¿Los audiolibros cuentan como lectura?

Hace poco vi un tuit en el que una chica decía que escuchar un audiolibro no es leer, sino pasar las paginitas con la mano. Supongo que a esta chica los ebook también le valdrán, y que lo que quiere decir es que los libros se consumen con los ojos, sin poder hacer nada más de mientras, en un mundo que rebosa de contenido fácil que sí permite ser consumido de fondo mientras uno hace otras cosas. Claro, si un audiolibro se consume diferente a un libro físico, ¿deberíamos llamarle a los dos "leer"?

Te contestaré a esa pregunta con otra pregunta. ¿Ver una foto de un cuadro es contemplar arte? Quiero decir, yo jamás he estado en París y no he pisado el Louvre, así que nunca me he plantado frente a la Gioconda. Pero mira tú la tecnología, que he buscado 8 letras en google imágenes y tengo delante de mí 20 Giocondas. No son imitaciones, tampoco fotos cutres, porque si quiero, puedo pillar una visita online en el Louvre y ver de puta madre el cuadro original como si estuviera delante... aunque no lo esté. Dime, ¿estoy viendo arte, entonces?

Obviamente, estoy perdiéndome muchos detalles. Hay cositas, como acercarse y mover la cabeza cerca del cuadro, que nos permiten apreciar mejor cómo los destellos reflejan los diferentes trazos del artista. La textura del cuadro, la temperatura, todo éso sólo se experimenta de verdad cuando estás delante, y al mismo tiempo... no es para tanto. Está claro que ver la Gioconda en persona siempre va a ser una gozada, pero si tuviera delante una falsificación decente, no me daría ni cuenta, porque los verdaderos detalles que se contemplan en persona sólo los captan los más entendidos.

Digitalizar el arte lo comuniza, y éso significa que, a cambio de perder estos detalles, de hacer que la experiencia no sea tan pura, todo el mundo pueda apreciarlo y conocerlo, y éso se llama cultura.

¿Y esa manzana?

Volvamos a los libros. Aunque cuando lees consumes el contenido por los ojos, el libro no es un medio visual, sino conceptual, básicamente porque estás viendo letras, que son garabatejos sin sentido que, dentro de nuestro cerebro, le generamos ese sentido. Las imágenes y sonidos que te inspira un libro, nacen dentro de tu cabeza, algo que ningún otro arte ha conseguido. ¡Y no sólo generas imágenes y sonidos! Un buen libro te permite olfatear, tocar, estar allí, e incluso meterte dentro de la cabeza de un personaje. Leer, en el sentido tradicional de nuestra amiga la tuitera, genera en ti algo que, te guste más o menos, es único. Por ésto podrías decir que el ejemplo del cuadro es malo, porque aunque vea un cuadro digital, sigo usando el mismo sentido que utilizaría originalmente, y en este caso, cambia.

PERO. Como he dicho antes, transformar un medio analógico en algo más consumible en estos tiempos, como un audiolibro que puedes leer mientras conduces o retocas imágenes en Photoshop, comuniza el medio. Lo hace más fácil, más accesible, a cambio de perder algunos detalles, y en este caso, el detalle es importante, porque pasa de ser un medio conceptual a uno puramente auditivo. Las cosas no suenan (je) igual en tu cabeza que en tus oídos, ¿sabes?

Desde luego, un audiolibro jamás sera la tru-expiriens que el lector buscaba al crear su obra, pero ojo, esa transformación provocará que muchísima gente que no lee por falta de tiempo y mentalidad, de pronto esté consumiendo libros, y de todos ésos, si hay alguien al que le turboflipa uno, ya irá a la librería a comprárselo en físico para vivir esa tru-expiriens, igual que yo habría ido a París si me hubiese gustado la Gioconda.

¿Está claro? Bueno, hay más. ¿Hablamos de los audiolibros creados explícitamente como audiolibros? Quizá sea un poco pronto, porque seamos sinceros, este es mi blog, me lo follo cuando quiero y no he investigado nada, pero tengo clarísimo que, más pronto que tarde, los libros dejarán de maquetarse en un formato leído y directamente saldrán al público para ser escuchado. Joder, si al final sólo es un podcast venido a más. Entonces, esos audiolibros creados explícitamente para ser escuchados, en los que los escritores no se enfocarán tanto en las letras que utilicen, sino en la sonoridad de éstas... ¿se considerarían lectura?

Ah, amigo. Es que al final, todo depende de lo que para ti signifique la palabra "lectura", porque cuando el mundo cambie definitivamente, lo que piense la mayoría sobre ese término es lo que se va a acabar adoptando. Una vez haces un audiolibro explícitamente pensado para ser escuchado, estás haciendo un arte nuevo que debería tener otro término para ser consumido, ¿no? Bueno, quizá por nostalgia, o por la evolución del término, se siga utilizando el término "lectura".

Puede parecer que todo se está yendo a la mierda en todo momento, pero debemos entender que la realidad no existe, todo está en tu cabeza, el mundo está en constante cambio y por más rígidos que nos pongamos, lo único que vamos a hacer será amargarnos y joder a nuestro alrededor. El arte evoluciona con los siglos, y yo, escritor, hace un rato que asumí que los libros van a pasar a ser algo secundario, un recuerdo, casi.

A la hora de opinar, todos tenemos nuestro culo para soltar la cagaíca, nos pueden gustar más o menos los cambios que suceden, e incluso puedes sentir una sensación original y estupenda cuando ves la Gioconda auténtica, o cuando tejes un vestido a mano, pero escúchame, si dices que "tejer" es menear el hilo con las manos, es porque no sabes tejer a máquina o porque tienes tiempo y cariño que dedicar a esa artesanía. En un mundo tan plagado de contenido para tener de fondo mientras haces otras cosas, de tantas cosas que en esta época podemos hacer, un audiolibro comuniza unos libros que se estaban muriendo. Besis de fresi.