Cómo mostrar el silencio cuando cuentes tus cosas.
"Nah, es un tío muy soso. Estuvo todo el rato callado, ya no sabía qué decir para que dijera algo. Horrible, tía".
Cuando cuentas un dato a alguien, al final lo que estás buscando es que ese
alguien sepa el dato. Le cuentas que hubo mucho silencio entre los dos, y
todos contentos. Sin embargo, fíjate que, cuando alguien cuenta una anécdota
graciosa o intrigante, por ejemplo, no le valen los simples datos; si quiere hacer sentir la incomodidad que sintió cuando estuvo con esa persona y no surgía la
conversación, tiene que interpretarlo, evocar en ti ese sentimiento para que
puedas ponerte en situación... ¡y cuando escribes, es lo mismo!
Para silencio, el de mi amarga soledad... |
El arte evoca, eso lo habrás oído mil veces, y significa que, cuando
quieres decir algo al escribir, sea novela, guión, o quieras hacer gracia
cuando cuentes tus anécdotas, nunca puedes decir lo que quieres
decir, tienes que ir por otras vías, para que tu audiencia, en lugar de
recibir el dato y decir
"Gracias, crack",
se lo tenga que currar un mínimo y eso le genere el sentimiento. Claro, con la
ira o la tristeza es fácil, basta con decir que te los cargarías a todos o que
el mundo es una mierda que no merece ser vivida, ¿pero cómo leches plasmas el
silencio sin decir que están callados? Asunto chungo. ¡Pero no temas,
compadre! Aquí llega Carli, montado en un unicornio alado, con la espada del
destino brillando al sol y envuelto en ropas blancas sedosas, para ayudarte a
ti, mortal, a que tu vida sea más muy mucho mejor, ¡y gratis! Joe, qué
especial eres, ¿no?
Éste es el taller de escritura sin espóilers de nada sobre cómo
crear unos silencios to wapos y to flamas.
Lo primero, definamos qué es el silencio.
Cuando narras, hay cosas que resumes porque no son importantes, y otras las
tienes "en escena", porque sí lo son. La escena es la serie de acciones que
ocurren en primera plana, donde todo lo que pasa está detallado, y no podemos
perder ni un detalle. Cuando dos personajes conversan, eso es una escena, pero
no tienen por qué conversar, ¿verdad?
El silencio es la falta de conversación que ocurre en una escena
mientras pasa el tiempo.
Si el protagonista está paseando solo, es fácil plasmar el silencio, porque
entre que te fijas en lo que rodea al personaje, y éste se pone a reflexionar,
pueden pasar varias páginas tranquilamente. Pero lo chungo, lo que te voy a
enseñar hoy, es cuando hay dos o más personajes que, aunque estén juntos, no
están interactuando, y el tiempo pasa, y cada segundo que el lector está
leyendo, es un segundo que pasa en la escena, y siguen sin interactuar.
Y no puedes decir que están callados. Hay que usar otras técnicas.
F si entendiste esta referencia, por otaku. |
En general, el silencio brilla por omisión. Significa que impactará más cuanto
menos hables de él, y por ello, nunca va a ser plenamente palpable, sino que
lo que palpas es más bien la ausencia de palabras. No te sientes lleno con una
escena de silencio, más bien parece que te falta algo, ésa es justo la idea.
Por supuesto, este silencio es un propósito para algo mayor que va a ocurrir
más adelante, o que está sublimando un cambio que se ha venido cociendo; es
importante. Si no, no lo pondrías en escena. Pero dime, ¿qué es aquéllo que va
a ser tan importante? ¿Lo que sucede alrededor de los personajes... o cómo se
sienten ellos?
Si lo importante ocurre fuera.
Puede ser que los personajes se hayan callado para ver algo importante que
está ocurriendo cerca de ellos, o que el prota haya pasado de seguir la
conversación porque se haya quedado ensimismado con algo de fuera, pero está
claro, la escena se va a enfocar en lo que esté pasando.
Aquí seguimos con las mismas normas de siempre, ¿vale? Da igual que estemos
plasmando el silencio. Si metes algo en tu novela, tiene que ser por algún
motivo. Si es una criatura, tiene que hablar sobre el entorno en el que se
encuentran, o sobre el personaje que la ha domesticado. Si es una escena, por
ejemplo, que un camión haya atropellado a una viejecita, debe significar algo.
A lo mejor el camionero sale más adelante, o la viejecita hereda su fortuna al
protagonista. Puede que la escena en sí no sea importante para luego, pero
signifique una metáfora de algo que va a ocurrir más adelante o esté
ocurriendo ahora mismo. Puede que sea una representación de cómo se siente
ahora el personaje. Sea lo que sea, lo que tiene que pasar debe ser relevante.
Dejando esto claro, como el protagonista está acompañado, y queremos plasmar
este silencio, no podemos olvidarnos ni del protagonista ni de su compañía. Si
narro con todo lujo de detalles cómo el camión atropella a la viejecita, la
gente se acerca al lugar y aparece poco después la ambulancia, más bien parece
que nuestro protagonista y su compi se han evaporado y el libro ha seguido a
la viejecita por unos minutos. No. Queremos plasmar que no hablan, y para ello
el lector debe ser plenamente consciente de que el prota y su compi siguen en
la escena, y piensan, y sienten, y actúan.
Siguen ahí, pero son observadores de algo que está pasando. Y
relegar el poder narrativo, en sí mismo, es bastante poderoso. Puede
significar que el protagonista está perdiendo el control de su propia
historia, o mostrar su apatía hacia el mundo. Mil cosas.
A Ghost Story muestra un tratamiento excelente del silencio. |
¿Cómo controlar cuál de esas mil cosas quieres que tu audiencia capte? ¡Muy
simple! Incluso cuando está observando algo que será importante en el futuro,
recomiendo que lo que pasa siempre tenga algo que ver con lo que está
pensando. Puede que el compi del prota sea su pareja y esté cortando con él, y
en el momento en el que el prota se vuelve a guardar el anillo de compromiso
en el bolsillo, la viejecita muera. De hecho, recomiendo meter todas las capas
que puedas de las que he ido recomendando, porque es lo que da a la audiencia
sensación de que todo está conectado, y por lo tanto, es relevante.
Pero probablemente, lo importante ocurra dentro.
Normalmente, si ha ocurrido un silencio entre dos personas, es porque pasa
algo entre ellas. Bien porque acaban de cortar, porque están enfadados el uno
con el otro, porque al prota ya no le llenan las tonterías que dice, algo pasa
para que ese silencio está ocurriendo. Muchas veces, el silencio significa o
que el prota necesita algo más en su vida (cambiar) o que ya ha cambiado y lo
que tenía antes no le llena. Pero pueden ser muchas más cosas.
A la hora de plantear la escena, tanto si la escribes como si vas a contar una
anécdota, tienes que hacerte una serie de preguntas. ¿Cómo se siente el
protagonista? ¿Qué le transmite la otra persona y la situación? Puede que con
la otra persona esté bien, pero simplemente el prota se sienta hecho mierda
por otro motivo. Como estamos narrando una escena y por lo tanto es
importante, habría que pensar qué vamos a conseguir con este silencio, qué
significa. Puede que la otra persona lo malinterprete, que la conversación de
antes haya tocado un trauma para el prota y se haya quedado sin palabras...
pero, sea lo que sea que pase, tiene que ser importante. O tiene que
representar un rasgo de personalidad de uno de los dos, o plantear algo cara
al futuro, o como he dicho antes, plantear un cambio.
Para llevar a cabo una escena así, nos centraremos sobre todo en las
sensaciones de nuestro protagonista, y si el narrador es omnipoderoso y lo
sabe todo, también en las sensaciones del compi.
No podemos mencionar que están callados, y tampoco está ocurriendo algo increíble
afuera, por eso nos tenemos que centrar en los sentimientos. Y siempre es bueno
fijarse en algo de fuera, como una acción que esté haciendo cualquiera de los
personajes, como cortar leña, o una arañita que se esté dejando caer desde el
techo. El hecho de que nos fijemos en algo tan pequeño y poco relevante
acentúa la sensación de incomodidad y aburrimiento, si queremos transmitirla,
mientras que otras cosas como pensar en hechos pasados o futuros que no han
ocurrido acentuarían la tristeza y la ira.
Es clave, para que la escena funcione, que cada segundo en el que el lector
está leyendo sea un segundo que pasa en la historia. Puedes colocar marcadores
de tiempo, como una gota que cae del techo cada varios segundos, o la cuenta atrás del microondas... algo que haga que el tiempo pase más lento mientras lo
cuentas. Tiene que parecer pesado, porque eso hará que el lector necesite ya
algo de acción, y hará que le queme ese silencio. No hablo de que le frustres,
¿vale?, sin pasarse.
Una pequeña escalada sexual también cuenta como silencio. |
Al final, manejar los silencios es un arte, y tienes que ir haciendo
equilibrios con tu narración... pero también es una matemática, porque para
meter ese silencio, en primer lugar, debes saber cuál es su propósito en el
conjunto, y es conveniente que se planifiquen, al menos al principio. Al
final, cuando cojas experiencia, sabrás cuándo y dónde te conviene más un
silencio, incluso si no lo has planeado, para dar cierto efecto a lo que estás
contando. Muchas veces ni siquiera tiene por qué ser algo malo, sino que el protagonista está ocupado con sus cosas.
¡Y no te olvides de que todo lo que he dicho sólo son directrices! Si crees
que te conviene ir contra las normas que he dicho, dale. También puedes hacer
la de combinar las sensaciones del protagonista con un evento que esté
ocurriendo fuera, porque, si tienen que ver las dos cosas, lograrás algo muy
potente haciendo balances entre las dos. Hasta aquí el taller de hoy, un
besito, ¡no!, un besi de fresi, y hasta el próximo día.
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