Campeonas del mundo. Reflexiones.

Han ganado el mundial femenino de fútbol, lo hemos celebrado y la resaca ya se ha ido. Ahora toca lo que a nadie le gusta: trabajar pensar. Iba a subir una entrada el domingo celebrando el título y compartiendo mi alegría contigo, yo, hablando de cosas futboleras sin ser yo nada de eso, pero algo me decía que me esperara un poco. Vi cosas raras, gestos feos.

Me gustaría recalcar una cosa. Ser campeón del mundo, de lo que sea, es literalmente lo más difícil del mundo. Ya lo consiguió la selección en 2010 y todos nos volcamos con ellos, sabíamos los nombres de los 23, ellos eran los protagonistas. Casillas, Iniesta, Fábregas, Alonso, Busquets, Piqué, Ramos, y podría seguir, les conocemos. Entonces, ¿por qué el día antes de la final, las portadas estaban dirigidas al entrenador? En un intento de lavar su imagen, ni más ni menos.

La pongo en grande para que leas bien el tuitazo que metieron en el diario Público.

El fútbol femenino siempre ha recibido comentarios despectivos. A mí me da igual el deporte y las separaciones de géneros, y aun así entendía que, teniendo las mujeres menos corpulencia que los hombres y teniendo su liga mucha menos visibilidad, estaba claro que no podían permitirse unos entrenadores de la repolla y su nivel iba a estar por debajo durante bastante tiempo. Esa era la excusa más amable. El fútbol femenino no vende, ¿pero cómo van a jugar al fútbol las niñas si es cosa de hombres? Mi abuela no lo entiende, pero mi abuela también es de las que dice que las mujeres a la cocina y a servir la comida mientras los hombres se sientan primero, eso no cuenta.

La cosa es que la 1 nos ha colado con calzador el mundial femenino, yo lo he sentido así y me parecía bien, porque nunca había tenido tanta visibilidad, pero sentí que se hacía una apuesta bienintencionada. Vaya si salió bien. No sólo ganaron, sino que, de los partidos que el horario de Australia me permitió ver, vi un fútbol exquisito. Mucho más técnico que el de los hombres, menos peleas y mongolismos, menos balones al aire al tuntún. Fue más bonito. Hizo que viera el fútbol como algo estético, yo, que salvo a la selección (y según) no quiero ver el fútbol ni en el pensamiento.

¿Y para qué está el feminismo entonces, para qué, si vivimos en la sociedad más igualitaria de la historia? Precisamente para esto. Para reivindicar lo que falta por conseguir, no raparse el pelo, teñírselo de rosa y llamar machistas a todos los hombres por el mero hecho de ser hombres. Este mundial nos ha enseñado muchas cosas, como lo injustos que hemos sido todos con las jugadoras de fútbol, con las jugadoras (en general) de juegos en equipo. En un mes hemos avanzado 5 años de feminismo y 20 para el fútbol femenino, gracias a ellas, por haber sido campeonas del mundo con todo en contra.

No se trata de la diferencia salarial ni de un desbalance de derechos, porque el problema está en el sistema de valores que conservamos, sobre todo los que aún siguen en el poder, algo que tiene sentido porque quien está en el poder quiere conservarlo, y conservarlo implica, a nivel psicológico, ser conservador, pero me voy por las ramas. Ellos tienen un sistema de valores desfasado, ¿y quiénes están? ¡Si son todo pichas en flama! Cuando en el ambiente de trabajo hay un mensaje cifrado que dice que los hombres tienen preferencia, se generan comentarios """de broma""" sobre que las mujeres deben usar rodilleras, y ranciedades del estilo que no son bromas, es denigrar a un compañero. Y esto va más allá del trabajo, lo he visto en relaciones de pareja.

No hace falta ni que lo señale.

Aquí entra Rubiales. Tiene cara de cretino, habla como un cretino y lleva cayéndome mal desde que empezó con el tema de Lopetegui. Es un gilipollas, vamos a hablar claro, y cuando Rubiales defiende a alguien y ese alguien es vilipendiado por sus jugadoras... uuuuuuyyyy. Hasta 15 jugadoras no quisieron ser seleccionadas porque Vilda, el entrenador, les parecía un maníaco controlador. ¿Lo es? ¿No? No lo sé, pero no he visto a las jugadoras celebrar demasiado con él, y a él sí le veo ponerse en primera fila para todas las fotos. Luego dice cositas como que son

"campeones del mundo".

Yo soy el primero al que le da igual el uso de los géneros, pero vamos a ser claros, las campeonas han sido las jugadoras, y todas son chicas. Son campeonas del mundo. Él no está en la ecuación, y si ha querido meterse, veo de pichita enana querer meter el "campeonEs" siendo 1 chico y 23 chicas, incluso si quisieras meter también al equipo técnico. El lenguaje importa y refleja intenciones. Ahora, añade esta anécdota al mix que ha ocurrido, las 15 jugadoras que huyeron de Vilda, Rubiales, el que le defendió, y ahora el puesto del rubio peligra por ese beso infame.

¿Qué pasa, Rubiales? ¿Incómodo? Seguro que lo sientes muchísimo.

Es importante recordar, también, que los vídeos de ese beso intentaron borrarse de mano de la Federación hasta que se les fue de las manos, que Jenni Hermoso dijo que no pasaba nada y resultó que esas declaraciones eran mentira. Vaya, esconder y mentir, qué transparente. Rubiales hizo un gesto llamado "acoso, abuso de poder y aprovecharse de la situación" y ahora está rogando a Jenni que por favor le acepte las disculpas, cosa que ella no está por la labor de hacer.

Y sí, es acoso y es abuso de poder, claro. Porque es un pico de nada que le puedo dar a mi compi de curro, pero él es el jefe, él literalmente puede decidir que ella no vaya a la selección, y le arrebató parte de la euforia del mejor momento de su carrera para cambiársela por confusión. No se trata de ese gesto aislado, ni siquiera de la diferencia de trato entre Jenni y las compañeras, es el cúmulo de todas las cosas, la actitud detrás de ellas. No es Iker besando a Sara cuando eran pareja. Es un sistema de valores que hace que los que están arriba le resten valor a las emociones que sienten determinadas personas que están por debajo.

Mírala, la mejor del torneo y se la pela.

Así que un entrenador maníaco al que le gusta demasiado la atención, un presidente que le apoya y da besos amorosos, 13 compañeras (en principio titulares) desertando, en un torneo que recibe mucha menos atención que el masculino y, encima, hasta hace 4 años aquí en España no había derechos fundamentales como que pudieran quedarse embarazadas sin ser despedidas, entre otras cosas.

Definitivamente, han levantado la copa teniéndolo todo en contra, ni siquiera eran las favoritas. Si eso no es tener garra y tener grabada en la sangre la actitud del campeón, yo ya no sé qué lo es. Felicidades, campeonas. Ojalá cambiéis todas las cosas que parece que están cambiando por vosotras.