Hablemos del asunto catalán (de los cojones).

Como ciudadano harto, y escritor de un blog que solo lee mi abuela, es momento de hablar de un asunto que ya se está pasando de mamado oscuro. Para el que pille esta opinión desde lejos, en una playita, disfrutando del verano del hemisferio sur con un cóctel en la mano, aquí va un resumen rápido: España es un país multicultural, con diversos pueblos y lenguas, y algunos de esos pueblos no quieren pertenecer a España. En su momento el País Vasco dio muchos dolores de cabeza, con un grupo radical que mataba a gente por la liberación de su tierra, en plan, como si matar gente les hiciera subir de nivel o algo. Pero hoy vamos a hablar de Cataluña.

Intentar hacer un estudio sobre el nacionalismo identitario español y por qué todo esto se ha originado es algo que, de publicar, lo haría en otro momento, porque ahora mismo mi verdadera atención está en mi novela y en el capítulo que va a salir mañana, pero sí podemos hacer un análisis superficial. Está claro que el tema de la independencia de Cataluña toca las sensibilidades de los que quieren irse y de los que quieren quedarse muchísimo-demasiado, y, aunque no vengo a hablar sobre orígenes, sí vengo a escribir sobre por qué los dos nacionalismos son estúpidos y no tienen sentido.

Bienvenido a ¡Muy Rocambolesco!, hoy con otra opinión polémica-que-al-final-no-lo-es-tanto. Por mi parte espero que estés cómodo, puedas dedicarme cinco minutos y cualquier chati te esté haciendo sexo oral ahora mismo.

La sentencia del 'procés'.

Jajajaja joder el Oriol, qué jodidamente feo.

Hace un poco más de 2 años, los catalanes se pusieron muy farrucos, y amenazaron seriamente con independizarse después de realizar con fondos públicos una votación ilegítima a los ojos del Gobierno de España, por eso de que en la ley no viene contemplado nada que les venga regular-mal para sus intereses. De ahí la poli se puso también muy farruca, los indepes, que se ve que eran de barrio, también les contestaron, de ahí salió una salsa de moratones, y muchas fotos sangrientas demostrando la bilis y el fascismo mal intencionado de los unionistas.

El humo se fue disipando con el tiempo, para al final descubrir que muchas de las fotos publicadas eran falsas (de otros días en otros lugares), que al final los indepes de barrio fueron solo unos pocos, que la poli tampoco se puso tan bestia, que la votación fue un pitorreo y que, en realidad, los jefazos catalanes sabían que ni de coña podrían independizarse, que solo... ehm... alentaron al sueño.

De esto último nos hemos enterado hace poco, cuando, durante esta sentencia, los jefazos catalanes admitieron haber azuzado a los catalanes a una utopía ideal que no iba a ser posible. Al final, a 7 de los 12 sentenciados les han mandado 12 años teóricos a la cárcel, lo que provocó el hashtag #SpainIsAFascistState (España es un Estado fascista).

Esto ha causado mucho revuelo, manifestaciones, gritos, levantamientos, sexo salvaje, violencia. Fuego. Los reporteros de guerra ya han sido asesinados por minas de proximidad, los civiles unionistas han huido a Siria como refugiados y los independentistas a Reino Unido, para separarse de Europa como premio de consolación.

Y entre todas estas historias de cruzadas, esos

"No, porque la poli agredió a antifas y a los nazis no",

"Ya, pero es que los indepes prendieron fuego a cosas",

"Uy, ¿y los fachas que les provocaban?",

yo les miro a todos y me pregunto: ¿nos hemos vuelto locos? No, perdón, estaba fingiendo ser humilde y yo siempre tengo razón: ¿os habéis vuelto locos?

Un breve apunte sobre la violencia.

Retrato robot de los que aprovechan las manifestaciones para pegarse.

Estoy seguro de que muchas veces has abierto Twitter y te has sentido tentado (o tentada) (o tentade, para los más travieses) de escribir que la vida es una mierda y todos los que la forman somos escoria, y es normal que lo pienses, porque es verdad. Somos escoria. Hay gente que es escoria pero solo se molesta a ella misma, y luego hay cánceres, homúnculos andantes cuyas dos neuronas no conectan bien y les parece buena idea prender fuego a unos contenedores como ofrenda a un dios pagano de oro al que nunca han visto pero les ha prometido una Play Station.

Seré claro y, recochineo a parte, lo diré bastante serio: cualquier policía, facha, indepe, nazi, antifa o simplemente gilipollas que haya usado la violencia en primer lugar no se merece ser ni catalán ni español, les daba cuatro hostias que les desterraba al laberinto de Creta. Y a los tocahuevos que se plantan al lado de una manifestación con banderitas y a desacreditar a los que, pacíficamente, dan una opinión, a esos no les doy cuatro hostias, no, a esos les doy ocho y les mando a las islas de Pascua, a que se las apañen ahí como buenamente puedan. Pero esto ya es preferencia personal, simplemente odio a los que hacen violencia legal, porque sí, además del sexo salvaje hablando guarro, la tocadura de huevos también es violencia legal.

Con esto dejo claras bastantes cosas, espero: todo el mundo tiene derecho de pensar como quiera, todo el mundo puede expresarlo e incluso "luchar" por ello, siempre que sea en términos pacíficos, y todo Gobierno debería escuchar todas las voces y dar respuesta a estas inquietudes.

Y los que se justifican en los fines para ejercer la violencia no son diferentes a un Ditto, que siempre podrá clonar a un Scyther porque Scyther es el mejor pokémon de la historia, pero al acabar el combate seguirá siendo un puto Ditto obsesionado con ese combate con el Scyther auténtico que perdió una vez, y que depende de perder contra él para poder clonarle y seguir soñando que deja de ser una pasta rosa cárnica sin cerebro ni utilidad.

Es como en la guerra civil. Vamos a ver, ¿aún seguimos siendo tan críos que culpamos a un bando de ser más violento que el otro? Desde mi punto de vista, los azules empezaron, pero luego los dos bandos hicieron barbaridades cuyos gobiernos consintieron, fueron animales, los dos, igual que lo estamos siendo ahora, y culpar a un solo bando en cada pelea es absurdo. ¿No hemos quedado en que somos escoria? En los momentos de mayor crispación es cuando sacamos a relucir nuestra verdadera personalidad nada reluciente, y están los que ejercen violencia a modo de guerreros, y luego los arqueros que miran desde lejos y lo perdonan, o no lo condenan.

Los nacionalismos.

Me acaban de insultar por twitter por no poner al lado otra imagen igual pero con la bandera de España.

Imagínate que en tu pueblo, en tu urbanización, o en tu monte de cabras donde vives, ahora mismo salís a la calle y empezáis a dibujar líneas en el suelo, y los que pertenezcan a una zona son de esa zona y solo pueden mirar por la economía de esa zona. Luego tus hijos nacen y tú les explicas que esas líneas las habéis puesto para que la gestión del sitio sea más fácil, y porque quieras que no, los vecinos de dos edificios a la derecha te caen de puto culo y necesitabas una excusa para no entrar en su portal e inflarlos a hostias.

Más o menos esto es un país, y el hijo que nace con el país creado es posible que no se plantee que no es tan diferente a los niños del edificio de enfrente, que pertenecen a otro país. Yo apoyo esta clase de divisiones, ¿sabes? Son muy comunes. Los pueblos están divididos en barrios, los barrios en calles, y las calles en juntas de vecinos. Empequeñecer a un grupo es bueno para los individuos, porque al ser menos, pueden ser escuchados como personas y no como un número, y es más fácil distribuir el dinero público en función a necesidades personales y no tanto mediante la lógica. Sí, claro, a nadie le gusta ese adoquín suelto de la calle, pero si de esa zona se encarga un grupo pequeño, quizá le den prioridad a la rampa que necesita doña Eugenia que ya tiene 90 tacos y se desplaza en silla de ruedas.

Lo absurdo de todo esto es radicalizar la sensación de pertenencia. ¿Tú pegarías por tus amigos? Porque yo no, yo defiendo a mis amigos, pero no voy a promover la violencia porque un amigo mío y un amigo tuyo hayan olvidado que para un combate de Beyblade hacen falta peonzas, sino que me limitaré a separar, apaciguar, y asegurarme de que mi amigo está bien. Y, si mi amigo tenía razón y ha empezado el otro, negociaré nuestra versión con el otro grupo.

Pero claaaaro, claro... ¿y qué pasa cuando alguien pertenece a un grupo y quiere irse, como es el caso de Cataluña con España? Pues estaría genial, de no ser porque ha habido dinero de por medio. ¿Que Cataluña ha dado mucho dinero a España? Eso es correcto, y también España ha dado mucho dinero a Cataluña para que Cataluña pudiera dar dinero a España, y esto lo hicieron porque ya de primeras vieron que Cataluña daba dinero a España. Antes he hablado de Beyblade, y ahora al que le da vueltas la cabeza es a mí. Entonces, ¿qué hacemos? ¿A quién creemos? ¡¿Qué más da?!

Los indepes llaman fachas a los uniones, por eso de que Franco y Primo de Rivera fueron represores del catalán y uniones también, como si todos los uniones pensaran igual, y por el otro lado, cuando fui a Barcelona, me di cuenta de que la mayoría de esteladas y lazos amarillos se concentraban en el barrio rico, algo que tiene mucho sentido, porque son los ricos los que más pagan a España, y, con una posible república, pagarían menos, o, al menos, los impuestos irían directamente a la ciudad que pisan.

Vaya. ¿Quién dijo eso de que los nacionalismos solían ser de derechas? Porque me sigue cuadrando.

Al final, alguien que se quiere ir de un grupo es, o porque siente que no pertenece, o porque quiere irse, y este matiz es importante. No es como esa parte de Francia que pertenecía al País Vasco pero se sentía más de Francia, o esa parte de Ucrania que se sentía más de Rusia (que este asunto tiene tela, también). Cataluña simplemente quiere separarse de España, igual que un cantante (bueno, el guitarra principal, en este caso) se quiere ir porque siente que el grupo se le queda pequeño. Los nacionalismos llevados a este punto, tanto de este lado como del lado que vuela y grazna, solo obedecen a intereses personales de los tíos que tienen poder, que son o prepotentes o idiotas, y que los peones repiten como si ello fuera a beneficiarles a ellos.

Un momento...

Hagamos un resumen de todo.

Entonces, ¿hemos visto cómo unas personas arman jaleos porque otras personas han sido condenadas 12 años teóricos por un intento más o menos inocente de golpe de Estado, sentencia bastante justa, después de que los condenados admitieran que han engañado a esas personas que ahora arman jaleos? ¿Las mismas personas que alaban a un líder que huyó del país sabiendo cuándo y cómo huir y dejando a sus compis en la estacada, y sin responsabilizarse de sus actos, porque, tal y como han admitido todos, eran perfectamente conscientes de lo que hacían?

La verdad es que no me sorprende, tampoco. Estamos viendo cómo el presidente de Cataluña no ha condenado los actos violentos realizados por el movimiento que a él le gusta, y realiza una marcha con muchas personas que, en palabras de ellos,

"hacemos esta marcha porque la sentencia no nos gusta".

¿Qué podemos pensar entonces? ¿Que es un movimiento nacido del interés personal, y que esos tíos que arman jaleos son una versión agilipollada del fan al que no le gustó el Thor gordo, o que Luke Skywalker fuera gruñón? Pues por supuesto que no, porque hoy hace nublado y en Sri Lanka ahora mismo hace 26 graditos bien ricos. Y punto.

Sintamos con el corazón, pero pensemos con la cabeza. Cualquiera puede sentirse catalán en lugar de español, y está bien. Yo he nacido en Madrid y me siento valenciano porque mi familia es de allí, y lo vivo mucho, pero no querría independizarme, porque fuera se nos zamparían como tiburones. España tiene la cultura celta de los gallegos, la vasca, la murciana y la catalana, tiene 4 lenguas y una maldita barbaridad de dialectos ricos (entre ellos, el murciano), y a todos, a todos, nos une una lengua común, que es común, no necesariamente la más importante para todos. Entiendo que hubieran trifulcas en 2017 por el asunto catalán, pero hoy por hoy, pensé que todos habríamos aprendido algo de 'Endgame': que la unión hace la fuerza, y que Cataluña es tan guay porque tiene todo un país detrás que le permite ser guay, que si le vénen de gust unes olivetes, Andalucía se las provee, que si quieren vieiras, Galicia se las da con toda la buena intención, y que si quieren echarse a morir a algún secarral de mala muerte, Murcia se presta a ello encantada.

¿Qué país tiene tantas lenguas y tanta riqueza cultural? Somos la hostia. Seamos, de paso, como los Vengadores, aunque cada uno quiera salir en sus pelis individuales y no vea las del resto. Es como yo pienso, pero si de verdad quieren independizarse, que lo hagan bien, sentándose a hablar y respetándose las dos partes. Al menos, dejemos de dar el espectáculo en Europa, que no tenemos Gobierno estable desde hace año y medio y los turistas están yéndose espantados de Barcelona.

Un momento... ¡AHORA TODO CUADRA! ¡Esto nunca fue por la independencia!

¡Un besi de fresi!