Película: Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos.

La esperada Fase 4 de Marvel no está siendo demasiado buena. Después de un arranque brutal con Bruja Escarlata y Visión, los siguientes títulos, o me han decepcionado, o me han dado la sensación de que podrían haber dado mucho más de sí, como Loki. Sin embargo, la audiencia marvelita es conservadora, se queda con lo superficial y se enfada si no hay bum-bum en el clímax. Es difícil innovar con un público que se exige a sí mismo tan poco. El resultado es mucho contenido, muy igual (salvo el último de Loki, éso se lo voy a conceder), una sobreexplotación de héroes exagerada, y una lista interminable de organizaciones secretas en la sombra y lugares mágicos en la Tierra.

Resumen: cansa. ¿Y dónde encaja Shang-Chi en ésto? Bueno, desde el principio sentí bastante interés por ella, me apetecía ver cómo la franquicia se metía en los terrenos de Bruce Lee y Jackie Chan, y éso esperaba ver, un argumento poco profundo, mucha acción de muy buena calidad, y poco más. Algo como Tom Yum Goong, vacía pero divertida y espectacular. Pero no. Me encontré a Kung Fu Panda.

Ésto no es algo malo. Precisamente, las dos primeras cintas, que son las que he visto, hablan sobre el valor que hay dentro de nosotros mismos una vez nos conocemos, y que los golpes más poderosos no son los que se dan con el puño, sino los que utilizan la fuerza del contrario en su contra. Entre las de Bruce Lee y las de Po hay varias diferencias fundamentales de enfoque, como su forma de coreografiar la acción, menos clara pero más estética. Tanto en Shang-Chi como en Kung Fu Panda se da mucha importancia al corazón y el crecimiento de los personajes, hay mucho más color y emplean el concepto de "lucha como danza", lo que en mi opinión me parece lo mejor de ambos títulos.

No hay más que ver los primerísimos primeros planos que hay cuando los personajes combaten fluyendo con la naturaleza, cómo reaccionan a la danza del otro, cómo la contestan. Sí, es una cinta de acción, pero los movimientos más poderosos del protagonista serán los que más se parezcan a un baile. Y la música, a parte de recordar mucho a Kung Fu Panda, hace un buen trabajo a la hora de inspirar en la audiencia esas ganas de tranquilidad, de reflexión, de fluir. Muy china, sí, estereotípicamente china, pero muy chill, sin chillidos ni chismes, menos chili picante vengador y más guacamole asiático.

Así que, después de la (casi) reverenda basura que fue Falcon y el Soldado de Invierno y la mehidad de Viuda Negra, ¿por fin llegan cinco estrellas michelín? Bueno, desde luego sorprende, porque dentro de su absurdez extrema logra enfocar correctamente a los personajes, y te importan. Personalmente, me saturé de elementos fantásticos, que no me llegaron a irritar porque la atmósfera siempre es bastante sobria, pero está claro que podría haberme impactado más y la acción podría haber sido mejor.

Sin embargo, creo que es una peli necesaria en Marvel, por la cultura que la rodea, porque exhibe con orgullo a su primer héroe chino, y sobre todo por su filosofía. Verás, estoy muy harto de fanfarrias épicas y destructivas en las que el bueno debe salvar la galaxia otra puta vez, prefiero algo más personal y a menor escala, y también estoy cansado de que la respuesta a todos los males sea "más poder". Sí, es el conflicto padre-hijo de todas las pelis de Marvel, pero valoro que se me entregara de un modo diferente esta vez, hacía falta, y aporta un discurso novedoso y necesario (aunque poco claro) hacia la juventud de estos tiempos. Éso sí se lo voy a conceder.

Ah, y la pelea del bus, no, no es la mejor pelea del UCM, de hecho es bastante mierder. ¡Hale, a mamarla! Un besi de fresi.