Videojuego: Super Mario Bros. Wonder (Switch).

Puedes estar más o menos de acuerdo, pero sé que muchos piensan lo que voy a decir: los juegos 2D de Mario son reguleros. Sí, son entretenidos, están bien hechos, pero no aportan nada más que rellenar tiempo vacío. Como plataformas son bastante pasables, pero no tienen alma. Potenciadores, enemigos, saltos, el tiempo va corriendo, vas consiguiendo vidas con las monedas, pum, terminas el nivel y al siguiente. Dime, ¿por qué iba a jugar un Mario 2D pudiendo elegir un plataformas como Ori and the Blind Forest o Hollow Knight que me dan lo mismo con un mundo cohesionado y con alma, y una historia que me engancha? La fórmula de New Super Mario Bros. llevaba sin tocarse desde 2006 con juegos clónicos, y para una vez que la tocaron en 2013 con Super Mario 3D World fue, para mi gusto, a peor.

Entonces, aparece 10 años después este juego como uno de los grandes lanzamientos de la consola. Tiene buena pinta, pero soy escéptico, porque es un Mario 2D. Una amiga lo tiene y jugamos los dos el primer mundo. Me enamoro, del juego y (de ella) de cómo jugarlo acompañado lo mejora todo. Agarro a mi primo de los brazos, le arrastro hasta mi casa, le encierro y no le doy de comer hasta que nos lo pasamos juntos. Déjame hablarte sobre lo que ha pasado. En el juego, no en mi casa. Ya le dejé salir.

Para empezar, el tiempo de desarrollo: no hubo plazos. A un empresario de medio pelo le parecerá rarísimo que un juego en el que hay tiempo de madurar todas las ideas sin prisa y descartar lo que no funciona saldrá al mercado como algo fresco y buenísimo que va a vender mucho más, pero por suerte, Nintendo, siendo muy japoneses en el peor sentido, sí se permite ese tipo de excentricidades. El tiempo invertido se nota porque, siendo un Mario 2D de toda la vida, parece haberse hecho de 0 y se ve renovado.

El diseño de los personajes y las texturas ahora es más moderno y colorido, más llamativo al ojo, y joder, el apartado entero de arte ha pegado un subidón importante; recuerdo que cuando llegué al nivel de las nubes, me quedé con la boca abierta. Donde antes todo eran carcasas que se movían por el nivel como autómatas, ahora han llenado a los personajes con animaciones de todo tipo para todas las situaciones que les otorgan vida, a nuestros avatares y a los enemigos también, que si están durmiendo pueden asustarse si saltamos cerca de ellos, por poner un ejemplo. Ahora tienen alma, por lo que matarlos es mucho más sádico, y, por tanto, mejor. Qué leches, juraría que hasta las físicas se renovaron, porque siempre he sentido que Mario daba saltos en la Luna, pero ya no.

Y hablando de físicas y mecánicas. Es de agradecer que ya no saltemos entre niveles clónicos y protocolarios cada vez más (ligeramente) difíciles, sino que cada nivel tenga su propia personalidad, accesibles para el novato y difíciles para los que quieran. Hay bichos que sólo están en un nivel y no vuelven hasta los especiales, a veces va sobre medir sus tiempos, otra sobre botar sobre ellos, otra sobre hacer que ellos salten... Hay niveles que van sobre caer, otros sobre huir, una carrera, un buscar y encontrar, y sobre esa variedad, puedes equiparte insignias que te dan habilidades que, según el nivel, habrá más convenientes que otras. Y luego están las flores Wonder, que no dan nombre al juego por nada, el nombre y el apodo: Super Mario Bros. Drogas. Normalmente, la flor Wonder potenciará la mecánica que esté sucediendo en el nivel, pero a veces se sacará del culo algo sólo para sorprender. Prefiero no destripar nada para que lo vivas tú, porque esa flor es el juego.

Pero no es la única mejora. Que puedan jugar 4 jugadores a la vez y no se molesten entre ellos como en Super Mario 3D World, y que al morir puedan revivir tocando con el fantasma a un compañero, hace que el sistema de vidas no se haga tan puñetero y hace también que jugar en compañía sea muuuucho más divertido y dinámico. Detalles como que los 4 puedan caminar por el mundo semiabierto y entrar en niveles les da valor y no son sólo apéndices del Jugador 1, y, de paso, que los sectores del mundo tengan cada uno un rollo de avance tan distinto les da esa alma que le faltaba con el sistema pasillero de los cojones de toda la vida. Ahora el mundo desértico no es un pasillo con arena, sino que para encontrar los niveles, has de ver su "espejismo".

Después de tanto sexo verbal con el jueguito, sólo queda la lástima de no haber durado más y algunos detalles menores. Siendo un Mario, no esperaba una historia especial, pero ya que la jugabilidad está conseguida, creo que una historia no más profunda, sino más interesante, haría que estuviese más enganchado. Hubiera estado bien que en cada sector del mundo hubiese una mecánica en sus niveles muy diferencia de los otros en lugar de relegar sólo en sus enemigos, que el sistema de vidas desapareciera o se renovara y que las insignias hubiesen estado más balanceadas, pues mi primillo shico y yo nos las apañamos con 3 todo el juego, o que la cámara tuviese un mejor diseño que seguir de forma fija al Jugador 1. Otros detalles, como el online, han sido un paso hacia adelante, pero todavía es muy prehistórico y puede hacerse mucho mejor. Parece haber sido una mecánica añadida en el último momento.

Y bueno, al final es un Mario, ¿no? Sabemos qué esperar de él y es para todo el mundo. No se trata tanto sobre lo que tiene el juego, sino sobre el hecho de que le haya dedicado una reseña en primera plana. Lo que más te recomiendo es que secuestres a un familiar, a un amigo o a alguien de la calle, lo ates al sofá y le obligues a jugar contigo para pasar un rato cojonudo. ¡Besis maravillesis!