Los hikikomori.

Durante una semana entera, he querido presentar este tema con cierta profundidad, eso que se nota cuando investigas, que de pronto lanzas datos que dejan a todo el mundo diciendo

"Oh, oh, qué sabio",

pero la verdad, no me apetece investigar mucho sobre el tema. Sé lo que sé a partir de un documental muy interesante que vi en primero de psicología, y a raíz de lo que me acuerde, te puedo contar. Ese documental, además, lo tendrás al final de esta entrada.

Por supuesto, algo que no puede ofrecerte ese documental es mi reflexión personal sobre el tema, y es a lo que me voy a enfocar hoy.

Hikikomori: ¿qué es eso y cómo se hace?

Ahora que estamos en un mes algo orientalizado, te estoy trayendo palabrejas muy raras, ¿verdad? Los hikikomori son jóvenes que han decidido vivir en sus habitaciones. Apenas salen de ella ni para bañarse, no quieren ver a sus padres, y no comerían si sus padres no les pusieran la comida en la puerta. Y, sobre todo, su principal prioridad es no ver a nadie, por lo general. No ver a nadie, y no estudiar lo que se les ha impuesto.

El tema del estudio es importante. Japón es un buen país en el que vivir, es una buena cultura, pero crecer y empezar a trabajar allí es duro, porque tiene lo peor de dos culturas. Son orientales, ante todo, pero utilizan el sistema económico occidental, y eso conlleva... una fusión muy chunga.

¿Qué pasa con la cultura oriental? Es mucho más tradicional y familiar que nosotros. Conceptos como el honor familiar se viven mucho allí, el peso del apellido a veces es enorme. Los orientales viven mucho más reglados y disciplinados que nosotros, pero, a cambio, la sociedad les da menos quebraderos de cabeza a la hora de vivir. Por supuesto, para su cultura también pasa el tiempo, pero cosas como heredar el negocio de padres a hijos o convenir matrimonios aún está presente. Está todo mucho más encasillado.

Y puedes decir,

"¡Oh dios mío, Carli! ¡Qué lugar más horroroso para vivir!",

y realmente no es tan malo, una vez vives en él durante años. Si a un chino le hablas sobre mercado, economía, competitividad laboral, despido, estar en el paro, ser un sintecho, o directamente le dices que trabajando tú haces rico a otro, mientras que por más que trabajes seguirás cobrando lo mismo... yo creo que el que se llevaría las manos a la cabeza sería el chino.

Claro, ahora empezamos a ver las ventajas de cada cultura, ¿no? Aquí somos más libres, pero si la cagamos, la cagamos pero bien. En orientelandia no existe el concepto de 'yo como individuo', o al menos no como aquí, pero a cambio vivir, lo que es vivir en sí, es más fácil y menos preocupante, una vez conoces las leyes.

Pues vamos a fusionar culturas de la misma forma aberrante que se fusionaban los Digimon (su única fusión decente fue Imperialdramon, y lo sabes). Vamos a ver... cojo las reglas y disciplina de la cultura oriental, y voy a coger... no sé, la competitividad laboral de occiente. Y todo ello, aderezado con el peso del apellido y el honor familiar. ¡Me pregunto qué saldrá de ahí!

A poco que pienses un poco, seguro que te has llevado las manos a la cabeza. ¡Sí, sí, llévatelas, pero aún no has visto ese documental! Cualquier cosa que imagines, el documental del final la supera por mucho. Estoy hablando de sesiones de estudio de siete de la mañana a una de la madrugada, durante dos semanas, en verano, en un puto campamento de verano. Ningún niño japonés quiere defraudar a su familia y le da al estudio, pero es que encima hay competitividad laboral. ¿Cómo haces para competir con mil tíos si todos sacáis dieces en todo? Pues ingeniándotelas para sacar un diez y encima impresionarles, con lo difícil que es eso, y para eso se necesitan muchas, MUCHAS horas de estudio.

Cero juegos. Todo estudio. Eso destroza a cualquier niño.

Psicología del niño hikikomori.

Cuando llevas a una persona a su límite, puedes desgarrarla, hasta el punto de no reconocer a esa persona. Es normal que no la reconozcas, esa persona ha dejado de ser esa persona, se ha desgarrado a todos los niveles: no quiere su identidad, no quiere sus responsabilidades, no tiene los mismos gustos... Esto ya lo hemos visto en 'Juego de Tronos', en uno de sus personajes, así que muy probablemente ya sepas de lo que hablo. Y sí, es real, lo que le ocurre a uno de sus personajes puede pasar, y la prueba son los hikikomori.

Estos chicos se han desgarrado, han tirado la toalla, y tirar la toalla representa muchas cosas. Representa el fracaso hacia los padres, que confiaron en esa persona (y es mucho), representa que va a ser un inútil, representa que sus propios padres, que soportaron la carga que él no, van a mantenerle, y representa que no tiene cabida en esa sociedad. Realmente sí la tiene, pero cuando a alguien le educan con tanta caña y con tanta disciplina oriental, da la sensación de que no, y da una sensación al menos fundada.

No voy a hablarte sobre teorías, fenómenos y estudios psicológicos porque mira tú por dónde, no soy psicólogo, tiré la toalla en el tercer año. Pero precisamente, al vivir un efecto parecido al dejar la carrera, puedo hablar con cierto criterio personal. Joder, cuando dejas una carrera en el tercer año todo el mundo te abronca y te dice lo que tienes que hacer, como si tuvieran algo de idea de tu vida, o creyeran que te están haciendo un favor. Ahora multiplica eso al nivel del chaval japonés y súmale las implicaciones que te he dado antes.

¿A que ahora empezamos a entender que estos chicos no quieran salir de sus habitaciones?

¿Realmente son tan raros?

Por supuesto, en nuestra cultura jamás podría darse el caso de chicos encerrados en sus habitaciones. No tenemos muchas presiones sobre estudios, bueno, tenemos esa tontería de que si no tienes carrera has fracasado, y eso de que si curras de una FP o sin tener estudios tienes un trabajo de mierda. Poca cosa. También está eso de que solo el 20%-30% de media de las personas con título universitario obtienen trabajo de eso que han estudiado, pero vamos, ¿por qué iba a afectar eso a la motivación?

La crisis no ha afectado tan negativamente en la búsqueda de empleo. Vamos, si hasta hace nada, contrataban a jóvenes cada día, y les contrataban de inmediato, nada de pruebas de dos meses, ni esas mierdas. No. Y vamos, todos los proyectos que tienen los jóvenes, PAM, financiados, instantáneo. Independizarse es facilísimo.

Vamos, que es muy raro que alguien tenga un amigo que no trabaja y solo se dedique a jugar a videojuegos. Y no porque los videojuegos sean los villanos, para nada (ahora en serio), sino porque sea su único vía de escape real.

Para algunos, este videojuego les da lo que la vida les niega.

Vaya...

A lo mejor no es tan fácil para nosotros, tampoco. No creo que sea tan grave, porque no tenemos los conceptos de disciplina ni honor familiar que tienen ellos, ni nos pegamos esas sesiones tan grandes de estudio, pero empiezo a ver un patrón, y ese patrón está en la sociedad occidental. En el capitalismo.

El capitalismo tiene sus ventajas, pero no nos vamos a engañar, vivir en él es duro, coño. Y desmotiva. Algunos les llamarán 'ovejas débiles', pero no tiene por qué ser así, intervienen muchos factores en la ecuación. Habrá casos de chavales cuyos padres serán médicos cirujanos y él sienta que deba ser lo mismo (tradición familiar), y los chavales no valen para eso, sino para hacer arte, por ejemplo. Y se la pegan, y pueden estar viviendo ahora encerrados en sus casas. No es un tema para la risa tampoco, porque desgarrarse es algo muy serio.

Aquí en España no es tan grave, qué va, hay alternativas, muchas, de hecho. Pero antes de ponernos a criticar el comunismo, sistema que tampoco es de mi devoción en absoluto, deberíamos reflexionar que nuestro amado capitalismo (¿eh, americanos?) también hace daño a la gente. Toda sociedad hace daño a la gente, qué cojones. Es como si estuviésemos diseñados para vivir en sociedad pero vivir en sociedad nos matase, ¡es de locos!

Lo más importante, si tienes a alguien que esté pasando por algo equivalente aquí, en occidente, es mostrarle tu apoyo y que no se sienta solo. Que sienta que tiene una red. Parece una bobada, pero esa sensación de que tienes una red hace que tú y todos nos recuperemos el doble de rápido, y por supuesto, eso lleva tiempo, aun así.

Un vídeo muy interesante.

Hace una semana exacta hablé sobre Logan Paul y los suicidios en Japón. Qué mierda, ¿no? Tantos chavales desgarrados, y tantos otros que se suicidan... y nadie en Japón pone remedio. Ponen tiritas ridículas, pero no quieren aceptar que el problema está en su manera de ver la vida. Es algo así como el buling en España. Oh, sí, qué tiritas más monas ponen en las noticias, ¡no al buling! ¡Herramientas para defenderte! El problema está en la manera de entender el mundo de occidente. Pero no interesa ver eso.

Espero que te quedes y mires este vídeo. En su momento me marcó bastante. Un besito, y sayonara.