Película: Érase una Vez... en Hollywood.
¡Tantas cosas que decir, tantos títulos vistos o jugados por reseñar, y tan poco tiempo! Mientras me adaptaba a mi nueva vida laboral, preparaba la nueva novela, hacía de amo de casa y celebraba el cumpleaños, he encontrado tiempo (ya era hora) para ver la última de Tarantino, y he de decir que me ha sorprendido a varios niveles, no por buena o magnífica, sino por la evolución que ha tenido el director en estos últimos 4 años, evolución que algunos han aplaudido, y que otros... pues no les ha gustado tanto. Veamos por qué.
Para disfrutar correctamente de una película de Tarantino se deben tener en cuenta varias cosas:
- Las películas que hace las hace para él, lo que significa que
- Si tiene algún fetiche, como los pies, también lo vas a ver en todos sus trabajos, y también
- Hay mucha violencia gratuita en determinados puntos, y, cuando no,
- Verás escenas largas con conversaciones largas, pero al final,
- Tarantino es un cinéfilo que, cuanto más cinéfilo eres, más disfrutas de él.
Sin embargo, en el Hollywood del 1969, año del asesinato de Sharon Tate por parte de Charles Manson debido a la película 'La Semilla del Diablo', dirigida por su entonces marido Roman Polansky (esto ocurrió de verdad), reconocemos a Tarantino, pero no vemos todos los elementos que le hicieron famoso. Sí, los pies siguen existiendo, por partida doble y más sucios que nunca, también hay conversaciones largas, pero se han recortado, y su funcionalidad es más evidente, y la violencia también se ha reducido.
Es curioso cómo esta peli pasa de largo a dos personajes famosos que se vieron envueltos en esta tragedia (la de Sharon), y seguramente Tarantino lo quisiera así para no dar "publicidad" a dos basuras como son ellos dos... y sí. Como era de esperar, conocer los hechos que ocurrieron ese año alrededor de Sharon Tate hace que la película se comprenda mucho mejor y se disfrute más, pues, igual que hizo en 'Malditos Bastardos', Tarantino no busca hacer documental, sino crear una metáfora sobre el poder del cine respecto a nuestra realidad. Pero para poder, el de Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, que los dos se comen la película entera, ojo, con una Margaret Qualley realmente cojonuda, y una Dakota Fanning que protagoniza una escena de terror que ríete tú de 'It'. ¿Terror? Sí, bueno, esta peli transmite mucha calma (mucha calma) y buen rollo, pero logra tener paleta para más cosas. Una de mis escenas favoritas mezcla comedia y drama al mismo tiempo, te sale reír pero casi querrías llorar.
Hay quien dice que esta peli no es "auténtica Tarantino", como si la gente no pudiera cambiar. Hay quien dice que no es tan redonda, y es cierto, a simple vista no lo es, pero una vez pasan los días y la asimilas dentro, deja la sensación más redonda de amor puro hacia el cine. No la veré muchas veces más, pero estoy seguro de que varias escenas concretas voy a revisitarlas a menudo, y ha dejado, en general, una sensación bastante dorada en mi paladar, con un Tarantino maduro que pone sus prioridades sobre la mesa, y la primera es el cine, sea de Hollywood, un Spaghetti Western o de televisión, donde los actores, famosos o no, hacen grandes trabajos, y sus dobles de acción, siempre olvidados, aquí son parte de la trama.
Personalmente, me quedo con las escenas rodadas en formato de televisión, donde vemos vistacillos de lo que podría haber hecho Tarantino en ese formato, no solo desde cómo lo ve el público, sino también en su proceso de creación. ¿Qué le voy a hacer si me flipan las pelis que van sobre grabar cine? ¡Un besi de fresi!
Ah, y atento a los famosos de la época que salen. Me encantó el cameo del asiático.
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