Spider-man: No Way Home.

Ha costado, pero esta reseña no tiene ni un solo espóiler. Es más, no comento absolutamente nada sobre la trama.

Desde Capitán América: Civil War, he defendido que Tom Holland es el mejor Spiderman. Comedido y genio como Parker, dicharachero como superhéroe enmascarado, queriendo ser el crío que es, pasárselo bien, pero obligado moralmente a meterse en problemas, en "asuntos de mayores". Es un balance respecto a los anteriores Parkers, y, estuviera mejor o peor escrito, en el Universo Cinematográfico de Marvel nunca han perdido de vista el corazón del personaje.

Sin embargo, había quejas. Peter apareció en Marvel cuando todos los héroes ya estaban formados y reformados, ha estado creciendo a su sombra y a la del genio, millonario, pleiboi y filántropo Tony Stark, así que sus pelis consistían más en limpiar la basura de los Vengadores que en sus aventuras, y había menos drama del habitual para ser el superhéroe más sufridor de la galaxia. ¿Dónde está el tío Ben, eh? ¿EH? Y ojo, yo defiendo a muerte Homecoming, pero Far From Home me parece puro relleno, la excusita para llegar a donde estamos ahora.

¡Wakanda por siempre!

Digo lo que digo precisamente para tumbarlo ahora mismo. No hacía falta hacer una peli meh para colocar a Peter en esta posición, pero la posición es buena y se aprovecha bien. Es una historia de Spider-man, exclusivamente. Y ahora que el héroe y Peter Parker son la misma persona para todo el absoluto mundo, ¿qué significa ser él mismo? ¿Y qué significa para los que están a su lado ser amigo suyo? No es la primera vez que las películas exploran este tema, el de qué significa ser Peter, digo. Spider-man 2 lo hizo, la de Sam Raimi, probablemente la mejor película del personaje, y Spider-man: Un nuevo universo, la película de animación, podría haberla destronado de no ser porque los secundarios, quitando el padre y el tío del protagonista, sobran. SOBRAN, igual que los secundarios de Far From Home.

No es así aquí. Desde MJ hasta la tía May, todos los personajes tienen corazón, química y un propósito dentro del drama de la peli. Porque drama hay mucho, y aunque empieza rápido, luego se frena y no tiene miedo de frenarse, e incluso creo que esas escenas son las mejores. Joder, no parece ser la secuela de las otras dos, aunque toque los mismos temas, ni parece que el director sea el mismo.

Y sobre la dirección quería hablar. No es que Jon Watts se la saque y se ponga a jalar el ganso creativo, pero el número de planos interesantes es mucho mayor que en las otras dos de la trilogía, y las movidas mágicas de Strange son mejores que en la peli individual de éste. La acción también es más clara y estilizada, pero (yo creo que por el montaje) algunos momentos en las peleas me tuvieron un poco confuso sobre qué estaba pasando. Al menos, todas las que envuelven a Spidy con el villano principal me parecieron buenas.

¿Pero qué nos queda, al final? Como ya defendí entonces, Tom Holland se reivindica como Spiderman, haciendo un papelón en una historia que cierra la etapa del superhéroe a varios niveles, y usa la nostalgia de lo que fue y ya no será, ese cambio de ser niño a ser mayor, como el corazón de la cinta, no como unas gafas heredadas de su tío Tony, por ejemplo. ¿La mejor película del trepamuros? Está en la pelea con las que mencioné antes, y que cada uno decida la suya. Desde luego, es en la que más trajes usa, qué pesadilla.

Nada más, ¡un besi de fresi! Y por favor, cuando ocurra algo mágico, apaga el cerebro. ¡Lo está haciendo literalmente un mago, ten respeto!