Serie: Better Call Saul.


Hace 9 años, yo era muy diferente a como era hoy. Con veinte tacos era igual de tocahuevos, pero demasiado joven e inquieto como para series largas y lentas como día sin pan. Quería emociones, no experiencias. Una decepción académica y varios traumas después, habiendo acabado varios cursos caros, útiles para mí pero inútiles para una salida laboral, tras años buscando empleo y pasando más en el paro que trabajando, y ahora, por fin, viviendo una vida laboral relativamente estable e independizado, ya no pensando en cómo ser libre, sino en cómo serlo más, me encuentro aquí sentado, escribiendo. Y este blog ha sido testigo de mi crecimiento.

No te cuento la chapa por nada, sino porque vi Breaking Bad hace precisamente 9 años, sabiendo que la última temporada estaba por salir. Y qué mal lo pasé. No es que fuera un dolor verla, qué va, pero si no hubiese sido porque mi pareja de entonces quería terminarla conmigo, sin esa presión, hubiese abandonado la serie pronto. No podía estarme quieto, y para mí, la serie iba lenta del carajo. Me alegré de verla, pero en cuanto la terminé, le dije chao y hasta nunca.

Caray, sí ha llovido, sí. Ya sentía inquietudes por el cine bien hecho en aquella época, simplemente era demasiado impaciente. Después de haber estudiado crítica de cine, de haber conocido gente que sabe cómo se hace una película y me han hecho ver lo difícil que es, y de haberme saturado de tantas películas como servicio, uno simplemente aprecia el sentarse a ver algo tranquilo y bien hecho. Aquí entra Better Call Saul.


Vince Gilligan y Peter Gould, los creadores, han mejorado con los años. No se conforman con rodar y ya está, les gusta hacerlo difícil y artístico, que sea visualmente entretenido. ¿Nos introducen a una oficina? Claro, pueden plantar la cámara en medio del pasillo y luego... oh, vale, ya da igual, han hecho un trávelin cenital para que veamos varios despachitos desde arriba antes de llegar al que queremos llegar. Un trávelin que ha aparecido una vez y no va a volver a aparecer, que no nos dice nada en concreto, sólo lo hacen porque pueden y porque es una forma chula de introducir una oficina. Sí, ni a Vince ni a Peter les gusta tener cómodo el culo a la hora de rodar, y como este ejemplo, lo hacen con casi todo. Ningún plano está ahí por meter, todos ofrecen algún tipo de comunicación, aunque sólo sean estéticos, procuran no repetirse, y aún así, consiguen que su estilo sea muy reconocible.

Para mí, destacan entre todo los montajes. Cuando se paran tanto para contarte todos los cambios en la vida de un hombre, para mí es la hostia de refrescante cuando se comen varios días en un montaje musical que, además, es divertido de ver. Vince Gilligan tendrá fama de ir despacio, pero joder, qué bien se le da ir tan deprisa, y qué distintos son unos de otros. No hay dos iguales. Lo mismo va para los planos secuencia y para las transiciones ingeniosas entre una escena y otra, y joder, ahí están disparando a mis dos debilidades.


He dejado claro que Better Call Saul está muy bien rodada, y a nivel narrativo, también coloca símbolos visuales para que te des cuenta de la temperatura sentimental que hay en ese momento. Algo que puede significar la unión de dos personas, que ambas guardan como recuerdo, puede aparecer tirado en una cuneta un par de temporadas después. Una luz que no alumbra una cara puede llegar a alumbrarla en el futuro, en un plano que sea similar a ese que estamos viendo. Las actuaciones también aportan símbolos sutiles, como ese pequeño desvío de mirada que nos hace pensar que está mintiendo o que no va a salir bien. También juegan con que esta serie es una precuela  de Breaking Bad y saben que la has visto, no a nivel de guiños, que sí, sino en detalles tontos como cambiar la intro en la última temporada por motivos que no puedo decir. Juegan con los recursos que tienen, vamos, no se limitan a contar y ya.

Y a propósito de que es una precuela, no cometas el error de verla antes que Breaking Bad, no funciona, molaría, pero no. La forma en la que te hablan y presentan personajes, sobre todo cameos, no es la forma habitual de presentar personajes y podría confundir al espectador que lo ve de nuevas. ¡Uau, han tardado 20 segundos en presentar a un personaje, seguro que va a ser mazo importante! No, chaval, va a salir solo este episodio, simplemente es importante en Breaking Bad y es fansérvis. También juega con las expectativas del espectador, porque claro, tú sabes más o menos dónde va a acabar la serie, pero nadie te ha dicho ni cómo ni cuándo, y obviamente juega con esas sorpresas. Por no hablar de que las escenas en blanco y negro destripan parte del final de Breaking en sí mismas.


Pero centrémonos puramente en la historia ahora. Antes comenté que Vince Gilligan se me hizo aburrido en el pasado por algo, porque esta serie no es para todos. Está maravillosamente hecha, pero si apenas te importó la vida de un narcotraficante, te puedo asegurar que la de su abogado te va a importar menos. Esta serie se gusta mucho siendo realista, aportando una historia que podría haber pasado tal cual en la vida real, y por eso, como nosotros nos tomamos tiempo, el desarrollo de personajes también lo hace. ¿Querías ver a Saul Goodman haciendo el travieso? No será tan pronto como piensas.

Apuestan tan fuerte por esto que hay temporadas (la 2 y la 4) donde Saul tiene directamente una trama aburrida. Seguí queriendo ver la serie, pero sobre todo por Mike, el otro protagonista de la serie y el que muchas veces la carga a sus hombros. Una justificación de que esta serie exista es que no sólo va del abogado, sino de cómo todos los de Breaking Bad llegaron a donde llegaron.


Sin embargo, a nivel narrativo, debo dar un tirón de orejas con los flashbacks y los flashforwards, es decir, cuando el tiempo salta de golpe muy muy atrás, o muy muy alante. Algunos son maestros, pero otros no tienen ninguna razón de ser y están ahí por el fangirleo. No obstante, igual que los energúmenos criticaron en El Camino (la peli-secuela de Breaking Bad) que los personajes estuvieran más gordos y envejecidos que en la serie pese a tratar momentos en tiempos de la serie, yo lo aplaudo, y aplaudo que les sudara cuatro pollas poner aquí al mismo actor en los flashbacks de 15 años antes que en el presente. Tío, es una serie, sí, es realista, pero al mismo tiempo vas a tener que hacer un mínimo ejercicio de abstracción para pensar que sí, que en ese momento eran más jóvenes. O que en ese momento el personaje estaba menos gordo. Ya está, colega, no ha sido ningún trauma. Toda esa gente debería ir más al teatro.


Pero bueno, sí, dirección bien, producción bien, historia bien para el que le apetezca. Me quedo también con cosas concretas. No hablo ya del vestuario, la música o el maquillaje, que siempre damos por hechas y aquí son magistrales, sino del mensaje. Resulta que, aunque sabían por dónde querían tirar, no tenían escritas todas las temporadas para cuando rodaron la primera (obviamente). Lo menciono porque, una vez la he visto, da todo una sensación total de continuidad, de "te coloco esto aquí que va a salir en el final", y también pasa con el mensaje que quieren transmitir. Lo tuvieron claro desde el principio, igual que con Breaking Bad, y eso es una maravilla. ¿Una fantasía de poder en el mundo del narcotráfico? ¿Cómo me hice rico con la abogacía en 12 sencillos pasos? No, colega. Ten cuidado dónde te metes, porque cuando haces tratos con el diablo, se los cobra.

En fin, aquí ando, 9 años después, empalmando Better Call Saul con la serie que dije que nunca volvería a ver, y esperando a que Vince saque otro proyecto para ver cómo la gente dice que no es tan bueno pese a ser, en realidad, igual o mejor. Que nunca falten esos besis de fresi. Ay, señor... cómo pasa el tiempo, qué viejo me hago poco a poco.

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