¡Crónica de Mil Mentes ha acabado!

¡Bueno, gente! Tengo dos buenas noticias, la primera es ¡que ya vuelvo a estar por aquí! Y eso se debe a que ya he terminado mi novela más reciente. Para la gente que no me conozca, soy el propietario de dos blogs. Uno es este, obviamente, y el otro se llama 'Crónica de Mil Mentes', y clicando en las letras rojas podrás llegar a él.

La Crónica siempre ha sido, desde su concepción, una novela contada a fascículos, capítulo a capítulo. En el pasado, utilicé este blog para practicar mi escritura y recibir comentarios de mis amigos, y hace un año, con muchos conocimientos más y después de dejar el blog abandonado por años, empecé una nueva novela de corte más profesional, con los mismos personajes, pero pensada para que pudiera leerse de forma independiente, sin que fuera necesario haber leído nada mío antes.

Y así creé la que es, hasta ahora, mi única novela totalmente completa, de 490 páginas. Y leerla es gratis.

¿De qué va la Crónica? Sin espóilers.

Mentes es un ciudadano corriente, felizmente casado y con un hijo. Dentro de él, en su cabeza, las diferentes partes de su personalidad dirigen su destino y le ordenan los próximos pasos. Cada problema en el mundo real, significa otro problema que las mentes deben resolver. Pero sus enemigos, después de veinte años conspirando, están a punto de dar el golpe.

Es una historia similar a 'Del Revés', de Pixar, solo que a mí se me ocurrió tres años antes de que esa película se estrenara. El mundo mental de nuestro humano Mentes es grande, y está lleno de montañas nevadas, praderas, cuevas y pantanos. Sin embargo, no te voy a engañar: esta historia es bastante más adulta que 'Del Revés'. Si tengo que mostrar violencia, la muestro de forma explícita, y si tengo que enseñar sangre o matar a algún personaje, lo hago.

Es, de hecho, una historia bastante dura y oscura. No pretenciosamente oscura, como 'Batman v Superman', sino que trata temas crudos desde una perspectiva cercana. La historia llevará a los personajes hasta el extremo, y probará de qué están hechos en el fondo.

Al contrario que otras películas con una historia parecida, como la propia 'Del Revés' u 'Osmosis Jones', la Crónica apenas se centra en la vida de Mentes. No cuenta su rutina, y apenas hablo sobre sus problemas. Lo que a mí me interesa es cómo esos problemas afectan a su manera de ver el mundo, y si su manera de ver el mundo cambia, es porque su mundo mental ha cambiado.

Sus personajes.

El mundo mental de Mentes es rico en especies y criaturas, pero hay unas personas que son más importantes que el resto: las partes de su personalidad, llamadas mentes. Sí, sé que llamarlas mentes es muy redundante, teniendo en cuenta que nuestro humano se llama Mentes, pero quería que el nombre del humano fuera anónimo, y no sabía cómo llamar a los personajes principales con otro nombre que no fuera... mentes. En fin, sigo.

Las mentes son las únicas que pueden ver más allá del cielo, a través de los ojos del humano, y pueden tomar el control de sus acciones y hablar por él. Si una mente muere, esa parte de la personalidad queda enterrada y es imposible que se manifieste en el humano... por eso su vida es tan valiosa.

Luchadora es la protagonista de esta historia, y vemos gran parte de los acontecimientos a través de sus ojos. Es la mente guerrera, la que se encarga de vigilar que ningún peligro amenaza a los suyos, y nadie pelea cuerpo a cuerpo tan bien como ella. Hace veinte años murió combatiendo una amenaza, pero volvió a la vida poco después cuando un rubí se fusionó con su cuerpo y se le incrustó en la frente. Este hecho la ha marcado, desde entonces.

Madurez es la deuteragonista de esta historia, es decir, el segundo personaje más importante. Al contrario de lo que su nombre indica, no es precisamente muy madura: es una chiquilla de unos catorce o quince años que no le gustan las responsabilidades, y chilla a la primera de cambio. ¡No la odies aún! Esta pequeñaja ha logrado conquistarme como escritor, y su historia es la más entrañable.

La personalidad de Mentes se conforma de muchos más personajes: Razón, Eissen, Susurro, Dante... te dejo que los descubras poco a poco.

Las dificultades a la hora de crear una historia.

No te creas que hacer una novela es empezar a escribir y tirar millas, ¡qué va! Completar esta historia ha requerido horas, horas y horas de planificación. Perfectamente puedo haber gastado 200 horas de mi vida solo planificando esta novela, tanto antes de empezarla, como realizando correcciones durante la escritura para mejorarla.

Primero, tenía que saber qué mensaje era el que quería transmitir, y eso para mí fue fácil, porque llevaba años queriendo contar esta historia. También tenía el esqueleto, diseñado hace años, pero había que hacerle un lavado de cara importante. Creé una mitología para el mundo, varias tribus, y con ellas, varias culturas diferentes, incluso inventé parte de un lenguaje. Dibujé un mapa, para que los tiempos al caminar fueran consistentes, y también di espacio para que tú puedas teorizar sobre algunas cosas.

Pero sin duda, lo más duro para mí fue el formato de escritura. El primer capítulo, llamado 'Viejas glorias', que puedes acceder clicando en las letras rojas, se publicó el 20 de septiembre de 2017, y el último, 'Nuevas promesas', se publicó el 20 de septiembre de 2018. De forma más o menos constante, fui publicando un capítulo de 15 páginas a la semana, con una simple regla: lo que se publica ya no se toca. Se puede corregir alguna que otra palabra que no quede bien, pero no se toca lo que ocurre en esas páginas.

Esto significa que si meses después se me ocurre algo increíble, quizá no pueda meterlo, porque debería haberlo metido desde el principio. Y si no lo he metido desde el principio, tengo que justificar por qué, y eso crea una serie de preguntas que deben ser contestadas. Lo más difícil para mí, por muchísimo, ha sido tapar los agujeros de guión que un cambio como ese podría haber generado.

Sí, reconozco que me he esforzado muchísimo tanto en los textos como en la historia, personajes y mitología, pero al fin y al cabo es la primera vez que la escribo... y siempre que escribimos algo por primera vez es un borrador.

Es un borrador currado, pero un borrador al fin y al cabo.

La escritura no es una ciencia, sino un arte. Eso significa que, aunque yo tenga las cosas superclaras en mi cabeza, luego en el papel no podrían quedar igual de bien. Hay ciertas decisiones que mejoran la obra, y otras que la hacen peor, y eso solo se comprueba cuando se ha escrito de principio a fin.

Por supuesto que hay fallos en mi obra, fallos que podría cambiar chascando los dedos, pero que no los cambio porque no quiero modificar los capítulos que ya han sido escritos. No hablo sobre fallos de guión, sino sobre cambios estéticos, como no hacer tan largo un párrafo de descripción, quitar objetos que pensé que serían importantes y al final no han servido para nada... esas cosas.

No obstante, yo me apunto esos fallos, porque dentro algunos-bastantes años quiero pasar la saga de las mentes a novela. Creo que tiene mucho potencial, y que puede quedar algo muy chulo, sobre todo si he cogido experiencia escribiendo y he publicado tres o cuatro obras antes.

Mi evolución.

Es hora de irse, pero no quiero hacerlo sin mencionar una cosa que para mí es importante. Durante el verano de 2017, anuncié al mundo que iba a retomar la Crónica, y hacer una novela con esos personajes, continuando la saga que empecé hace mil años, pero de forma que cualquiera pudiera empezar por ahí. Empecé a recibir odio por las redes sociales, y varios anónimos que pertenecían a la misma carrera que yo empezaron a decir que era un escritor penoso, y mis historias anteriores de la Crónica eran basura.

Actualmente, no podría considerar mis historias anteriores como buenas porque me faltaba una base teórica importante, cosas como por ejemplo, que una raya de guión es así (—) y no así (-), y tampoco sabía puntuar los diálogos, o utilizar correctamente las comillas ("") y la letra cursiva. No obstante, tenían potencial, porque yo creo que tengo potencial. Por dios, mis antiguas historias eran malillas, pero escritas por un escritor amateur sin ningún tipo de instrucción, y actualmente, me considero un escritor decentillo solo con 25 años, recién cumplidos. 25 años. Creo que ningún escritor ha publicado una obra maestra con 25 años, ninguno.

La cuestión es que, en el momento en el que publiqué el primer capítulo de la nueva novela, los insultos se callaron de pronto. No sé si fue por aburrimiento, o porque realmente se dieron cuenta de que ya no escribía tan mal, pero estoy orgulloso. Y he querido sacar el tema no para recordar lo mal que me trataron personas que me dan igual ahora mismo, sino para enorgullecerme de que nadie me haya criticado por mi obra. Todo lo contrario: los que no entienden de novela me han dicho que está hasta bien.

Esta novela supone para mí un crecimiento, una evolución importantísima, por muchas razones. La primera, porque es lo primero que completo una vez he acabado el curso de novela en la Escuela de Escritores. La segunda, porque aunque el borrador de la primera novela que voy a publicar está completo, algunos capítulos son simplemente bocetos, y la novela en la Crónica está acabada al 100%. Es la primera vez que hago algo así.

Pero sobre todo, lo que más siento ahora mismo es la decencia. Me siento un escritor decente, aceptable. Publicable. Estoy muy motivado, y lo que quiero hacer ahora mismo es descansar, leer varios libros, y comenzar a preparar la secuela de esta historia, la que será el final definitivo para las mentes, la despedida. La traca final.

Así que ya sabes, sígueme en twitter para estar informado de cuándo la retomaré. Mientras tanto, te dejo aquí la novela entera de la Crónica, capítulo a capítulo, y espero que te guste mucho, al menos, la mitad de lo que a mí me ha gustado narrar la evolución de mis personajes preferidos.

Un besi de fresi, y hasta mañana a las ocho, porque vendré con bizcocho que te meteré por el cho-