Politizando el coronavirus.
El problema principal de este Gobierno ha sido ese, haber empezado la
cuarentena una semana tarde, y también su manera de comunicar su manejo de la
crisis a la población, porque quitando de Fernando Simón, las comparecencias
del resto de líderes se pueden contar con los dedos.
Bien, dicho esto, aterricemos en la realidad. Yo de hechos sé muy poco, no es
que me me guste informarme. No me considero una persona puesta en actualidad,
pero creo que tengo bastante sentido común, algo que, visto lo visto, les falta a muchos. Por lo que yo sé, la gestión del Gobierno una vez se puso manos a la obra
ha sido competente, no genial, pero competente. Y hablo del Gobierno central,
de izquierdas, de la alcaldía de Madrid, de derechas, y en general un poco de
todas, haciendo media. También sé que España ha dado más casos positivos que
Francia, entre otras cosas, porque en España hemos catalogado los casos
positivos con mayor rigor. Y entre todo el caos, seguro que has escuchado
alguna vez la frase
"Sánchez, sepulturero".
Hoy vengo a hablaros sobre esto. Como ya empecé diciendo, es un asunto serio,
y no voy a señalar con el dedo a nadie en concreto, no voy a dármelas de
alguien que es ejemplar, no lo soy, pero voy a hablar sobre unos
comportamientos que no están bien con la esperanza de que todos recapacitemos
un poco y calmemos los ánimos. Porque Sánchez, lo hiciera mal o bien, no ha
sido un sepulturero, y Pablo Iglesias, por más que me parezca un capullo desde
siempre, ni es el Joker ni es ningún asesino de ancianos.
Es revelador que Pablo Iglesias se identifique con el Joker.
— Arturo Villa (@ArturoVilla_) May 11, 2020
Y comprensible, teniendo en cuenta lo que ha pasado en las residencias de ancianos que estaban a su cargo. pic.twitter.com/xbdUiVj63b
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Lo que diferencia un buen político de uno malo, es que el buen político quiere
lo mejor para el país, y el malo lo quiere para sí mismo. Almeida, el alcalde
conservador de Madrid, aunque sea carne de meme y no me guste como persona, lo
primero que hizo cuando se declaró el estado de alarma fue hacer las paces con
la oposición progresista y trabajar juntos como uno sólo. Mientras tanto, en
las cúpulas más elevadas, en lo que Sánchez se excusa, Casado y Abascal están
organizando un espectáculo lamentable. Hoy toca criticar a la derecha y su
comportamiento errático y rebelde durante esta pandemia, en el que los días
pares llama sepulturero a Sánchez y los impares salen a la calle sin respetar
las medidas de seguridad.
¿A qué juega la derecha con el coronavirus?
Miércoles 13 de mayo, barrio de Salamanca, en Madrid. Un grupo de personas hace una manifestación equipados con mascarillas y banderas de
España. ¿Su demanda? Que se acabe el confinamiento.
Grotesca panda de gilipollas.
Montan la manifestación cuando estamos en pleno estado de alarma, saltándose
el confinamiento para marchar en grupo sin respetar las medidas de seguridad.
Se quejan de estar mucho tiempo en casa, ellos, que son de los que menos
necesitan volver a trabajar de todo Madrid, y al saltarse las distancias de
seguridad están propagando más el virus y potenciando que nos quedemos más
tiempo en casa. Son ricos, y los ricos son así de subnormales, se creen con
más derechos que nadie, y da la casualidad que los ricos son de derechas, y no
porque se masturben mirando los toros y se limpien con una toalla de la
bandera de España, sino porque el capitalismo potenciado por las economías
conservadores les interesa para aumentar su capital.
La poli luciendo palmito, y ya.
Bien. ¿Alguien me explica (por favor) qué tiene que ver querer potenciar la
privatización y el sistema capitalista... con criticar cualquier medida frente
al virus, y frivolizar sobre los muertos? Porque los borregos que llaman
carniceros al Gobierno no lo son porque sí. Están imitando a gente que
consideran respetable, capaz y competente, pero que da la casualidad que son
dos personas infames que están utilizando a los muertos en su propio
beneficio, y están manipulando a quien les cree con pleno conocimiento de
causa. Hablo de Casado y Abascal.
Estos dos "respetables" criticaron a Sánchez cuando impuso el estado de alarma
porque dijeron que lo había hecho demasiado pronto. Cuando las víctimas se
empezaron a contar por miles, le criticaron por haberlo puesto demasiado
tarde. Mientras tanto, cero propuestas. ¿Quién iba a querer colaborar con
ellos a esas alturas? Tampoco es que hayan aportado demasiado. No han sido
baluartes de la seguridad, ni han aconsejado a la ciudadanía que desoiga las
medidas del Gobierno para hacer otras mejores: lo único que ha propuesto han
sido caceroladas y protestas, una caravana el 23 de mayo, si no me equivoco, y
todo esto último nos lleva al barrio de Salamanca.
La cosa es que esto va más allá de un comportamiento rebelde o crítico. ¿Sabes
esto de qué se trata? ¿Te lo cuento?
Hay más de 27.000 muertos.
Los números son difíciles de imaginar. Pongamos que el estadio del Levante,
Ciutat de València (en la foto), está completamente lleno. Imagina que de pronto estalla,
acabando con la vida de todo el público, los trabajadores y los jugadores; los escombros matan a todos los que paseaban por la calle en las
proximidades, además de algunos que estaban en su casa, cerca del estadio, y
también murieron aplastados por los escombros de la explosión. Veintisiete mil
muertos, de los cuales más de la mitad han sido mayores de 80 años y ni
siquiera han recibido hospitalización. Por lo menos, seis niños.
Creo que en los momentos de crisis es mucho más importante intentar que salga
viva la más gente posible. Entiéndeme, yo hubiera preferido que este virus
fuera mortal y todos extintos a tomar por el culo, pero ya que no es el caso,
vamos a hacerlo bien. ¿Acaso no habrá alguien competente en las filas del PP y
Vox? Lo que deberían haber hecho desde el principio es haber apartado las
diferencias y haber colaborado como una sola unidad, porque las críticas sin
soluciones en momentos de crisis lo único que consiguen es un parlamento
dividido mientras los que están a pie, los que en teoría estaban bajo su
responsabilidad, se mueren. Criticar al Gobierno va a aprovecharse de los que
están quemados con la situación para ganarse unos votos, pero hacer esto
significa aprovecharse de miles de muertos, como si los estuvieras
comerciando. Habrá quien no esté de acuerdo conmigo y piense que las cosas en
política son así, pero esas personas son a las que culpo de que la política
sea tan asquerosa, corrupta y rastrera.
Izquierdas, derechas, qué más da, porque de estar PP y Vox en el Gobierno la
situación se habría invertido y todo seguiría igual. Iglesias llama a la
derecha "el mal", ¿y qué crees que le llama la derecha a Iglesias? Al final,
lo único que veo son políticos y ciudadanos que creen que los ideales vienen
con un pack en el que te suscribes a una serie de valores establecidos. ¿De
izquierdas y taurino? ¿Gay y conservador, pero eso qué es? Estas suscripciones
nos hacen ver a los otros pensamientos políticos como oponentes, cuando, en
realidad, tan sólo significan una diferencia de prioridades a la hora de
llevar una sociedad, pero con las mismas características.
¿Sánchez sepulturero? ¿Iglesias payaso? Todos esos, comedme los huevos en
fila, que llevo dos meses de cuarentena y ya están morados. A ver si nos
dejamos de payasadas y recordemos que hay una tormenta mamadísima en el mar y
estamos todos en el mismo barco. En fin, nada más que decir. Voy a ducharme y
a recoger una medalla, al honor de no sé qué pollas, que ya ves tú lo que
vale, si los del barrio de Salamanca también la han recibido.
Esto es una falta de respeto a los miles de muertos, a los compañeros que están dejándose la vida (literalmente) en centros de salud, hospitales, residencias. Es un acto profundamente antipatriota, aunque crean que lo son por sacar a pasear la bandera. https://t.co/wC9JytaBi2
— Joserra (@jramonfernandez) May 13, 2020
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