Película: The Fall, el Sueño de Alexandria.
Una película no solo es una historia. Ve a filmaffinity si quieres; estoy seguro de que la mayoría de críticas aficionadas, de cualquier película, solo se fijan en ella, pasando rápido por dirección, fotografía y actuaciones como si supieran que es un punto que se debe cubrir, pero dedicándole apenas una frase a todo eso junto.
Pues sí, una película es mucho más que una historia.
Una muy digerible y que nos hace sentir esta sensación es la que te traigo hoy. Tarsem Singh, que había ahorrado dinerito con su primera película y algunos anuncios de televisión, escribió, produjo y dirigió un proyecto personal, que llevaría a todo el equipo y reparto por 24 países, ya que, desde el principio, su intención era filmar sobre realidad, haciendo los retoques digitales justos y necesarios para que estos paisajes se adaptaran a la historia que quería contar. Esto significaría eliminar los árboles-esqueleto del Dead Vlei, por ejemplo, y también significa que todo lo que ves en esta película existe en nuestro planeta... y nosotros queriendo visitar Marte.
Aunque se filme sobre realidad, la historia es, en realidad, casi onírica, donde Roy Walker, un doble de acción que no volverá a caminar, cuenta a Alexandria un cuento improvisado en el hospital, y ese cuento, en realidad, revela el estado emocional en el que se encuentra cada uno.
La historia, como cabría pensar de todo cuento, es bastante sencilla, pero roza lo enrevesado debido a las constantes improvisaciones... y, en contraparte, la historia en el mundo real peca de ser monótona y, en algunos puntos, extravagante, quizá por un guión extraño a propósito, o quizá debido al choque cultural entre nosotros y el lugar donde se encuentra el hospital. Entonces, ¿cómo puedo recomendarla, si acabo de decir que la historia no es muy allá? Pues... por todo lo demás. La dirección no es particularmente artística, sino que se centra en que el paisaje tenga un papel relevante en nuestros sentimientos, bien por sacarnos los ojos por lo bonito, hacernos sentir enanos, inmensos, con vértigo, o fascinados. Todo está ahí. ¡Menuda fotografía, coño! ¿Le dieron un Oscar a ese tipo? ¿Se lo dieron o no?
Una mención especial también para el elenco, que por aquel entonces no eran conocidos, y logran algo bastante difícil, que es hacer dos o más papeles dentro de la misma película, y distinguir perfectamente al onírico del real, no solo por la vestimenta (que sí), sino también por cosas como el caminar, y recuerdo que hace unos años todos le comimos la polla a Jake Gyllenhaal por hacer eso en 'Enemy'. Catinca Untaru, nuestra Alexandria, deuteragonista y personaje central en la historia, ni siquiera es actriz. El director escogió actores poco conocidos, pero en el caso de Catinca, que solo era una escolar, Tarsem Singh quedó tan enamorado de su monería que tuvo claro que ella haría el papel... y oye. Es el único personaje plano a nivel de actuación, yo no la hubiera cogido, pero al césar lo que es del césar, lo hace muy bien.
Antes de meternos de lleno en cine "de frikis", como el de Kubrick, Hitchcock o Welles, es bueno probar las aguas con títulos más ligeros, para ver si nos da gustito la estimulación audiovisual, sin que haya una gran historia de por medio con mil explosiones que te mantengan atento. ¡Un besi de fresi, y hasta la próxima!
¿Qué cine "de frikis ni qué? Es simplemente cine audiovisual, que al fin y al cabo es una forma más artística y menos refinada. ¿Pero de frikis? Anda, por favor.
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