Videojuego: Stardew Valley (Switch).
Ahora mismo, tengo 6 borradores abiertos. En ellos tengo las cosas de las que quiero hablar, ¡pero ejjjjque no tengo tiempo! Al menos si quiero dormir, claro. Últimamente estoy muy ocupado cambiando la estructura de mi vida, o estando enfermo, y te voy a pedir un poco de paciencia antes de que vuelva a un ritmo de 2 entradas por semana.
Verás, yo siempre he esquivado los juegos de simulación, porque no me produce ningún placer jugar nada que se parezca a la realidad, excepto los deportes. Y tampoco es que sea gran fan de los deportes. Sin embargo, a veces se alinean los planetas y llega a nosotros un videojuego tan bien hecho, tan pulido y completo, que te gusta. Aunque ese género no te guste. Pasa con 'Breath of the Wild'. Pasa con 'Super Mario Odyssey'. Y me pasó a mí con 'Stardew Valley', y si no te lo crees, díselo a mis horas de juego.
Esta reseña no tiene espóilers sobre la historia ni sus personajes, pero sí sobre algunas de las mecánicas que se van desbloqueando.
Aventuras rupestres con gráficos decentes.
Hace ya varios años, un tío que se había criado con las primeras entregas de la saga Harvest Moon sentía que los nuevos juegos habían tomado otra dirección, y ya no le gustaban tanto. En sus ratos libres le gustaba programar, así que empezó a hacer lo que él más quería: algo fiel a los Harvest Moon originales, con la misma experiencia, su sonido, y sus gráficos.
¿Cómo que este juego se ve mal? ¿Qué dices de gráficos? ¡Si son increíbles! Desde que Microsoft y Sony pelean por la perfección gráfica, parece que un juego solo tiene buenos gráficos cuando son fotorrealistas. ¿Entonces Pixar tiene una mierda de imagen, por ser de dibujos? El juego tiene los gráficos que necesita, y la estética cuadra con la forma en la que jugamos. Los colores están bien, que es lo importante, y nunca, nunca tuve problemas para distinguir alguna cosa.
El rendimiento es óptimo. No es un juego pesado, así que va fluido, y no hay caídas de resolución (eso faltaba). Y respecto al sonido, recuerda los juegos de antes. Y sobre esto quiero hablar: que recuerde a los juegos de antes no significa que tenga los colores mustios de antes, y que la jugabilidad sea difícil o complicada de meterse en ella. Sí, recuerda a un juego de antes, pero los colores son claros, y la jugabilidad es muy parecida a 'Minecraft'.
Sobre la jugabilidad, se nota que se programó para jugarlo en PC, porque a veces he tenido algún que otro problema para plantar y regar, pero no es nada que la costumbre, cagarte en diez de vez en cuando e ir a la tienda a comprar una semilla no pueda solucionar. Pero claro...
Sobre la jugabilidad, se nota que se programó para jugarlo en PC, porque a veces he tenido algún que otro problema para plantar y regar, pero no es nada que la costumbre, cagarte en diez de vez en cuando e ir a la tienda a comprar una semilla no pueda solucionar. Pero claro...
Quiero hablar sobre la portabilidad. Este juego en PC se ve bien, es entretenido y relaja, pero creo que no es la plataforma correcta, lo es Switch. Dentro de poco van a meter una actualización que va a meter cosas multijugador en el juego, pero lo que más importa aquí es la experiencia de un jugador. Bien vayas en metro, te acabes de levantar o vayas a acostarte, o estés cagando, es un gran juego para esas ocasiones, y no es desmerecerlo. Después del trabajo, que estás cansado y con ganas de morir, a veces no apetece un juego frenético, o con una historia profunda. Este juego es perfecto para desconectar, y el hecho de que sea portátil hace que puedas desconectar en cualquier lado.
La experiencia es inmersiva desde el principio. Tu abuelo, en su lecho de muerte, te lega unas tierras, que sabe que usarás cuando estés hasta el rabo de la civilización y su sociedad mecanizada. Dicho y hecho. Harto de ser un número en una gran multinacional, lo dejas todo, te mudas al Stardew Valley y llegas a una granja vieja en un terreno lleno de troncos muertos, piedras y maleza.
A partir de ahí, puedes repartir los días haciendo varias tareas: hablar y conocer a los vecinos, limpiar y arreglar tus tierras, cultivar en ellas para ganar dinero, mejorar tu casa con el dinero que ganes, ir a la mina y matar murciélagos para conseguir minerales, pescar... Incluso puedes pedir salir al personaje soltero que te guste, a ver si hay suerte, y acabas con esa persona.
Da la sensación de que el pueblo respira. Cada personaje tiene su rutina y su personalidad propia, y cada varios días se organizan eventos especiales. Claro, si llevas 100 horas como yo y te lees la wiki, al final encuentras el patrón. Hablando de wiki, por cierto, recomiendo leerla cada vez que tengas cualquier duda con este juego. Hay veces que un ciudadano te pide una perca, y por ejemplo, yo no sabía si pescar eso en el mar, en el río o en el lago. Es de estos juegos en los que saber más de la wiki hace que lo puedas vivir por completo.
Pero hay una cosa que no me gusta en todo esto, y es que los días son muy cortos. Yo soy un poco obseso de aprovechar el tiempo en esta clase de juegos, tanto que al llegar al tercer año te hacen un "exámen" a ver cuánto has progresado, y yo saqué un diez en todo y de sobra. Reconozco que soy un poco cagaprisas y me ponía nervioso yo solo, pero a veces en lugar de desconectar estaba nervioso para que durante cierto día me diese a hacer todo lo que quería hacer. Vamos, más de una vez he pausado nada más despertar y me he planificado el día para poder enriquecer y limpiar mis terrenos, vender lo recogido, hablar con los vecinos y regalar a quien hiciera falta las cosas que ya tenía preparadas del día anterior.
Salvo eso, no puedo ponerle demasiadas pegas al juego. No me encantaron los horarios y las personalidades de algunos ciudadanos, pero, de nuevo, esto es cosa mía, que son un cagaprisas y quiero ser amigo de todo el mundo desde el primer día.
Pero vayas rápido y ansioso como yo, o tranquilamente, la sensación de progreso es constante. Voy a hacerte un pequeño espóiler. No es casualidad que empieces el juego en primavera. Ahí es cuando los árboles están más verdes y tienes una referencia, y además, hay una fiesta importante. En esa fiesta, puedes pedir a una de las personas solteras del pueblo que baile contigo una danza. Sin embargo, cuando llega el día de esa fiesta, llevas solo veinte días en el pueblo, y nadie te conoce bien. No confían en ti. Pedí bailar a todas las chicas, y todas me dijeron que no. Mientras los solteros del pueblo bailaban juntos, como una comunidad unida, yo estaba fuera, mirando la danza. Estaba, literalmente, fuera.
Al año siguiente, si todo marcha de forma correcta y has hablado con los ciudadanos, les has ayudado, les has regalado cosas que les gustan... ya será otra cosa distinta. Seguramente, incluso, les conozcas lo suficiente como para que tengas una persona como principal preferencia. Y esa persona, porque te cae genial, y es con la que mejor te llevas, seguramente te diga que sí. Y ese año bailarás. Estarás, literalmente, dentro.
Es la forma del juego de decirte que estás progresando.
Vivir en el Valle del Rocío de las Estrellas.
A partir de ahí, puedes repartir los días haciendo varias tareas: hablar y conocer a los vecinos, limpiar y arreglar tus tierras, cultivar en ellas para ganar dinero, mejorar tu casa con el dinero que ganes, ir a la mina y matar murciélagos para conseguir minerales, pescar... Incluso puedes pedir salir al personaje soltero que te guste, a ver si hay suerte, y acabas con esa persona.
Recomiendo leer la wiki para saber qué regalos le gustan a cada uno, entre otras cosas.
Da la sensación de que el pueblo respira. Cada personaje tiene su rutina y su personalidad propia, y cada varios días se organizan eventos especiales. Claro, si llevas 100 horas como yo y te lees la wiki, al final encuentras el patrón. Hablando de wiki, por cierto, recomiendo leerla cada vez que tengas cualquier duda con este juego. Hay veces que un ciudadano te pide una perca, y por ejemplo, yo no sabía si pescar eso en el mar, en el río o en el lago. Es de estos juegos en los que saber más de la wiki hace que lo puedas vivir por completo.
Pero hay una cosa que no me gusta en todo esto, y es que los días son muy cortos. Yo soy un poco obseso de aprovechar el tiempo en esta clase de juegos, tanto que al llegar al tercer año te hacen un "exámen" a ver cuánto has progresado, y yo saqué un diez en todo y de sobra. Reconozco que soy un poco cagaprisas y me ponía nervioso yo solo, pero a veces en lugar de desconectar estaba nervioso para que durante cierto día me diese a hacer todo lo que quería hacer. Vamos, más de una vez he pausado nada más despertar y me he planificado el día para poder enriquecer y limpiar mis terrenos, vender lo recogido, hablar con los vecinos y regalar a quien hiciera falta las cosas que ya tenía preparadas del día anterior.
Salvo eso, no puedo ponerle demasiadas pegas al juego. No me encantaron los horarios y las personalidades de algunos ciudadanos, pero, de nuevo, esto es cosa mía, que son un cagaprisas y quiero ser amigo de todo el mundo desde el primer día.
Pero vayas rápido y ansioso como yo, o tranquilamente, la sensación de progreso es constante. Voy a hacerte un pequeño espóiler. No es casualidad que empieces el juego en primavera. Ahí es cuando los árboles están más verdes y tienes una referencia, y además, hay una fiesta importante. En esa fiesta, puedes pedir a una de las personas solteras del pueblo que baile contigo una danza. Sin embargo, cuando llega el día de esa fiesta, llevas solo veinte días en el pueblo, y nadie te conoce bien. No confían en ti. Pedí bailar a todas las chicas, y todas me dijeron que no. Mientras los solteros del pueblo bailaban juntos, como una comunidad unida, yo estaba fuera, mirando la danza. Estaba, literalmente, fuera.
Al año siguiente, si todo marcha de forma correcta y has hablado con los ciudadanos, les has ayudado, les has regalado cosas que les gustan... ya será otra cosa distinta. Seguramente, incluso, les conozcas lo suficiente como para que tengas una persona como principal preferencia. Y esa persona, porque te cae genial, y es con la que mejor te llevas, seguramente te diga que sí. Y ese año bailarás. Estarás, literalmente, dentro.
Es la forma del juego de decirte que estás progresando.
Un juego putamente completo.
¡Muere, monstruo! ¡Observa mi increíble habilidad para pulsar el botón A sin parar!
Una de las mejores cosas que tiene 'Super Mario Odyssey' es que es un juego largo de completar al 100%, y tiene muchos minijuegos variados, todo esto sin un solo DLC. Además, poco a poco recibe actualizaciones gratuitas. Este juego da la misma sensación. Por 15 euros, he estado jugando la friolera de 115 horas, y aún hay algunas cosas que no he acabado de completar, básicamente comprar las herramientas más caras.
Dedico la mitad de mi terreno a los cultivos, que se riegan automáticamente con aspersores, y los recogen unos duendes cuando están maduros. Un cuarto de mi terreno lo dedico a los edificios y una granja con animales, y estos sí que tengo que ordeñarlos yo. Por último, el cuarto que falta lo dedico a dejar crecer un bosque para cuando necesito madera. Además, hago mermeladas y alcohol que solo recojo cuando está maduro. De esta forma, en solo tres minutos, hora y media dentro del juego, ya he acabado de hacer todas las labores de la granja. Porque, además, tengo un caballo.
Para conseguir eso, he tenido que ser un maestro de la pesca, buscar las semillas más raras, pasarme las dos cuevas que hay, y encontrar todo tipo de materiales para reconstruir un edificio público. Y actualmente tengo el máximo de relación con todos los miembros del pueblo. La cosa es hacer todo, pero hacer más lo que te gusta más, porque nunca va a pasar nada si decides no socializar, o dejar la pesca de lado.
Luego te pasará que tu vida te pedirá que dejes de jugar, que tus amigos llevan un mes llamándote y tu madre ya se ha olvidado de que aún vives en su casa. Te lanzo un besi de fresi, vaquero. Jaja, ¿lo pillas? Porque en ese juego también crías vacas y... bueno. No me pagan para hacer reír, ¿vale?
Dedico la mitad de mi terreno a los cultivos, que se riegan automáticamente con aspersores, y los recogen unos duendes cuando están maduros. Un cuarto de mi terreno lo dedico a los edificios y una granja con animales, y estos sí que tengo que ordeñarlos yo. Por último, el cuarto que falta lo dedico a dejar crecer un bosque para cuando necesito madera. Además, hago mermeladas y alcohol que solo recojo cuando está maduro. De esta forma, en solo tres minutos, hora y media dentro del juego, ya he acabado de hacer todas las labores de la granja. Porque, además, tengo un caballo.
Y dos bebés.
Para conseguir eso, he tenido que ser un maestro de la pesca, buscar las semillas más raras, pasarme las dos cuevas que hay, y encontrar todo tipo de materiales para reconstruir un edificio público. Y actualmente tengo el máximo de relación con todos los miembros del pueblo. La cosa es hacer todo, pero hacer más lo que te gusta más, porque nunca va a pasar nada si decides no socializar, o dejar la pesca de lado.
Luego te pasará que tu vida te pedirá que dejes de jugar, que tus amigos llevan un mes llamándote y tu madre ya se ha olvidado de que aún vives en su casa. Te lanzo un besi de fresi, vaquero. Jaja, ¿lo pillas? Porque en ese juego también crías vacas y... bueno. No me pagan para hacer reír, ¿vale?
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