¡Reseñas flash! #4


Hace poco más de un año comenzó mi parón creativo. La preocupación por ganar dinero, y meterme en diferentes proyectos, me ha tenido la cabeza muy ocupada, pero si de verdad quiero dedicarme a ésto, voy a tener que aplicarme. Por éso, igual que ayer publiqué las cagaícas que llevaba un año atrasando, voy a terminar el año barriendo todo lo que tengo acumulado, un total de 31 reseñas rápidas divididas en tres ¡reseñas flash! seguidas.

Los 11 títulos que traigo hoy son bastante variados, y van desde la trascendentalidad de Invencible y 30 monedas a la acción extraña de Guns Akimbo o Tenet, y desde la sensibilidad de Sound of Metal y Cyrano de Bergerac al terror americano con Un lugar tranquilo, Hereditary y Midsommar. Por último, cerramos con dos videojuegos simpáticos para cualquier edad, con Bee Simulator de PC y Super Mario Party, de Switch.

¿Preparado para una batería de reseñas cortas? ¡Vamooossss! ¡RATATATATAPFTAFTKSZSZSXZSZS! Mierda, amor, no sé qué le ha pasado a mi pistola, juro que es la primera vez, no, no pienso en otras personas...

30 monedas, temporada 1.


No vivimos en un país de mierda, pero la cultura se financia a trompicones, y así nos va en general. Los directores de cine en España no es que estén ni bien cubiertos, ni bien inspirados con tan poca financiación, así que da gusto cuando un director creativo como Alex de la Iglesia es contratado por una productora potente.

Desde cómo lo veo, el primer capítulo podría haberse alargado un poco más y se podría haber vendido como una de las mejores películas de terror españolas. Pero el hecho de que cada capítulo sea episódico no creo que le siente bien al conjunto, porque es como avanzar en un videojuego en el que en cada nivel hay un jefe que derrotar. Además, el tema de los monstruos, que es lo que me enganchó al principio, me acabó desconcertando, y no va a ninguna parte, sobre todo en el momento Bayonetta del último capítulo.

El guión a veces está un poco regular, pero me chupa medio huevo; más que unos planos de la hostia, esta historia se construye con atmósfera, y éso Alex lo clava. Sientes que el pueblo está vacío, pero vivo, te crees su mitología y todas las tomas huelen al perfume de la producción cara. No me turboflipó, pero veré cómo continúa interesado. Hale, siguiente.

Invencible, temporada 1.


Tenía ganas de hablar de ésta... Causó bastante revuelo en su momento, por ser una adaptación de cómic bastante madura y adulta, y da una vuelta de tuerca a cómo sería una Liga de la Justicia más realista, como The Boys. El problema que yo veo aquí es que, sí, es una historia adulta, pero al contrario que The Boys, no es madura. Un homenaje vacío a las historietas antiguas de cómic. Sabemos que hay marcianos y son hostiles, ¿por qué enviamos una expedición tan irresponsable? ¿El malvado general verde del principio no debería estar muerto de viejo? ¿Por qué ataca la Tierra, cuáles son las causas y las implicaciones? ¿Y la destrucción, y los muertos... no importan? El prota tiene una compi superheroína en la clase de al lado, como en las fantasías que pensaba a los 12 años, ¿y la única consecuencia que tiene que pertenezca a la élite de los superhéroes es que discuta con sus padres unidimensionales? ¿En serio está en esa élite un tío que literalmente lanza petardos, sólo para que la trama siga adelante?

Esta serie no es que sea mala, la animación a veces es buena, y la historia tiene toques interesantes, pero en términos de dirección y en "qué cojones quieres contarme", es un completo desastre. Un espectáculo sangriento por la sangrientidad, gratuito por la gratuidad y bastante vergonzoso, cuando un sismólogo crea en su garaje unos cacharros que hacen brotar la lava de los volcanes sin ningún absoluto motivo, mientras da charlas sobre lo poco feminista que es el disfraz de la estudiante que he mencionado antes.

Me alegro de que te guste (si te gusta) porque es una serie entera que vas a seguir disfrutando, pero yo me descuelgo aquí, he tenido suficiente. Creo que es estúpida y que me toma por otro estúpido, y no paso por el aro.

Guns Akimbo.


Por otro lado, tenemos una peli estúpida que sabe que es estúpida y no lo esconde. Todo está un poquito mal hecho en Guns Akimbo, pero lo saben y les suda la polla, por lo que no voy a ponerme a decir que es un poco floja, porque va de éso. De hecho, mejora por momentos según el prota comienza a dejar de ser un flojo, por lo que me pregunto si es intencionado.

Nada, esta es peli de palomitas y pasar la tarde viendo algo que haga que te olvides de tu vida miserable, pero ojo, no es para niños. Un punto que sí le voy a dar es que la deuteragonista (el segundo personaje más importante) está como una cabra, y lo está de verdad, no es ninguna máscara. Bgavo.

Tenet.


Y pasamos de una peli que no se toma en serio a una ahogada por pretenciosa. Es literalmente como Origen, pero peor. Hay un dispositivo ficticio que cambia las reglas del juego, y hay que usar esas reglas para enrevesar una historia simplísima y que te vayas del cine sintiéndote listo, pero sin entender la mitad de lo que ha pasado. O sí, porque aunque esté todo revestido de misterio, es simple de la hostia.

Tenet es un desastre y no es divertida de ver, porque la dirección y la fotografía son flojas, pero le cuelgo la medallita de haber hecho escenas de acción curiosas y bien pensadas, aunque hay fallos de continuidad con ellas y se les ven las costuras desde el primer visionado. En fin, la idea no está mal, la ejecución y el mensaje que quieren transmitir, un poco basura, porque el villano tiene bastantes más argumentos que las moralinas del prota. Es decir, yo estaba a tope posicionado con el malo, o sea que...

Sound of Metal.


El título es más inteligente de lo que parece. Aquí tenemos al señor Ruben, que es músico y se ha quedado sordo, y tiene que ver qué hacer con su vida a partir de ahora. No se me hizo soporífera, pero ni me divertí ni me enriqueció. Es la historia realista de alguien que podría haber existido, todo muy convencional, sin demasiado drama, sin apenas música y muy lento. Claro, yo me puedo tragar esa clase de contenido si lo visual es oro de los quilates de una polla de negro, pero no es el caso, no me lo ha parecido.

Al final, como se acaba y tampoco te da una megaconclusión ni nada, se siente como si alguien me hubiera contado una movida que le pasó. Guay, no he perdido el tiempo en absoluto, tampoco diré que estaba aburrido, pero sin más. No me queda claro qué intenta contar, y cada personaje tira por un palo, así que a todos los que la habéis alabado, os envidio.

Bueno, bueeeeeno, vale, no he mencionado el sonido de esta peli. Reconozco su mérito. Simplemente, para mí no es suficiente.

Cyrano de Bergerac.


No quiero hacer el chiste, no quiero hacer el chiste, pero es que, PERO ES QUE. Ya desde el principio me olió muy bien, porque más que hediondo cine francés parecía que estaba en el teatro, viendo un Don Juan Tenorio gabacho. Un aplauso de narices para los dobladores, que rimaron todo y lo rimaron bien, porque sí, todo está en verso, como en un libro de Góngora. Y hay que verlo todo desde esta perspectiva: es otra época, otras maneras, y los personajes no son los típicos que tenemos ahora, quizá no evolucionen ni aprendan, o quizá lo hagan demasiado de golpe.

Paciencia. Lo importante es ver esta película como lo que es, una obra de teatro con decorados pro, tener paciencia con la rima y, al mismo tiempo, si eres de los que detesta los poemas, así podrás apreciar cómo se recitan bien, sin dar puto asco con voz gangosa o nasal. La disfruté, pero quitando lo que he dicho, no veo nada más digno de mención.

Un lugar tranquilo.


Espóiler de los primeros 2 minutos: se supone que la muerte del hijo debía hacerme sentir mal y pensar que iban en serio, pero se lo agradecí a diosito, porque ese niñato era subnormal y quería su muerte. Respecto a los 4 personajes importantes, agradezco una historia íntima y nada grandilocuente, y que les ponga a prueba sin necesidad de fliparse. El drama familiar central es un poco estúpido, pero lo compensa el hecho de que haya mucho silencio. También tenemos silencio en Sound of Metal, pero mientras uno es soporífero contemplativo, aquí es tenso, genera impotencia. El hecho de que la hija sea sorda, y por lo tanto sea incapaz de saber cuándo ha hecho ruido por accidente o cuándo las bestias la están persiguiendo, es una nota de tensión añadida, por lo que después de acumular varias capas como llegan a hacer, puedes permitirte el silencio y escenas tranquilas.

Desde luego, con lo que me quedo, igual que Guns Akimbo (pero aquí mejor), es que no es una película pretenciosa en absoluto, tiene una idea muy concreta y prueba con sencillez qué tal marcha. No obstante, no la calificaría como terror, sino como thriller.

Hereditary.


Pero ésta sí que es terror, aunque no pretenda dar miedo. Mmmh... me explico. Cuando las bestias de Un lugar tranquilo están buscando a los buenos, o cuando el loco de la peli que te dé la gana tiene como rehén a la niña, sientes miedo, tu corazón palpita más fuerte. El terror, por otro lado, es mucho más sutil, y yo lo definiría como la paranoia que te entra cuando te enfrentas a una amenaza por un lado, posible, y por otro lado, incomprensible.

Sin embargo, Hereditary se pasa con lo incomprensible. Bueno, no es que no sepas por dónde van los tiros, pero los protagonistas tienen tan poco control sobre lo que está pasando, y el enemigo es tan poderoso y se muestra tan poco, que no acabas de sentir terror, no acabas de sentir esa amenaza como algo posible. Por ejemplo, La cuarta fase sí funciona porque te crees que los alienígenas estén haciendo ese tipo de experimentos en ese pueblo, aunque no comprendas la naturaleza de los mismos.

¿Qué pasa? Que está bastante bien rodada. La cámara se posiciona bien, siempre está haciendo cositas, consigue que la acción sea dinámica, por lo que aunque no acabes muy aterrado por lo que ocurre, sí estás interesado, y cuando se acaba no te sientes pleno, pero estás contento. En general, gracias a la productora Blumhouse estamos viviendo una buena época para el terror, porque no cagaban tanto como antes con los putos sustos de los cojones, pero ahora alcanzan un nivel mucho más profundo y sutil, que a veces no me caga, como ahora, pero mola. Tá bien hecho.

Midsommar.


Pero ésta, hecha por los mismos tipos, está mejor. Aquí, la atmósfera lo es todo, y la amenaza es mucho más realista, refugiando lo incomprensible en dos elementos diferentes; por un lado, tenemos un lenguaje que no entendemos y conocimiento de hierbas y químicos que se escapan de nuestro conocimiento, pero sabemos que, si lo hubiéramos estudiado, para nosotros sería la mar de natural. Por otro lado, todos esos elementos incomprensibles, aunque están en cosas la mar de normales, están rodeados por un escenario muy artístico, que contrasta con la praderita donde se desarrolla todo. Esta combinación es la que nos da terror, además del aislamiento. Se aprovecha de la desconfianza que tenemos a los desconocidos que hacen cosas desconocidas para subirnos la paranoia. ¡En un lugar donde nunca es de noche!

Y lo que más me ha gustado es que las drogas sean diegéticas con la cinematografía, porque aquí se drogan mucho, y cuando la protagonista toma setas, los elementos se distorsionan, además, lo hacen de una forma que tiene sentido psicológico, pero tendría que entrar en espóilers. Lo único de lo que yo me quejo es que los 3 primeros minutos no aportan nada al tema que se cuenta, por lo que yo los hubiera eliminado.

Es curioso que una película que se aprovecha de la paranoia a lo desconocido nos hable, precisamente, del sentimiento de pertenencia, ya sea a tu familia, a tus amigos, a tu pareja. Aquí sí te transmiten un terror, a lo mejor demasiado flojo porque los elementos incomprensibles están demasiado fuera de la amenaza en sí, pero al final, logra plasmar en el color y la alegría de los vestidos y paisajes un sentimiento de profunda locura, y al mismo tiempo, una oda a la sanidad mental. Curioso.

Bee Simulator (PC).


Pasamos a los videojuegos. La verdad es que a éste le tenía ganas después de que me lo regalaran, porque se veía impresionante. De hecho, los gráficos son espléndidos, y consiguen que te sientas una abeja melífera que quiere recolectar polen de las flores. Incluso puedes activar el modo en primera persona y ver más o menos como ellas pueden ver.

Todo pintaba estupendo, hasta que la cagaron con las mecánicas y queriendo meter un modo historia. Nuestra abeja habla, las demás abejas también (y el doblaje castellano no es muy allá), pero es que también puedes comunicarte con las ardillas, pero con los osos y cerdos no, con las libélulas sí, pero con los mosquitos tampoco. ¿Las avispas? A veces tienen acento ruso, a veces no, y dicen "Bzzz", como si hicieran ese ruido con la boca. Además, todas las tareas están perfectamente telegrafiadas, muy arcade todo, tenemos un medidor de polen, de aguante, y en los momentos de baile, es igual que pidamos dónde está el camino o queramos indicar nosotros, siempre empezarán bailando ellas para que nosotros lo repitamos. En las persecuciones, que hay muchas y todas innecesarias, hay aritos por lo que tenemos que pasar.

En fin, simplemente para un videojuego llamado Bee Simulator, me esperaba algo más de simulador y menos arcade, no sé, tener pánico cada vez que veo cerca un pájaro, pero están sólo de adorno; que las avispas sean una verdadera amenaza, o que cuando pique, muera. Pero no, puedo picar a quien quiera, y lo único que harán será decir "¡Au!", y seguir exactamente igual que como estaban. Lo mismo para el resto de animales, son puramente cosméticos. Más que un simulador de abejitas, me recuerda a Shrek 2 o Harry Potter y la Cámara Secreta, ya sabes, los juegos de aquella época, más bien orientados para niños. No me parece terrible, simplemente lo veo desenfocado o demasiado orientado para niños. Y la dificultad necesitaría pulirse, porque o es insultantemente fácil, o imposible.

Super Mario Party (Switch).


Me compré este juego hace 3 años y todavía no lo había reseñado, pero no me extraña. No me gusta mucho. Por lo visto, no soy el único al que los tableros le parecen sosos, me falta variedad y acción al jugarlos, así que con los amigos le suelo dar a los juegos de ritmo o al del río, que al final son más activos y entretenidos, más concentrados, ¿sabes? Si no, también le doy a los minijuegos por libre cuando quiero pasar el rato vacío con alguien. Pero, por un lado, hay elementos en el juego, como modos enteros o el sistema ese raro de desbloquear cosas y comprar pegatinas, que me sobra bastísimo. Y, por otro lado, me faltan cosas. No me creo que me hayan cobrado por un juego así 60 napos.

Lo que tendría que haber hecho es esperar 3 años (yo qué coño sabía) y pillarme por el mismo precio el Mario Party Allstars, que a la gente le ha gustado mucho más, aunque sea remasterizar cuatro mierdas y cobrártelas a precio de juego completo. Si la saga Mario Party no es lo tuyo, puedo decirte por privado varios juegos que combinados no llegan a 60€ y que, en conjunto, son más completos.

¡Y ya estaría! Espero haberme ganado el pan escribiendo 11 buenas reseñas, que para mí se reduce a que sepas por qué algo me gusta o no me gusta y puedas juzgar, a partir de ahí. Nos vemos bien repronto con la siguiente entrega, ¡así que chao! Que no estoy tan fit como cuando era joven, y ésto de correr a mí ya... ¡Aaaaarrrffff! Un besi de fresi.

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