Es el momento de hablar sobre p0rn0 ince5tu0so.

PORNO, mamadas, cunnilingus, penetraciones, corridas faciales en POV, el calvo de Brazzers y excavaciones anales a doble polla. Sexo, vicio. Y no cualquier vicio, porque mientras se tenga más de 17 años y 364 días, todo está permitido, sino que vamos directos al vicio más vicioso, lo tabú, mal visto y prohibidísimo, el sexo incestuoso entre familiares... y por qué funciona. Madres e hijos, padres e hijas, hermanos, de distinto sexo o del mismo, la tía que viene de viaje, la vieja de la abuela que requiere a su nieto para hacer galletas, guiño guiño. Reunión familiar navideña, champán, vino y semen.

La pregunta del día es, ¿por qué el porno que más funciona es el incestuoso? Las cifras de este mundillo son más cerradas de lo que pensaba, pero, estimando un promedio de la cantidad de franquicias incestuosas que hay respecto a las que no, y quitando de la ecuación a los Onlyfans y a la comunidad de PornHub (que es tema aparte), es fácil ver que el sector más lucrativo en relación coste-beneficio es el incesto. Entonces... ¿estamos enfermos? ¿Nos hemos alienado tanto que nos gusta algo tan perverso? ¿España se va a romper por el incesto? La entrada de hoy viene a tranquilizarte a ti, como consumidor de porno incestuoso que eres, para decirte que no te pasa nada en la cabeza (por eso concreto) y todo es más normal de lo que parece.

Pero antes, una aclaración. El tema que voy a tratar hoy gira en torno a la industria occidental del porno y la forma occidental de entenderlo, un detalle importante desde que la oriental tiene una forma distinta de orientarlo. Mientras que los japos raritos ven la ficción como algo ideal e irreal y cualquier parecido excesivo con la realidad les haría bajar la erección, los occidentales ligamos el porno con la realidad y vemos lo que nos gustaría que nos pasara a nosotros. Un momento, ¿eso no nos hace más enfermos?

Más que nada porque el incesto está prohibido por algo; los genes del hijo incestuado son más débiles que un Pokémon de tipo Planta-Hielo y haría que la sociedad se derrumbase por completo, por lo que es válido decir que el incesto es antipatriótico. El límite estaría en el primillo segundo que te follaste en las fiestas de tu pueblo, pero, así como en la realidad tus hermanos y tus padres te harían vomitar y el primillo segundo da morbo, en el porno la cosa se invierte por completo. Sí, y acabo de decir que los occidentales ven el porno como algo "real". De hipocresía también conocemos.

A puro golpe de ojímetro, diría que la industria pornográfica empezó en los 70s a partir del éxito de Garganta Profunda. Al principio, las películas tenían un enfoque bastante diferente, centradas en la historia y en el erotismo más que en la pura pornografía, dedicadas a chicos y chicas por igual. Pero las chicas dieron la espalda al porno por varios motivos. Se convirtió pronto en un campo de nabos y el porno se transformó poco a poco en las fantasías de los hombres hechas para que las consumieran hombres. Y, dado que en la realidad para un hombre hetero ligar es más difícil que para mí salir de Hierro en el LoL, la fantasía sexual de un hombre (hetero) es literalmente una mujer con iniciativa para decirle sus sentimientos con claridad. Justamente por eso, las películas porno para hombres suelen ser un festival en el que el hombre no hace nada, y si hace algo, es extralimitarse, pero todo le sale bien, y las mujeres se lo dan todo cocinado y servido. Lo que nos gustaría que nos pasara hoy mismo; ligado a lo real, sí, pero fantasioso.

Desde hace muchos años, el sexo en la pornografía es tan sencillo de alcanzar que no tiene valor, más que el de ver en directo el ñiqui-ñiqui. El cámara entrevista a una chica, ¿la cuarta pregunta?, que si hay sexo. "Uy, te has manchado, déjame que te saque la polla de los pantalones a la altura de mi cara y fingiré sorpresa por este pedazo de contramuslo mientras la mano va al pan." "Ayúdame a limpiar... ¡oye!, que no intentaba provocarte con esta camisa que deja nada a la imaginación, pero bueno, como me has ayudado, deja que me meta en la boca tu paquete que no deja nada a la imaginación." "Hola don Pepito, hola don José", sexo. Sobre las lecciones erróneas que un chavalín de 15 años está aprendiendo ya hablaremos otro día, a donde voy es que el sexo es fácil, y, a no ser que vayas a franquicias con alta producción especializadas en hacer series con historia, encontrarte una trama más allá de la trama está difícil.

Aquí entra el incesto. Sus películas no requieren una trama complicada y son asequibles de producir. Hay una historia por simple que sea, y el sexo no es fácil, porque es tabú. Hay oposición, por parte de al menos una de las partes, para que el sexo suceda, porque son parte de la familia, porque la madre estaría engañando al padre, o la hermana al novio, lo que sea. Las implicaciones de ese sexo, en un contexto de sociedad real, impiden que se produzca fácilmente. Algo debe hacer que se produzca, bien el desgaste pico-pala, bien una coincidencia, bien un flirteo ingenioso y consensuado por ambas partes. Como en la vida real. La única excepción sería cuando una de las partes insiste en tener sexo "como en los viejos tiempos", algo que puede dar morbo porque uy, qué familia más viciosa, pero seamos sinceros, tú has follado con tu ex o con un ligue tiempo después de haberlo dejado. Siguen siendo "los viejos tiempos", y sigue pasando.

Un formato muy extendido entre los vídeos incestuosos es el de dividir la media hora que suele durar un vídeo porno estándar en varios capítulos. Las películas normales suelen ir a una sola escena, en la que el sexo se produce y se termina, pero aquí van más rápido para abarcar más escenas con cada vídeo. Vemos una progresión en el flirteo de la familia que tiene sexo, y normalmente no follan hasta el tercer y último capítulo, a modo de clímax, de "síiii, lo conseguí", que es más o menos como se siente un hombre (hetero) estándar cuando liga. A veces el sexo llega antes en la vida real, y por eso en varios vídeos el sexo también llega antes, pero al menos hemos visto un formato de 2-4 capítulos en el que su relación ha evolucionado, una evolución que incluso en los ligues rápidos de discoteca suele producirse.

¿Estás empezando a ver un patrón? Pues por favor, no lo veas todavía, que quiero seguir. Hemos visto algunas razones por las que el sexo incestuoso nos genera interés, pero eso no significa que nos guste que hagan el incesto. Al fin y al cabo, mientras un oriental se deja llevar por la película sabiendo que es ficción y le da todo un poco igual, nosotros seguimos teniendo la realidad muy presente, y aunque nos guste que haya resistencias y tiras y aflojas, con el tiempo hemos acabado por aliviar el corsé que supone el incesto creando relaciones de hermanastros y padrastros.

Sigue existiendo la misma coyuntura para todo, pero ahora no tienen relación de sangre, por lo que si sienten deseo, está "perfectamente justificado" y no es ningún escándalo, porque la madrastra a la que te estás follando es la novia de tu padre, una novia que en cualquier momento se puede ir y ya no es nada tuyo. Es familia, pero por conveniencia. Así nos quedamos con lo mejor de los dos mundos.

Pero, aunque he insistido en que hablo sobre la forma occidental de pensamiento, en realidad tanto a orientales como a occidentales lo que les gusta es que haya un tira y afloja en la relación y haya un motivo de peso para que no se produzca, porque esa tensión hace que la catarsis sea más grande. Coño, pensándolo bien, casi todo el porno que se produce en Japón es hentai, es decir, dibujos animados, y con los dibujos animados es más fácil desconectar de la realidad y disfrutar de la ficción sin moralinas. Y en los cómics porno occidentales, como precisamente son dibujos, normalmente el incesto se produce de forma sanguínea porque nos es más fácil sudar de todo y no juzgar.

Al final, el porno incestuoso existe por el tabú, por el morbo de ver algo que está prohibido hecho posible, pero se ha convertido en un titán de la industria por el abuso de la fantasía masculina que, aunque nos gustaría que se produjera en la realidad, no se produce. Y aunque la culpa la tiene el onvre, no debemos olvidar que todo es producto del sistema actual. El onvre acapara el negocio y hace que muchos busquemos tramas más realistas en el incesto, pero acapara el negocio porque las mujeres siguen viendo y pagando poco porno. Ven poco porno porque hay un gran estigma que etiqueta de zorras a las mujeres y las reprime, y ese estigma lo han creado... los onvres. Vale.

Seguiremos esperando a que las cosas sigan cambiando poco a poco de forma natural haciendo pequeñas presiones, pero mientras tanto, si quieres contenido pornográfico más natural, tendrás que conformarte con porno femenino o algo tan antinatural como el incesto. Joder, sí que es antinatural, pero es coherente, teniendo en cuenta que la industria pornográfica está dada la vuelta. Hale. ¡Besis de sirope de fresi en ese sitio que a ti y a mí nos gusta!