¡Reseñas Flash! #7
Carli es un ser de lo imperfecto que reseña películas, videojuegos y otros cuentos, y cuenta la leyenda que, cada cierto tiempo, los planetas se alinean y reseña cientos. No sabemos por qué ocurre, sólo que el tiento de las hojas en los cristales anuncian tal regreso. Ahora que se escuchan, ¿podría ser hoy ese día secreto, en el que Carli nos ilumine con tanto texto? Escucha el viento; él te dirá, a parte de que sí, que estoy hasta las nalgas de rimar en verso.
Así que cómeme los huevos... por cierto. Hoy traigo un montón para reseñar. En efecto.
Bueno, sigamos con el proyecto, que me cago en todo-cojones ahora no puedo parar de rimar, digamos que he dejado pendientes varias cosas que no reseñé por falta de tiempo o pereza, algunas geniales, otras flojísimas, y trataré de despacharlas rápido para poner las más que pueda. Hoy veremos, sin espóilers como siempre, a
- The Last of Us
- El Gato con botas
- Última noche en el Soho
- Tortugas Ninja: Caos mutante
- El instante más oscuro
- Decision to Leave
- Sin tiempo para morir (007)
- y La muerte de Stalin
en el apartado cinematográfico, y dos videojuegos más que son
- Sundered
- y The Stanley Parable.
Siento no haberlas reseñado en su momento, pero ahora me pongo a tope con ellas para metértelas por el recto. Las reseñas flash, más que una leyenda, son un crimen, un esperpento... muy rocambolesco. Si Góngora me leyera...
The Last of Us, temporada 1.
Una adaptación no es buena por ser igual que la historia original. Me la suda que los personajes se parezcan o no, lleven o no lleven la misma ropa, por mí como si fusionas personajes para dar el doble de peso a cada uno. Lo importante está en transmitir el alma de la historia que estás adaptando, y todo lo que haya alrededor es cosmético. Y coño, cuando haces una adaptación que es casi un 1:1 del videojuego, hay poco margen para la queja, hasta para los perdedores que sólo saben llorar porque les districin los títulos en los que refugiaron toda su perdedoría.
No he jugado el juego original y no tengo prisa en hacerlo, simplemente he visto la serie junto a alguien que sí lo jugó y me fue comentando parecidos y diferencias aquí y allá, y, pese a no haber jugado, sabía lo que pasaba en el último nivel y las sensaciones que transmite el original.
Para mí, The Last of Us nunca fue de zombies, sino que los ponen como una excusa para destruir a la humanidad y hacer un estudio de lo poco civilizados que podemos llegar a ser cuando no hay civilización. También se trata de lo opuesto, de esos breves momentos en los que somos felices en medio de tanto desastre, y cómo las buenas compañías pueden amueblar nuestro mundo interior. Es casi romántico, sólo porque tanta tragedia y violencia hacen que, cuando algo bonito sucede, se hace hasta empalagoso, en el buen sentido. ¿Hacen falta zombies? No. Esto no es The Walking Dead y la amenaza está reeeelativamente controlada. La cosa es cómo construir una civilización tras el fin del mundo.
Los niveles de zombies están en el juego para no convertirlo en una novela visual. Dan acción y entretenimiento, pero es una herramienta del videojuego para aumentar también la duración. Otra herramienta es hacernos controlar a Sarah para que nos encariñemos con ella, pero, como en una película no puedes hacer eso, simplemente pasamos más tiempo con ella en un día rutinario. Para mí, los primeros 40 minutos son una puta pasada que me pusieron la carne de gallina y de verdad me creí que pudieran haber ocurrido en la realidad así tal cual.
La simbología y la dirección de ciertos momentos me parecen muy logradas, es decir, se ha trasladado con éxito el videojuego al formato película, pero hay ciertas partes que no quedan pulidas del todo y se nota que venían del videojuego. La parte de los chasqueadores tiene un pase, pero la aparición del Big Gordo, sólo para adornar, y la charlita de cierto caníbal en medio de llamas me dieron la sensación de que tenía el mando en la mano y me iban a matar por no estar moviéndolo. Y, así como el tercer capítulo es una sacada de chorra que muestra las bondades de hacer una serie, en vez de una película, el último capítulo me pareció demasiado corto, y creo que debieron dar más peso a las decisiones que se tomaban. A parte de que no reflexiono como en el juego, sino que en la serie me posiciono claramente con una de las partes.
No obstante, como dijo Pedro Pascal en otro sitio, éste es el camino. Me dejaría espachurrar el corazón otra vez en la próxima temporada.
El Gato con botas.
Shrek es, definitivamente, Shrek. Es una gran idea que tiene mucho tirón y sus personajes son carismáticos y potentes, ¿pero para protagonizar una película? A mí esta peli nunca me llamó la atención en ningún sentido, y la vi después de haber visto 30 veces su secuela ya por curiosidad más que otra cosa. Y está bien, es divertida, ahora, no es que se te vaya a grabar en el cerebro meses después de haberla visto, como su secuela.
El principal problema aquí está en el atractivo. Los personajes de Shrek tienden a ser feos, pero ahora son todavía más, también hay un huevo con cara de persona y los escenarios, basados en un western, son más desérticos y sucios. Hay detalle y calidad de animación, pero no es atractiva para el ojo, y entre eso, que no deja de ser un espínof y que la gente sólo salía moderadamente contenta de verla, no hizo que triunfara entre el gran público.
Ahora, si tienes que elegir, pasa de ésta y mira directamente la secuela.
Última noche en el Soho.
Ay, Edgar Wright... me partes el corazón. Disfruté tu trilogía del Corneto y soy un gran defensor de Scott Pilgrim contra el mundo, pero ya con Baby Driver noté subidas y bajadas, es decir, picos de calidad y valles de aburrimiento. Pero aquí. Ay. Pero aquí no puedo rescatar gran cosa. La premisa estaba bien, pero hacen falta muchos retoques para que una historia así me importe. Detalles como no perder tanto tiempo en la residencia de estudiantes y las chicas unidimensionales, o establecer con mayor claridad el hecho de que vea a su madre muerta en los espejos. Es más, la madre tendría que salir más. Al final, todo ese punto, que es importante, se queda como un videojuego sin tutorial que crees que entiendes pero no te quedas del todo a gusto con los controles.
Pero lo peor es la ansiedad que produce. Siento si hago un espóiler menor aquí, pero esta peli es un thriller psicológico, lo que significa que hay escenas de tensión y mal rollo. Pero, ¿si te digo que la misma escena se repite 4 veces sin prácticamente escenas entre medias, me crees? Tienen sentido, pero no hay matices, ni cambios de dinámica, sólo es la protagonista corriendo y gritando durante largos minutos en el que el sonido está al tope.
Al final todo tiene sentido (bueno, todo lo de la historia, porque los perosnajes...), pero la sensación que se me queda es un casi asqueado "pues vale". Faltó pulir mucho esta peli, asentar más todo, como explicar, por ejemplo, por qué la protagonista querría quedarse (o seguir quedándose) en un cuarto que le produce unas alucinaciones tan intensas y desagradables. Sé a que varios les ha gustado, así que siento envidia, pero van a tener que explicarme, más allá de la excelente ambientación y el vestuario, qué hay que disfrutar.
Tortugas Ninja: Caos mutante.
Ya llegué tarde para recomendaros verla en el cine, y llego aún más tarde para reseñarla. Por un lado, siento que he fallado a la película por no poner mi granito de arena promocionándola, pero por otro lado, tampoco siento que pase nada por ello. Verás, como ya he dicho taaaantas veces, Spider-man: Un nuevo universo siento que es una peli sobrevaloradísima en lo que a historia y decisiones creativas se refiere, pero la animación es espectacular, y sabía que su éxito iba a provocar una sacudida en la animación occidental.
El cambio ocurrió. Mientras que Disney y Pixar siguen haciendo pelis clónicas con una estética tan limpia y aburrida, Los Mitchell contra las máquinas, El Gato con botas: El último deseo y ahora las Tortugas Ninja están pintándoles la cara con un estilo más creativo, cada uno a su manera. Desde la fusión de los Mitchell, a los trazos acuarela de los cuentos de hadas del Gato, y ahora a la estética graffiti y urbanita de las Tortugas.
Me parece destacable que hicieran a las tortugas adolescentes, siendo parte de su nombre original (Teenage Mutant Ninja Turtles), aunque yo, que fui a ciegas, tuve un destello de esperanza al ver su primera escena, tributo del cómic original, en el que, más que adolescentes, eran violentas y serias. Qué va, las tortugas, como la peli, son bastante enrolladas y transmiten en todo momento una sensación de comedia y un drama bajo, incluso cuando Nueva York está en peligro.
La razón por la que no me siento mal por escribir tan tarde la reseña, siendo una discípula de esta nueva ola de increíble animación, es porque la historia me dejó a deber a partir de la segunda mitad. Los elementos estaban ahí para hacer algo increíble, y la primera mitad los estableció con maestría, pero no los cerró de una forma redonda. Están cerrados, están bien, pero me faltó una chispa final, por lo que salí del cine contento pero... ñé. Aún así, la recomiendo bastante. Hay escena postcréditos.
El instante más oscuro.
Estoy seguro de que esto ya lo he dicho en algún momento, pero lo repito: por alguna razón, me flipan las pelis basadas en hechos reales. No sé si es por la forma de tratar a los personajes, porque todo es muy realista o porque me mola que de fondo haya cosas importantes como la Segunda Guerra Mundial, pero de verdad que soy una perra con ellas. El verano pasado me tragué cinco seguidas, de las cuales voy a reseñar dos, y ésta, la más seria, va primero.
Gary Oldman es un grande, es un actor de pies a cabeza, un maestro. Disfruta actuando, se lo toma en serio y se nota. Ganó el Oscar por esta actuación y también lo ganó el maquillaje que le convirtió en Churchill, y supongo que hubiese sido más fácil coger a un actor más parecido, pero oye, salió bien.
Poco más voy a añadir. Estoy de acuerdo con Jordi Costa en que la dirección quiere contar "algo importante y trascendental" y no es tan genial para ello, pero es una película que te mete dentro y te da un sentimiento único dentro de tanto realismo, que es la lucha del bien contra el mal. La Segunda Guerra Mundial fue una desgracia, absolutamente, pero al final fue el propio pueblo el que se unió en la idea de que el nazismo, ese mal que tomaba el centro de Europa, debía ser combatido antes que ser rendido. Y joder. Estuvimos cerca de rendirnos.
Decision to Leave.
Una peli tan bonita y de producción de primera como ésta debería haberse proyectado en los cines grandes, no en los cines indie de Plaza España. Pero bueno, ¡cine coreano, yeeeii! Mientras que los españoles intentan atraer a la gran taquilla haciendo americanadas en lugar de replicar grandes producciones como Alatriste, el cine coreano, que lleva tiempo espabilado, se centra en contar historias curiosas con dirección impecable. Mi madre es fanática de las series coreanas, se las ha visto todas, e incidentalmente he visto suficientes para poder deciros que esos cabrones saben lo que hacen.
Aquí tenemos un drama en el que un policía se siente atraído por la principal sospechosa de un posible asesinato. Tenemos un caso de romance en el que hay por detrás una trama ocurriendo, y es una trama que, cuanto más se avanza, más aumenta la tensión con ese romance, porque la chica podría ser alguien peligroso. Pero quieres que se junten. Pero no. Y lo mejor de todo es que logran que el centro de todo sea la tensión con el romance, gracias a planos sutiles y una actuación muy milimetrada para ser sutil, para avanzar poco a poco.
No obstante, igual que pasó con las Tortugas, son muchísimo más fan de la primera mitad que de la segunda. Aunque entiendo y apoyo el cambio que ocurre a mitad de película, no creo que logren mejorar lo que había antes. A lo mejor, convertirla en un corto de una hora la hubiese hecho perfecta.
Sin tiempo para morir.
Soy un gran fan de Casino Royale. Me parece la mejor peli de Bond que existe de todas las que he visto, que tampoco he visto muchas, pero vamos a ver déjame tranquilo, ¿eh? En su momento le dieron mucho bombo a Skyfall, y está genial, pero joder, no como Casino Royale. Esa peli transmitía un sentimiento más allá de lo que contaba, había tristeza y nostalgia, la de Bond, claro.
El mundo le ha dado muchos tortazos más a Bond desde entonces hasta ahora. E, igual que el viejo que contempla su propio final, la tristeza de Bond se ha convertido en aceptación. Ya no se trata de tratar de construir algo, como en Casino Royale, sino tratar de darle un sentido, de proteger lo que una vez tuvo, lo que exista, al menos. El hecho de que se retire y el título 007 sea para otro agente ya me parece un puntazo, y es una pena que en el tercer acto sean condescendientes y se lo concedan de nuevo a modo de título temporal. Bond no necesita ser 007 para ser guay, sobre todo para su peli de despedida.
La peli dura 2 horas y 40 minutos, lo que es una bastada, y sin embargo, su punto débil es que no dura 3. Debería haber durado 3, era lo suyo, teniendo en cuenta la de líneas argumentales que estaban cerrando. El villano sale demasiado poco, es bueno, pero no tiene la presencia necesaria y suficiente, por lo que esos 20 minutos se los hubiese dado a él, para que le sintamos presente en la historia y todo tenga más peso al final. Y no voy a decir más, a chuparla. La mejor peli de Bond desde Casino Royale.
La muerte de Stalin.
¿Una perra de las pelis basadas en hechos reales? Sisoy, tanto serias como graciosas. Aquí se cuentan los sucesos que hubo después de la muerte de Stalin y en quién será su heredero y todo eso, pero alterando ligeramente los detalles en favor del ritmo y la comedia. No te esperes un Dos tontos muy tontos, todo lo contrario, aquí la comedia está en lo sutil, lo sutilmente ridículo que ha sido el comunismo ruso si le quitas hierro a todos los muertos que provocó.
Todos los actores están estelares, pero creo que Steve Buscemi y Michael Palin tienen un don para hacer reír (no me sorprende, Palin fue un Monty Python) y para ser ridículos, dentro de lo serio que intentan ser. No sé, hay un 50% de que veas la peli y no te guste, pero me la vi en su momento dos veces seguidas y me apetece volverla a ver ahora mismo.
Sundered.
Y vayamos ya con los videojuegos. El primero de la pareja es el bueno, el que no inventa nada pero todo lo que hace lo hace para que pases un buen rato. El juego favorito de nadie, pero uno que el disfrutón promedio de los metroidvanias tendrá en estima.
Primero, lo bueno. Sundered es divertido y responde bien y rápido a los controles, por lo que se juega fluido, algo que era vital en un juego muy basado en las hordas. Es bonito de ver, además, y parecería, por cómo están diseñados, que los personajes se han dibujado a mano. Su curva de dificultad es buena, haciendo que un nivel sea retante pero posible en el momento en el que toca pasárselo, y si eres un santo como yo y no te potencias ninguna habilidad para tener el final bueno, es difícil, pero igualmente posible. Bien. Su nivel más interesante es la Catedral, pero no se adapta bien al doble salto del juego y moverse por el escenario rápido en los momentos de las hordas se hace un poco incómodo.
Y aquí está el punto débil: el mapa. Su diseño tan vertical, la forma en la que están conectadas las zonas y tener que volver a pata al sitio cada vez que muero, hacen que el juego sea un poco más tosco de lo que en realidad es. Las zonas están bien, las habilidades que desbloqueas le dan tres patadas a Metroid Dread, pero hay algo en la navegación que hace que se quede por debajo de los metroidvania destacados. No obstante, la experiencia final es buena y sacarse el 100% de logros no te exige entregarle el alma. Vayamos con el último.
The Stanley Parable.
Si no lo has jugado y te estoy liando, es que voy bien. No quiero decir más, salvo que es un juego para todos a los que le gustan los juegos o les gusta darle al coco; e incluso para descerebrados como yo, puede resultar divertido probar unas cosas u otras. Pero vamos a ser honestos con una cosa: igual que es un título inteligente y bien tirado, los creadores saben que son inteligentes también y se pasan de pedantes. Un par de finales no son divertidos, y otro par me parece directamente estúpido. Un metacomentario es efectivo cuando se basa en la acción, como cuando atraviesas una pared y rompes el juego y el juego se ríe en tu cara porque puso esa pared atravesable aposta. El decir por decir sin venir a cuento, como el final en el que te vuelves loco, sólo son palabras.
Esto también se aplica a los logros. Puestos a hacer metacomentario sobre los logros y los completistas, veo bien que haya logros absurdos como el de clicar las puertas, pero otros como tener el juego encendido durante 24 horas un martes y el de no tocar el juego en 5 años son para darles un raquetazo en la cara. A los que nos gustan los logros, tener ese logro faltante durante 5 años no es "darle importancia al logro porque te ha costado", es tocar los cojones. Y si encima los desarrolladores se ríen de los que hacen trampas con la fecha del PC para conseguir el logro, los tristes, los pedantes, son ellos. Una cosa es pedir pasarte el Ori and the Blind Forest, juego difícil, sin morir, y otra robarnos 5 años de nuestra vida viendo cómo nos falta ese único logro, 10 años en el caso de la versión Deluxe. Y quien defienda a estos tipos mejor que se calle, porque defender la pedantería y el elitismo me pone de mucha mala hostia.
Así que bueno, ahí va. Lo recomiendo, pero odio a los pedantes, por lo que ya verás tú si te conviene. Como comentario está bien, pero como diversión, sólo entretiene, y es para todo el mundo, menos para los nenes. Al final fue verdad la leyenda de que Carli viene y se reseña varios títulos como un jefe. Pero Carli se va ya, y si no le das besis de fresi, le tendrás que comer el pene.
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