Película: Tres Anuncios en las Afueras.


Era una de esas madrugadas en las que no tienes sueño, pero no sabes qué hacer. No tenía ganas de jugar, tampoco de estudiar ni hacer nada productivo, y por no tener, no tenía ganas ni de ver una película siquiera. Estaba, de hecho, por irme a dormir de puro aburrimiento. Así que me dije
"Si no se te ocurre nada bueno que ver en menos de un minuto, me pongo 'La Emojipelícula".
Es eso que en momentos de peligro, el cerebro empieza a funcionar a toda prisa y hace un repaso inconsciente de todas las películas buenas que aparecieron el año pasado, incluso de aquellas que no me acordaba. Vamos, repasé la gala de los Oscar con más ganas que con las que la vi, y claro, ahí surgió la magia. Tú la llamarás 'Tres Anuncios en las Afueras', yo la llamo 'He salvado mi salud mental gracias a tres carteles'.


Decir que me encontré con una buena película es sonar cansino, a estas alturas, así que a partir de ahora lo vamos a dar por hecho. Es buena película, y todo cinéfilo debería verla, sí, es cierto. Pero a mí no me pagáis por dorar la píldora a una película que, por cierto, no me ha pagado para hacerlo. Yo estoy aquí para impedir que algunos os culturicéis, porque a ver, no vamos a engañarnos. Todos deberían ver esta película, pero a algunos les hará más mal que bien, porque no es para todo el mundo.


Esto es la reseña de 'Tres Anuncios en las Afueras', libre de espoilers. Salvo la última sección, pero tranquilo, avisaré.

Ah, y no es una comedia negra. Es que en el póster de arriba pone que lo es, y varios críticos también lo andan diciendo, y joder, no. Que haya alguna que otra escena que te haga sonreír porque surja en una conversación natural no la convierte en comedia. Yo también bromeo a veces, incluso cuando paso una época dramática. Lo que pasa es que muchos no entienden que esta historia sea realista.

De qué va y por qué tanto misticismo con el "no es para todo el mundo".


"Carliiii joputaaaa por qué dices que no es para todo el mundo, a ver, a ver que te oigaaa".
Empezaré con una breve sinopsis, desde la que pueda moverme. Esta peli se resume rápido: una mujer de cincuenta, cuya hija fue violada y asesinada, alquila tres carteles de publicidad, en los que denuncia que la policía no ha hecho nada por su caso. Eso provoca reacciones.

Y hasta aquí puedo leer. Bien, ¿cómo decirlo de forma sutil? Esta peli no se anda con chiquitas. El personaje protagonista, Mildred, es duro, y aparentemente insensible, y como personaje duro e insensible, hace algunas cosas con las que nosotros no tenemos por qué estar de acuerdo. Quien quiera ver una peli destinada a ponerte buen cuerpo, con un tono alegre, como las de Marvel, no le recomiendo esta, porque es profundamente realista.


¿Recuerdas ese taller en el que hablé del peligro de hacer una historia realista? Esta historia tiene tanto sus ventajas como sus desventajas, y todos sabemos que en la vida ni todo pasa por un motivo, ni todo sale según pensamos, y la realidad da muchas, muchas más vueltas que la ficción. Por eso, el espectador medio queda avisado.

La desbraguetación audiovisual.


'Tres Anuncios en las Afueras' es el Mad Max del año pasado. No hay tiros, ni persecuciones, ni desierto, ni cosas raras, ni testosterona... bueno, testosterona sí, pero no es el nuevo Mad Max por eso únicamente. Te podrá gustar o no, pero el 100% de la población mundial debería estar de acuerdo en que 'Mad Max: Furia en la Carretera' es visualmente impactante. Las religiones y los tratados de paz dan lo mismo, en lo único que tienen que estar de acuerdo es en eso.

Esta película es, dentro de lo realista y comedida que es en ritmo y tono, una maravilla para contemplar. Por momentos, no importa lo que esté sucediendo, porque simplemente, estás embobado viendo algo que te atrapa, de alguna forma. El pueblo de Ebbing es precioso, a su manera. Algo en la manera de dirigir, supongo, y no solo de la fotografía.

Viene hacia mí con esa cara y me falta campo para correr.

Y sobre eso, es bastante curioso, porque no estamos tratando con una dirección del otro mundo. No tiene escenas difíciles y coreografiadas, como Edgar Wright, ni tiene la precisión de Nolan, más bien se acerca a los hermanos Coen. Estos dos no son unos maquinotes dirigiendo, pero lo hacen de forma que su estilo suma al mensaje, o en otras palabras, lo hacen de forma que la filosofía de la película nos impacta el doble de fuerte. Martin McDonagh se limita a dirigir de forma que la fotografía se vea potenciada, y sobre todo, los personajes.

Mención aparte a los actores.


U a u. Vale, me voy a detener un momentito con los actores. ¡Qué soberbio! Menudo despliegue, están todos fabulosos. Sam Rockwell, el policía sureño, lo hace excelente. Peter Dinklage fenómeno, como siempre, pero por favor, un aplauso para Frances McDormand, la actriz protagonista. Sí, sí, su nombre es parecidísimo al del director y yo también me hago un lío entre los dos. O yo que sé, a lo mejor solo yo me hago el lío y tú eres un superdotado crack de esos, qué sé yo.


Mildred es un personaje duro, sí, es un personaje aparentemente insensible, sí. Pero le entiendes. En una manera visceral y poco consciente, le entiendes, y también notas que todo eso es una fachada y que en realidad lo único que hace es ocultar su profundo dolor y vulnerabilidad. Es muy humano, colegui. No te voy a dar ejemplos concretos, como comprenderás, pero hay una escena en la tienda que es magistral.

No sé, yo algún día tengo la esperanza de escribir personajes tan buenos como el de Mildred. Puede que pienses que entre los de esta película y los de otras no hay taaaanta diferencia, pero créeme, ese poquito es muy, muy difícil de conseguir.

La rotura del tópico... usando tópicos.


Ay, señor... Vale. Acabo de alabar a los actores y el excelente trabajo de todos, desde la protagonista a la novia del exmarido, pero sobre los personajes no he dicho nada. Sí, me encanta Mildred. Es muy tridimensional, siente culpa, tristeza, ira, determinación, e incluso se ríe de sí misma en algunas ocasiones. Es un puto diez. No solo eso, sino que tridimensionaliza un tópico, el del hombre duro. Hemos visto muchos hombres duros, de muchas clases, pero mujeres duras, pocas. Y... cómo decirlo. Un gary stu o mary sue de turno no es un tipo duro, simplemente es un dios.

No. Un personaje duro debe tener sus inseguridades, sus fallas. Como bien sabemos, un tipo duro ha de ser valiente, y para eso, ha de tener miedo. Y eso Mildred lo cumple, así que me alegro, me alegro de ver la película y sentirme bien, a gusto y natural al lado de un personaje así, que indica que los tiempos cambian poco a poco a bien, pese a las tuiteras locas que se empeñan en crear desigualdad buscando la igualdad a base de gritos..


Pero todos los personajes no son Mildred. Muchos funcionan, aun así. El jefe Willoughby (güílobi) funciona, no es increíble, pero sirve. El enano James funciona, no es increíble, pero me agrada. E incluso el hijo me cae como el culo, precisamente porque parece que tiene un palo ahí metido, pero bueno, no me voy a quejar.


Sin embargo, el personaje Jaxon Dixon, el que está interpretado por Sam Rockwell y que lo hace de miedo, no me gusta. A lo largo de la película sí, y tiene una función clara, y el cabrón parece un personaje unidimensional que luego no lo es tanto, pero se pasan con él. Quieren representar al típico sureño intolerante, chulesco y tonto, que detrás de toda esa fachada, se oculta un cobarde manipulativo, tremendamente patético. Y joder, siento que si su patetismo hubiese sido más sutil, hubiera funcionado mejor. Es que... es demasiado tonto. E incluso hay una escena en la que se corona de tontería y acaba lanzando un caramelo al aire, que en lugar de atrapar con la boca, directamente ni llega, y casi se cae. Es demasiado.

Y el poli negro. Joder. A esto es a lo que me refiero. Tenemos un grupo de polis blancos vagos y capullos, y llega el negro, y joder, el negro es guay, se hace respetar, es buen tío. No, joder. Es que intentando contrarrestar el racismo, crean otra especie de racismo, y recuerdo que la discriminación positiva es discriminación. ¿Por qué no hay un negro capullo antes de que llegue este negro responsable?


Me recuerda a la gala 88 de los Oscars, en la que no hubo ningún nominado negro, pese a que se lo mereciera más de uno. Te has fijado que fue la gala 88, ¿verdad? En fin, sigo. Muchos negros protestaron, y vamos, la que se armó. Llamaron racistas a La Academia, y yo qué sé qué más. Sinceramente, yo cuando vi que Michael B. Jordan no fue nominado por 'Creed', pensé
"¡Qué injusticia!",
porque es eso, una injusticia, igual que DiCaprio no se llevara el Oscar por el Lobo. En mi opinión, los que buscaron y miraron que no hubiera negros nominados son los primeros racistas de todos.

Y nada más tengo que decir, compi. Ve a verla si puedes, y si ves que te puede gustar. Yo agradecí verla, sinceramente, de alguna forma, al acabar, me sentí más enriquecido.

Los problemas de la historia realista.


Y ahora, vamos a hablar con espoilers para todo aquel que la haya visto. Algo curioso es que, para ser el género que es y tener el ritmo que tiene, esta película tiene muchos espoilers, e importan mucho. Así que si no la has visto, por favor, no sigas leyendo a no ser que tengas muy claro que no la vas a ver, porque no se disfruta de la misma manera.

Dicho esto, si ya la has visto, pasa las siguientes fotos. ¡Uuuuh, nos vemos al otro lado!



Qué gilipollas soy a veces. En fin, en el taller sobre historias realistas que os he dejado arriba, en letras rojas, hablé sobre los problemas de utilizar estas historias, y por qué prefería historias no realistas. Claro, todo lo realista te da unos grises espectaculares, y es muy efectivo cuando lo que queremos es reflexionar sobre lo que hace Mildred, y si merece la pena. Incluso, al tener este tono, muchas escenas me emocionaron de una forma diferente a como lo hacen las historias de Pixar, por ejemplo.

Yo quería que el violador fuese el violador villano, el de la hija de Mildred, pero como esto es una historia realista, quizá era demasiado pronto para que el propio violador villano fardase sobre su violación en un pueblo que ahora está revuelto por ese tema. ¿No crees? Pues claro, obviamente no iba a ser él, yo lo quería, pero no lo fue. No tengo claro del todo que fuera un violador, pero bueno, al menos estaba mal de la cabeza fijo.


Sin embargo, el final no acaba. No es final, ni siquiera. En una historia realista, nunca hay final. Hay un final de etapa, como en 'Spotlight', y ahí funciona, porque un final de etapa es como un final, pero aquí ni eso, y eso me dejó muy frío. Es como que ni siquiera me dejan con sensación final, ni con conclusión.
"Es un final abierto",
dirán algunos, y eso no es cierto. Verás, un final cerrado es el final típico, y uno abierto es como un final cerrado, pero le cortas la punta. El final finalísimo no lo ves, pero todo va tan encaminado que no necesitas verlo. Veamos 'Origen': su final, sin espoilers, es un gran final abierto. La acción se acaba a medias, pero tú sabes cómo va a acabar, y no solo eso, sino que el protagonista ha dejado de mirarlo, y eso es aún más importante.


Sin embargo, esta película nos deja en un "¿Lo matarán?". Posiblemente no, pero podría ser que sí. ¿Y qué conclusión saco yo de eso? Si lo matan, se condenarán, y si no lo matan, las cosas seguirán igual. No hay conclusión, por eso, en lugar de ser un puto diez, esta película baja dos, o tres puntos, solo por su no-final. Y al contrario que en 'Spotlight', ser una historia realista aquí le acaba jugando en contra. ¿Sigue siendo buena? Sí, pero de forma empañada.

Otro tema del que quería hablar era sobre el personaje de Sam Rockwell. Qué quieres que te diga, no me acabo de creer su evolución. Aplaudo esa evolución, ¿eh? Me gustó mucho el personaje por las vueltas que acaba dando, pero me surgen preguntas. ¿Por qué, cuando vio el fuego, lo primero que hizo fue salvar el caso de Mildred, si lo más probable es que fuera él el que prendió los carteles? Se me ocurre una idea. El señor Dixon, este hombre, vaya, culpa a los carteles del suicidio de Güílobi, y por eso los quema. Pero, por otro lado, lo último que quiso hacer Güílobi fue solucionarlo, y limpiar con ello su nombre.


Esto lo entiendo. De esta forma, se acaba involucrando personalmente con el caso (más aún después de la carta), y gracias al amor del chaval al que apalizó, acabaría empatizando con la hija de Mildred a través del caso, y a través de la hija de Mildred, acabaría empatizando con Mildred.

Pero que conste que todo esto lo he tenido que deducir. Está bien deducir cosas, pero cuando son de nivel bajo. Esto, sinceramente, me parece demasiada deducción, y una pequeña pista sutil hubiera sido muy bienvenida. Nada de exposición, ¿eh? Simplemente una pista sutil, para no tener que calentarme tanto la cabeza, porque claro, tú piensa que cuando veo una película en el cine, tampoco estoy con la cabeza a mil. Como sea, esta última queja es cuestión de perfeccionamiento, nada importante.


Simplemente lo que dije antes. Quería compartir contigo que me da mucha rabia que no hubiera final. Así que nada, un besi de fresi, un abrazo de gominola, y nos vemos muy pronto, después de las vacaciones. ¡Chao!

Y Güílobi es el puto amo.

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