Videojuego: Pokémon Quest (Switch)

Bueno, hoy es martes y toca reseña, pero estoy malito, así que no quiero complicarme demasiado. Tengo entendido que 'Pokémon Quest' tendrá pronto su versión para móviles, pero los ricos privilegiados capitalistas que tengan una Switch ya pueden jugarlo. Bien, pues lo he estado jugando, mientras tosía lastimero tumbado en mi cama y recubierto de mantitas.

Porque puedo.

¿Descargar, o no descargar en el futuro? Déjame que te cuente de qué va ese Minecraft pero en Pokémon.

No es Minecraft.

Al ver la estética de cubos ya iba predispuesto a picar árboles con mi Squirtle, pero me ha sorprendido que no fuera así. El juego, de hecho, es bastante sencillito: tienes un equipo de hasta 3 pokémon que se mete en un nivel y pelea contra varias oleadas de pokémon salvajes. Los tuyos van a caminar de forma automática, y lo único que tienes que hacer tú es decirles qué ataques usar, o si deben huir durante los próximos dos segundos.

No, no es por turnos, y esto me da mucha rabia, porque me encanta, y los capullos de Nintendo demuestran que podrían hacer un pokémon de acción en el que cada ataque se ejecuta en tiempo real, y sin embargo solo anuncian versiones raras del 'Pokémon GO' y más de esos RPGs que cada vez son más insultantemente fáciles.

Así pues, tú vas con tus tres pokemones, ellos pasean solos, y, dado que cada vez que lanzas un ataque no puedes lanzar otro en cinco segundos, has de pulsarlo en el momento justo. Conforme tus bichos suban de nivel y evolucionen, subirán poder, y si les equipas piedras de poder, subirán aún más. Eso de las piedras de poder no es nada raro, cada pokémon tiene ranuras en las que les puedes potenciar o bien el ataque o bien la vida, y ya está, no tiene más misterio.

Te amplío esta imagen para que veas que las piedras tienen numeritos. Cuanto más altas, mejor.

Debo recordar que es un juego gratuito, así que, como buen juego gratuito, tiene vidas limitadas por tiempo, al principio no paran de regalarte cosas, y luego entras en sequía casi total de dinerito a no ser que pagues. No es que sea fundamental el dinerito, y con lo que te dan al principio tienes de sobra. Pero bueno, ocurre.

Parece aburrido, pero no lo es.

Los tres iniciales, Pikachu e Eevee. Los que molen se cogerán a Squirtle.

Me sorprende el concepto, porque tan solo es mirar a tus bichitos atacar y tú solo aprietas cuatro botones, pero de alguna manera es bastante hipnotizante. Los estados alterados del juego original están aquí, y cada uno afecta a su manera. Si ordenas atacar a un pokémon confuso, quizá se hiera, o quizá apunte para donde no es. Si está envenenado o quemado perderá salud, si aumenta sus velocidad caminará más rápido...

Y están los 150 primeros míticos de la primera generación. Hasta ahora no he visto ningún legendario, así que no sé si están, pero tampoco creo que importe demasiado: todos dejaremos el juego antes de poder ver alguno.

La cocina: obviamente, el arma secreta de cualquier entrenador.

Rattata y... ¿Gastly? ¿Qué clase de mojón es eso?

Aquí los pokémon ni se capturan (porque no hay entrenador físico), ni se unen a ti en los niveles como en la saga Mundo Misterioso. Aquí los pokémon se unen a ti si les cocinas. Sí, sí, lo has oído bien. Cuando vas por el mundo recolectas automáticamente ciertos ingredientes, y si los mezclas de forma adecuada, puedes atraer a los pokémon por tipos o por colores.

¿Y cómo se sube de nivel? Con las oleadas, obviamente, pero también puedes sacrificar a los que se hayan unido a ti y sean feos, para eliminarlos a cambio de algún nivelillo de tus pokémon agraciados.

Además de subir nivel, puedes mejorar movimientos.

Y ya está, poco más tengo que decir sobre este juego. Escribiré aquí mismo mi conclusión personal, que básicamente es una buena nota. No es un juego profundo, ni pretende serlo, tan solo es un entretenimiento vacío para rellenar las horas muertas, y como eso debería tratarse y valorarse, porque rellena las horas muertas muy bien. El progreso a partir de determinado punto es bastante lento, pero siempre constante, así que siempre tienes que estar cambiando piedras de poder o toqueteando cosas para que tu equipo esté al máximo.

Hasta aquí te ha hablado Carli y te doy un besi de fresi de esos que saben a los batidos Okey. Rico, ¿verdad? Pues ahora vete cagando leches, que estoy malo y te puedo pegar algo. Y límpiate la mejilla, que llevas la gripe ahí.