterías. Un marrón de cuidado, vaya. Ahí me planté, estaba yo solo, claro, y no conocía a nadie. La gente hablaba entre ellos de cosas típicas, lo buena persona que era ese tal Rodrigo, lo mucho que le echarán de menos, todo lo que te podrías encontrar en un manual de temas recurrentes en un velatorio, pero oye, al menos se conocían. Yo estaba quieto y solo en un rincón, con un donut en la mano y café en la otra, mirando a sitios aleatorios de la habitación, yo qué sé, el florero, que era bonito, el jarrón de cerámica que tenía cerca, o me preguntaba cuánto habría costado alquilar esa habitación con tanto lujo d

¡Hola, caracola! ¿Qué tal, Pascual? Espero que hayas ido a ver la peli del momento y estés meneando el esqueleto de emoción. ¿La has visto? Querrás saber mi opinión al respecto, pero qué dices, ¿que no la has visto? ¡Querrás saber mi opinión al respecto! Como no somos ingleses no puedo hacer un chiste sobre que ai am so blu abaut  esta película, y por no poder, tampoco puedo hacer una reseña normal. Te explico. Avatar no es... cómo decirlo, no es la típica película que te pones de fondo mientras haces la cena ni tampoco es sesuda como para disfrutar de sus planos y sus reflexiones. Va totalmente a parte. Quien la ve en su casa, suele ser para ver colorinchis bonitos en la pantalla, es decir, lo que quieres es ver Pandora, pero Avatar no es para ver en casa, ¿sabes? Es para ver en el cine. No porque si no la ves te comas el espóiler, porque de hecho esta reseña es sin espóilers, pero tampoco es que pudiera hacer ninguno.  Vas al cine por el artificio. No es una peli como servicio, ni co