Breaking Bad, sobre la masculinidad tóxica.
¡Bienvenido! Por favor, respira profundamente y tómate 10 minutos para ti, lejos del resto del mundo. Disfruta conmigo de estos colorinchis tan bonitos, y deja que te hable sobre cómo trata la masculinidad tóxica una de las mejores series de la historia, obviamente con muchos espóilers. Dime. ¿Cuando digo "gente tóxica", qué es lo que se te viene a la mente? ¡Gente tóxica! ¡CAOS, VIOLENCIA!
¡Alejaos de mí, vampiros...! Jajaja, es broma. Es muy fácil pensar que la gente tóxica son monstruos del inframundo, pero la verdad es que la toxicidad vive dentro de todos nosotros en distintas cantidades y formas. Por ejemplo, las víctimas por violencia de género, al contrario de lo que dije en antiguas entradas de opinión, están subiendo alarmantemente, y los asesinos parecen sudar del movimiento feminista que ha explotado en los últimos años. También sigue habiendo gente celosa. El movimiento feminista no ha llegado a ellos porque, probablemente, los celos, el desprecio y el asesinato no se traten de machismo, sino de la forma más exagerada de toxicidad.
Pero este veneno tiene dos caras. ¡Si me preguntas cuál es la canción más tóxica que he escuchado en mi vida, quizá te sorprendas! Lee detenidamente esta letra, lo fuerte empieza pasado el primer minuto, pero todo lo de antes también es importante.
En esta canción, con música conmovedora y una voz tan bonita, Lauren Daigle habla sobre Dios, y cómo todo lo que ella tiene y piensa se lo debe a Él. No importa cómo se sienta, porque lo que le dice un personaje inventado (¿quién es nadie para definir la personalidad de Dios?), es en lo que ella cree ciegamente, y toda su existencia se la debe a esta entidad desconocida. Cuando se tiene baja autoestima pueden ocurrir dos cosas, que dependamos de algo o alguien, o que nos impongamos a otros para sentirnos poderosos, las dos opciones igual de malas. Las dos caras de la moneda estallan en forma de malas relaciones, celos, infidelidades, y en el peor caso, asesinatos.
La baja autoestima es todo lo opuesto a la humildad, aunque algunos te intenten hacer creer que van de la mano. Esta humildad no consiste en decir que "no eres para tanto" cuando sabes que vales bastante, sino en dar el mismo valor a lo que tienen los demás respecto a lo que tienes tú, o dicho de otra manera, respetar al resto por lo que es, reconocer sus méritos, y no encerrarte tanto en tu mundo. Y todo esto... ¿qué tiene que ver con la masculinidad tóxica?
Te presento a Hank Schrader.
A Hank, desde el primer capítulo de la serie, se le presenta como el antagonista de Walter, que es nuestro protagonista. Allá donde Walter es tímido y un poco patético, Hank es carismático, le gusta rodearse de gente que le ría las gracias, y no tiene ningún pudor en hacer chascarrillos a costa de alguien, la mayoría de veces del propio Walter. Incluso tiene la imagen de hombre-fútbol y mujer-cocina que hace años que ha pasado de moda, mirada a las faldas incluida. Es todo un macho alfa. Para colmo, Walter ha encontrado un futuro en el mundo de la droga, todo con tal de reunir unos ahorros para no dejar a su familia arruinada cuando muera entre tos y sangre... y Hank es jefe de brigada de la DEA, que es la poli antidrogas.
Un profe contra un poli. Cuñados. Quiero decir... joder, el drama se escribe sólo.
A lo largo de la serie, Hank está varias veces a punto de pillar a Walter con las manos en la masa, ¡y nosotros no queremos eso!, porque aunque haga droga, sabemos que Walter es inofensivo, que lo hace por su familia, y joder, nos cae bien. Hank, efectivamente, fracasa en todos sus intentos cuando está a puntísimo de conseguirlo, porque en realidad va un paso por detrás, va a donde las cosas ya han sucedido, y es tan macho que le parece imposible que alguien tan fragil y beta como Walter pueda ser un gángster.
Pero oye, Walter es frágil e inseguro, pero al menos tiene cerebro, ¿no? Tiene algo mucho más grande que un cerebro, y es baja autoestima. Según la serie va avanzando, Walter se da cuenta de que es un puto genio y es mucho más decidido y alfa de lo que pensaba, más hombre, y necesita demostrar a todo el mundo que Hank no es el hombre de la casa, ¡es él! ¿Hank hace un chascarrillo a su costa? Por parte de Walter recibe silencio, y una mirada amenazante. ¿Hank cree que ha capturado al capo de la droga? El propio Walter le dice que mire mejor. Walter, en el fondo, quiere ser descubierto, sólo para demostrar al mundo que es mejor que todos, y por eso se vuelve más descuidado.
Destripando a Hank.
Como es un poli, Hank se encuentra con más o menos la misma cantidad de escenas de peligro que Walter. Tiroteo por aquí, tiroteo por allá, y empieza a experimentar ataques de pánico. Va a la frontera, ¡un lugar duro para hombres de verdad!, y si estaba cagado sólo con poner el pie allí, la muerte de varios compañeros hace que renuncie en su primer día. Toda esa virilidad y decisión se están agrietando, y según Hank mira más profundo, se da cuenta de que, quizá, no es el macho alfa que todos pensaban. Siente miedo, y la ansiedad que sufre, que antes desfogaba con comportamientos violentos, ahora se le está comiendo vivo. Para colmo, dos sicarios le atacan por sorpresa en un párking, y le dejan medio muerto. Logra sobrevivir, pero no puede ni caminar. Está tirado en la cama, y si quiere cagar, tiene que llamar a su esposa para que le limpie el trasero.
Mientras Walter prospera y se vuelve engreído y descuidado, Hank recibe una cura de humildad, hasta el punto de sentirse un despojo. ¿Toda esa educación y valores viriles? No le ha servido de media mierda.
Pero desde la tranquilidad que tiene, ahora que sabe que no es el hombre que le enseñaron a ser, empieza a hacer progresos. Comienza a fijarse en detalles sutiles que antes no quería molestarse en prestar atención, pum, pum, paso a paso empieza a acorralar a Walter, y al final, le descubre. No sólo le descubre, sino que averigua cómo pillarle, y le sale bien. A estas alturas ya sabe que no es un despojo, todo lo contrario, es bastante listo y buen policía, sólo tenía que usar sus talentos correctamente. Logra que Walter llegue a su punto más bajo, y al contrario que Hank, que prospera a partir de su crisis, Walter provoca la ruina de su familia.
Los dos eran el mismo personaje, la diferencia es que dentro de uno ganó el hombre, y dentro del otro, ganó la
Masculinidad tóxica.
La baja autoestima es el origen de nuestras inseguridades, y no podemos querer bien a alguien si no nos queremos bien a nosotros mismos. A partir de ahí, la educación juega un papel fundamental, y hará que rellenemos esas inseguridades con un comportamiento u otro. En el caso de la masculinidad tóxica, se tratan de unos valores que nos dicen cómo se deben comportar los hombres de verdad, y crecer en un lugar en el que se premien los comportamientos violentos la verdad es que hace mucho. No se trata de que la persona sea machista o malvada, sino de que tiene tanto miedo de que los demás vean sus grietas que las esconde detrás de esta máscara de tipo durísimo. Incluso si molesta al prójimo.
Walter también recibió la misma educación que Hank, sólo que no pudo ejercerla. Cuando Walter empieza a ganar e intimidar, es cuando despierta todas las ganas de revancha de aquellos días en los que era el patoso. Pero es que Walter siempre fue patoso, fuera machote o no, y Hank siempre fue inocente, hasta que se dio cuenta que debía cambiarlo.
Ser alfa sólo hizo que fracasaran. Es un poco obvio, pero los hombres de verdad son los que son humanos, y más allá de nuestras diferencias biológicas, mujeres y hombres demostramos más cuando escuchamos más, hacemos más, y pretendemos menos. ¡Un besi de fresi!
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