¿Debemos proteger a las víctimas?


No tenía planeado hablar sobre esto hoy, pero estoy muy cansado de la filosofía que nosotros como masa, como sociedad, hemos adquirido y estamos acentuando. Esta campaña contra los acosadores de colegio y los asesinos de sus propias parejas me recuerda a la que Reagan hizo contra la marihuana y otras drogas. ¿Conoces esa campaña? Reagan perdonaba el tabaco y el alcohol, pero hizo una caza de brujas exagerada contra el resto de drogas, algo muy contradictorio con las prácticas que luego hacía a escondidas, porque hoy en día se sabe que Reagan fue el camello de cocaína más grande de Estados Unidos y que hizo bien rico a Pablo Escobar.

Pero por favor, deja que empiece por el principio. Quiero hablar sobre cómo la sociedad actual intenta erradicar el acoso escolar y la violencia de género: las medidas que toma, la concienciación (joder, menuda palabra jajaja) que se da a los ciudadanos... todo eso. Y para hablar sobre lo disfuncional e hipócrita que es, antes tengo que hablar sobre los fundamentos del acoso. Yo no engaño a nadie, no tengo casi ni puta idea, y solo he estudiado tres años de psicología, pero no creo que necesite ningún doctorado para mostrarte por qué todo esto me chirría.

Esto es una opinión personal. No hablo en nombre de nadie salvo de mí mismo, y cualquiera que se sienta ofendido o atacado por mis palabras es que o no ha entendido de qué va la vaina, o se cree en potestad del bien. Bueno, si por lo que sea te crees en potestad del bien, sí te dejo atacarme.

Sobre el acoso y la violencia de género.

Busca "maltrato" en google: siempre hay un hombre y una mujer.

Primero de todo, para todos los que se quejan de que la violencia de género ahora se llama "violencia machista", no deberíais. Las feministas, en aquellos tiempos en las que no se las hacía mucho caso, fueron calando en la sociedad poco a poco mediante estrategias sutiles, como es atribuir el término "de género" a todo lo que fuera feminista. La violencia de género es y ha sido siempre la de un hombre contra una mujer, por lo que es perfectamente normal que, ahora que una feminista gana puntos si es radical, se quiten la careta y muestren la verdadera naturaleza de su bilis.

Y digo esto porque, cuando un hombre mata a su pareja, tiene unas bases educativas plenamente machistas, pero la violencia no es machista. ¿Por qué? Después de ver violencia conyugal entre gays, a mi juicio queda probado que no es porque antes se desvalorizara a la mujer, sino porque se otorgaba demasiado poder al hombre. La antigua educación tendía a decir a los chicos, de forma subliminal, que tenían poder, ya sabes, este machorro dominante que hoy en día consideramos tóxico. Todos recibieron esa educación, pero solo unos pocos mataron y forzaron a sus parejas, lo que me indica que el problema no es la educación en sí, que era nociva, sino cómo esa educación nociva afectaba a personas con determinadas... características.

Muchas veces, el acoso empieza en la familia.

Es algo que vemos también en el acoso escolar, ahora conocido como buling, porque parece que cuando algo ignorado ahora se toma en serio de golpe se tiene que decir en inglés, como los que dicen que son gueimers o raners. Por favor, parad, es ridículo.

¿Cómo funciona el acoso escolar? ¿Hay unos valores que hagan sentir inferiores a un colectivo? No. Lo que pasa es que, aunque haya gente que no se lo quiera creer, el ser humano sigue siendo un animal, y tiene puntos crueles. Allá donde un niño se imponga y destaque, y no resulte castigado, es decir, allá donde tenga poder, ese poder podría corromper al niño, igual que corrompe a los maltratadores. No es que el sistema estuviera mal, sino que se ignoraban o no se castigaban las acciones que un niño podía someter sobre otro. La educación puede inculcar valores muy sanos, pero el niño acosador podría desoírlos al probar la miel de la imposición no castigada.

Busca "acoso escolar" en google: siempre hay niños señalando. Qué visión más inocente.

Así que podríamos decir que maltratadores y acosadores parten de esa misma base: no es que las mujeres o las víctimas de acoso fueran ninguneadas, sino que no se castigaban (o se premiaban) las acciones de los que sometían.

Pero voy a acabar con un pequeño apunte: en toda relación de sumisión tiene que haber por cojones dos partes. El sometedor... y el sometido.

La victimización es un castigo.


¿Sabes por qué casi todos los niños que son famosos desde pequeños luego acaban hasta el culo de drogas, o suicidándose? Porque no conocen el fracaso, no lo han experimentado bien. Estar en lo alto de la montaña siempre, ganar siempre, hace que no quieras cambiar, porque te va bien así. Y si no se cambia cuando somos pequeños, nos volvemos unos adultos con mente de crío.

Todo lo contrario les pasa a los que han sido acosados toda la vida... bueno, no, mentira, porque también acaban hasta el culo de drogas. O suicidándose. Justamente por lo mismo, porque no han conocido el éxito, no se les ha permitido cambiar para mejorar, porque con el acoso continuado, cualquier intento de cambiar vale cero coma cero, así que... ¿por qué cambiar? Y luego pasa lo que pasa.


Estos dos modelos son un infierno. He podido conocer casos de chicos cuyas vidas eran tan horribles que, de haber sido su psicólogo, me hubiera costado mucho decirle que vale la pena continuar, antes de que se suicidaran... porque se suicidaron. Y estoy muy de acuerdo con que la sociedad quiera impedir esto a toda costa, pero claro... estos casos son muy raros. Lo normal, en los temas de acoso, es que haya cosas también malas, pero más flojas. ¿Y qué pasa cuando la sociedad quiere impedirlas todas? Pasa que se justifican los medios para lograr un fin, y esos medios, aunque tengan toda la buena intención del mundo, son la caza de brujas o el respaldo incondicional a la víctima.

Voy a dejarlo claro desde ya mismo, que alguien sufra no le da la razón. He vivido en mis carnes cómo un chico no tenía amigos en el colegio, era un poco repudiado y de vez en cuando le decían algún mote despectivo. Una vez me referí a ese chico por el mote despectivo cuando no estaba delante y una chica le defendió. Bueno. Al mes siguiente, ella me dijo que estaba harta de defenderle, porque ese chico resultó ser un agrio y un desagradecido con ella.


¿Que esa agriedad y desagradecimiento vienen de una educación social disfuncional por parte de los padres, y de la falta de herramientas que unos posibles amigos le hubieran dado? Estoy seguro. Pero eso no quita que el chaval fuera un agrio y no diesen ganas de darle ninguna herramienta. Principalmente, porque no te hacía caso aunque se la dieras.

Entonces tenemos el caso del acosador, que se crece al ver que el poder que tiene es más grande que su miserable pito o más bonito que sus tetas feas, que se podría reducir simplemente haciendo que padres y profesores estuviesen atentos a posibles señales. ¿Pero cómo reducimos los casos de víctimas de acoso? ¿Abrazándoles, y diciéndoles que todo está bien, que todo va a salir bien? Eso es condescendiente, y es mentira. Yo sufrí acoso nueve años y te puedo garantizar que desde el principio no hice bien las cosas. En primero de la ESO, un gordo fichó como posible víctima a un amigo mío, le dio una colleja, y el amigo le dijo que qué coño hacía con su vida. Nunca le volvió a tocar. A mí me la dio después, y no dije nada. Ahí me sentencié. ¿Te puedes imaginar lo que me enfada que después de decir esto, venga alguien que no estuvo allí, que no tiene ni puta idea, a decir que yo no tuve culpa de nada? ¿A mí de qué me sirve la pena y la condescendencia de nadie si fue cuando analicé lo que hacía mal y lo cambié cuando, de golpe, se acabó el acoso? Si no le decimos a un niño lo que hace mal, aunque sea víctima, crecerá como un adulto con mente de crío, igual que los dos extremos que dije hace un momento.

Las víctimas no están en nuestras manos, ni dependen de nosotros para que les salvemos.

En toda relación tóxica (en este caso, violenta), hay un microgónadas que se siente bien sometiendo al resto, pero también hay una persona que recibe esa sumisión y no se deshace de ella correctamente. No dibuja una línea en la que diga "más allá no". Y, aunque he ido con mucho tacto hasta ahora, el tema que estoy tratando también vale para las víctimas de maltrato. Comprenderás que es un tema serio y que si digo que las personas maltratadas deben aprender a localizar y no permitir ciertos comportamientos, es porque las respeto, no porque las considere "pobres" o "desprotegidas" como para sentirme bien y caritativo dándoles mi apoyo incondicional. Créeme, es más importante blindar a la víctima que ir a por el acosador, pero a una víctima se la blinda con herramientas, no con abrazos ni con la razón que le podamos dar, que no les va a valer para nada.

¿Por qué las medidas de hoy son tan salvajemente hipócritas?

Las intenciones no justifican los medios.

En el caso del acoso escolar está claro: son hipócritas porque, mientras tratan a las víctimas de forma condescendiente, diciéndoles que ellos tienen razón y por lo tanto impidiéndoles cambiar y madurar, premian otros comportamientos nocivos que sí están dentro de la ley. Estos comportamientos pueden ser el de provocar (siempre que no se chille ni se digan palabrotas), o, mi favorito, la cultura de la siempre felicidad que tanto se promociona en Instagram. ¿Cómo va a desahogarse la víctima de abusos si le han enseñado que los que triunfan son los que están felices?

Sin embargo, en el caso de la violencia de género, la hipocresía es menos clara, pero más grande. Después de comentar contigo de dónde creo que viene la violencia, entenderás por qué llamarla "violencia machista" me parece ridículo. Bien. ¿Y qué pasa cuando una mujer maltrata al hombre? Si eres chico, prueba a llamar al 016, decir que eres hombre, y que recibes maltrato por parte de tu pareja mujer. Si te atienden, les dices que era solo una prueba y que vienes de mi parte, pero es que sé que no te van a atender, porque el 016 no cubre esos casos. Entonces, si eres hombre y recibes maltrato de una mujer... ¿a quién acudes?
"Pero Carli, es que esos casos son muy raros".
¿Lo son? Uno de mis mejores amigos vivía en Madrid con su novia, gaditanos los dos, y cortaron. Mi amigo, que con su sueldo mantenía a los dos, decidió quedarse dos meses con ella para darle tiempo a encontrar trabajo, y que así ella pudiera seguir estudiando aquí y mantener el piso, porque el que se ofreció a buscar e irse a otro piso fue él. Un buen tío, ¿verdad? Lo es. Al mes y poco de esos dos meses, se tuvo que ir de esa casa porque estaba acojonado de sus amenazas. Imagínate vivir en un zulo, en la misma cama que tu ex, y que mientras estás tumbado ella susurre que te va a matar un día de estos. ¿Le pegó? Ella no le puso un solo dedo encima. ¿Y qué? ¿Y el maltrato psicológico que tanto se puso de moda hace diez años? ¿Por qué no dicen en la televisión que, mientras a los hombres les dieron más poder bruto, las mujeres se buscaron las castañas con otras herramientas psicológicas, y que lo utilizan más que los hombres? Bueno, más no lo sé. No he contado a toda la humanidad, pero conozco más casos, y son más difícilmente identificables, porque lo hacen de aquí a Lima mejor que los hombres.

¿Imagen conveniente?

Me sé de chicas que he conocido en persona que leerían esto y me dirían que soy de esos machitos que lloran porque se sienten amenazados. Amenazados mis huevos de ser lamidos. Lo que me pasa es que estoy harto de tanta hipocresía, de que la gente se escuche solo las versiones oficiales simples, que en el acoso escolar van de buenistas y se dejan a la mitad de los acosados sin contemplar, y en el maltrato ven a las víctimas como santas que tienen la razón y los hombres, todos, deben cambiar.

En sus campañas hay un bien y un mal claramente diferenciado, para nada a favor de intereses ideológicos. ¡Joder, si los únicos que han tratado correctamente el acoso escolar fueron los de South Park en su capítulo 'Butterpelotas'! Por eso dije antes que me recuerdan a Reagan contra las drogas, porque mientras las atacaba, luego era el que se encargaba de que la cocaína llegase a Florida. Obviamente, la llegada de esa cocaína a Reagan le venía muy bien para sus campañas. Igual que a los buenistas que, en lugar de quedarse con el paisaje tridimensional, se quedan solo con la foto. Probablemente porque no han pisado ese paisaje en su vida.

¡Gracias por llegar hasta el final, lector! Un besi de fresi y bendisiones bien culieras.

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