Mucho género, algo de Roma Gallardo y sexo el que se puede.
hola. mechabas de menos? :B
Hoy vuelvo con otra opinión, esta vez (para variar) sobre un asunto sensible, polémico y peliagudo, y hablando de pelos agudos, debo recordarte que las opiniones son como los culos: cada cierto tiempo, a uno le cambia de forma. En el pasado ya di mi versión sobre temas de sexo y género que hace tiempo que quedaron desactualizados, porque hablando y pensando con gente próxima a gente más próxima a gente que conoce a gente que ha vivido en sus carnes estos temas, uno reflexiona.
Nunca estuve de acuerdo con JK Rowling, pero sí entendía su postura porque coño, ¿cómo una mujer va a ser mujer si tiene más rabo que mi puto padre, conocido en toda la ciudad por tener un rabo gigante? Bueno, pues, pensando sólo un poco, resulta que sí se puede. Te sorprendería la cantidad de tránsfobos que lo son sólo por una confusión lingüística. Verás, el tema del género sí importa. Yo siempre estuve de acuerdo en que alguien que se considera mujer se haga llamar mujer y vista y parezca tal, pero tenía mis reservas en temas importantes como la sanidad o el deporte. Ni yo, ni Rowling (seguramente), nos paramos a pensar que ya existe una distinción para esa clase de cosas. La mera mala costumbre de ver una vagina y decir "tu bebé es niña", cuando la palabra correcta al ver una vagina es que es hembra. ¡Una puta confusión lingüística!
Seguramente ahora el que tengas confusión seas tú. He empezado intenso, ¿eh? Deja que vaya al principio, y el principio, irónicamente, está en lo más reciente: un imbécil llamado Roma Gallardo.
Voy a dejarlo bien claro: no me he informado bien sobre la polémica con Roma Gallardo porque Roma me da bastante igual. Oí por ahí que se cambió de género y ahora es mujer, y que lo hizo sólo por un te lo dije a esos progres asquerosos, para mostrar al mundo lo fácil que es cambiar de género, siendo hombre con par de huevos, pelo en el pecho, barba y sin siquiera considerarse mujer. Bueno, ese rancio lo único que ha conseguido ha sido demostrar condescendencia hacia un avance maravilloso de la sociedad, solo porque o el tío, o es intolerante, o es bobo.
No voy ni a investigar ni a entrar más en lo ocurrido, porque para mí ese tío sólo es una excusa para hablar sobre sexo y género. Sé que hay putos idiotas como Risto Mejide que van de super woke progre refachero faltándole el respeto a este youtuber en directo, pero también hay que reconocer que el aroma rancio de Roma provoca bastante este tipo de respuestas, así que al final todos ganan en su teatrillo, unos como defensores de la justicia y los otros como víctimas, dependiendo de quién ataque primero. Como él, hay una extensa comunidad de youtubers rancios como Jordi Wild, La Gata de Shrodinger, el Xokas, o Un Tío Blanco Hetero, al que, por cierto, seguía hace años, cuando creía que repartía palos a todas partes por igual. Todos ellos se han metido con el feminismo radical con razones, sí, pero para esconder su misoginia. Salvo el Tío Blanco, quizás. En fin, me da igual.
Roma Gallardo, la youtuber más tremenda del panorama femenino, confunde sexo con género, al escandalizarse por llamarse así mismo "creadora de contenido" teniendo rabo, cuando nada le impide ser mujer y ser macho. Algo que, si JK Rowling se hubiese parado a pensar un poco, se hubiese ahorrado muchos líos.
Sexo es aquello que te cuelga o no de entre las piernas. Si tienes rabo, literalmente eres del sexo masculino (macho), porque a los órganos sexuales se les llama "sexo" y ese es el catalogado como masculino. No hay escapatoria a eso. Con el pene/vagina, el cuerpo también va con una serie de configuraciones, como una determinada estructura, hormonas que desarrollarán de una manera concreta, y toda la pesca. No se puede tratar igual un cuerpo masculino que uno femenino, ni en temas deportivos, ni fisiológicos, ni de salud, y la única manera de transformar una configuración masculina en una casi casi femenina es gastarse mucho dinero y empezar a hacerlo desde que la persona es un niño, algo que es arriesgado, porque un niño no tiene la identidad igual de clara que un adulto. Pero la mente es otra cosa.
Género es la identidad sexual del individuo. Voy a recalcarlo más, es la identidad, lo que significa que, al margen de lo que le cuelgue o no de entre las piernas, la persona va a observar a dos grupos principales dentro de la sociedad y va a sentirse identificado con uno. No es algo que pueda elegir, y en caso de sentirse de ambos, no puede elegir el poder elegir... si se entiende lo que digo. Cada persona es de una manera, y por más que vea a dos mujeres dándose un beso, tu hijo no va a sentirse mujer, a no ser que ya se sintiera así desde el principio. El género no te desprende del sexo, ni al revés, lo que significa que un hombre trans con barbita dándole el pecho al niño, por más que pueda chocar, es perfectamente normal si ese hombre no ha cambiado lo suficiente como para dejar de producir leche. Y ese tema biológico lo gobiernan los médicos, que son los que saben qué es posible, y no nuestra opinión ignorante.
Distinguir entre sexo y género es un matiz que cambia mucho las cosas. Al margen de por qué sexo se sienta atraído, cada persona pertenece a un sexo y pertenece también a un género. Si un niño se viste como una chica porque se siente una chica, está de super puta madre que el Gobierno le permita ser una. ¿Y si luego se arrepiente? Pues que se cambie a chico de nuevo. ¿Te parece un cacao y piensas que esos asquerosos progres se cambiarán de género cada dos por tres con el "dinero de tus impuestos"? Colega, aquí los únicos que se gastarán dinero serán los que se cambien continuamente el DNI por tener un Sr o Sra. El funcionario que les atienda, si no lo hace, se estará haciendo el séptimo café de la mañana. No escondamos nuestra intolerancia detrás de excusas. La sociedad está cambiando para dar más opciones, y si un cambio no fuera práctico, tranquilidad, porque se revertirá. Si se asienta, es porque es práctico y útil para gente que podrías no ser tú.
Así que Roma Gallardo ahora es mujer, es una chica, ¿y qué? Sigue siendo macho, de sexo masculino, así que su médico sólo tendrá que acostumbrarse a llamarle nenaza y su preparador físico va a seguir igual, porque Roma tiene pelos canosos en los huevos y nada le va a quitar su fisionomía, al menos a nivel deportivo de alto nivel, que es lo que concierne a los profesionales, que piensan que ahora va a ir un tío frustrado y va a ganar a las tías en todo sólo porque diga que se considera mujer. Ese hombre es un macho de cabeza a los pies, y cómo se sienta no debería influir, repito, no debería influir en ninguna competición, porque ese tema es gobernado tanto por médicos como por profesionales del deporte, no por nuestra opinión ignorante qué dice qué está bien y qué no en base a ideales.
Resumiendo las cosas y acabando, creo que por ser novatos en el tema, nos hemos hecho el cacao solos, yo incluido, aún hoy. No es lo mismo tener polla, que ser chica, que que te gusten las chicas, y teniendo polla, siendo chica y queriendo chicas, entonces, ¿serías una lesbiana con rabo? Pues sí, ¿no? Un jaleo, pero son casillas distintas. Roma Gallardo no ha demostrado nada, sólo que la cultura de la sociedad sigue yendo hacia adelante. Que va a ser raro acostumbrarse es un hecho, pero también nos pareció rara en su momento la copa menstrual, que las mujeres votaran o qué coño, la mascarilla en 2020.
Avanzar es dar opciones, no quitarlas. Las mayores preocupaciones de los que temen el progreso, al final, es que los que lo hacen avanzar no tengan dos dedos de frente. Son como ese padre que se pone nervioso cuando agarras el volante las primeras veces. Son gente ansiosa, que teme lo desconocido, gente que prefiere la confianza de votar la preservación o el gobierno de su caudillo favorito antes de dejar que un grupo de estúpidos se equivoque con el progreso, diga
"Ay, debo rectificar",
y la cosa siga como si nada pero con más opciones y más personas felices. Ya ves tú la equivocación, uau, el acabose. Como mostrar un capítulo de dos gays que no va en absoluto con la trama en la serie postapocalíptica del momento. ¡Menudo escándalo! Pero al final, esto de las etiquetas de sexo, de sexualidad y de identificación sexual son como los culos: se parecen mucho, pero sabrías identificar perfectamente el que te comerías. ¡Un besi de fresi!
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