Película: Furiosa.

Esta reseña contiene espóilers leves. No arruinaré tu experiencia, tranquilo.

Como te pasó a ti, vi Mad Max: Furia en la carretera en mi casita, esperando una peli buena, no la obra monumental que es. Para que te hagas a la idea, me la descargué pirata, me estaba meando que flipas y dije "voy a comprobar que esté en castellano y no en latino, meo, y ya me la veré después de cenar". Bueno, pues apreté el play y me quedé clavado en la silla, me la vi toda de una, sin cenar ni mear ni nada. Lamenté muchísimo no haberla visto en el cine, por lo que con esta película no perdería el tiempo. Hice los deberes: leí opiniones para tener una idea de qué me iba a encontrar, y los detractores decían que:

• abusaba de los efectos digitales
• avanza a empujones
• ... y ya está.

Por el otro lado, los que la disfrutaron decían que:

• es película imprescindible para ver en el cine
• la hora final es brutal
• suma a Furia en la carretera
• habla de temas que nos importan hoy en día
• graba las secuencias de acción de una forma novedosa e inventiva
• es desgarradora
• George Miller, con 79 años, sigue rodando con febril juventud

... y oye, los críticos profesionales saben más que yo, pero si mi opinión te importa un mínimo, no estoy de acuerdo con ninguno. Ninguno, ni los que la defienden ni los que les dio igual, no estoy de acuerdo con nada de lo enumerado arriba. Estoy solo y en medio del desierto con mi opinión, como si hubiese visto una película distinta... y eso me lleva a tener que explicarme.

Algo bueno que tiene Furiosa es que no hace falta haber visto nada de la saga Mad Max, simplemente explica los orígenes de un personaje principal de Furia en la carretera y no da por sentado que la hayas visto. Sigue teniendo las icónicas escenas de acción con vehículos, pero ni están rodadas de una manera diferente a Furia en la carretera, ni hay escenas de acción que no tengan vehículos de por medio, por lo que variedad, lo que se dice variedad, no hay, pero las escenas de acción, ubicadas sobre todo en el segundo tercio de la peli, son claramente lo mejor.

Tampoco es que haya demasiado frenesí en algún momento, no debe haberlo, tampoco. Aquí no hablamos de Max, hablamos de Furiosa, que vive las cosas de otra manera y lo vemos a su modo, un modo más personal y sentimental, más sosegado. En Furia en la carretera, uno de los recursos que más me gustan es que en algunos momentos de acción aceleran lo que se ha grabado para que todo se vea más ágil y errático de lo normal, y aquí también se utiliza ese recurso, pero de una forma más ligera, más de calle, más... de los 79 años del director, no de un "joven febril". Quizá mi escena favorita sea la del personaje de Chris Hemsworth, cerca del final, cuando mira a la nada mientras los suyos dan vueltas en moto a su alrededor, porque esa escena utiliza muy bien esa técnica de la aceleración sutil y representa muy bien cómo se siente, de una forma realmente creativa.

Pero no me ha parecido desgarradora, ni que hable de temas que nos importen, porque, de hecho, a mí esta Furiosa me ha importado porque ya me importaba la de Furia en la carretera, y no es por la interpretación de Anya Taylor-Joy, sino por los pocos matices emocionales que aporta el guión. ¿Suma a la peli que precede? Yo diría que no. Por un lado, tienes la película de Han Solo, que te cuenta hasta de dónde vienen los putos dados que lleva colgados en el retrovisor y que ni a Peter el Gordo le importan, y por otro lado, tienes aquí una película tan centrada en ser su propia cosa, que utiliza personajes que ya hemos visto pero no hace nada con ellos. ¿Cuál es la relación entre Immortan Joe y Furiosa, si apenas comparten 10 segundos en pantalla cuando ya es adulta? ¿Dónde está el hijo-bebé-barbudo y qué fue del hijo no tan tonto que sale aquí? No se dice. Como resultado, salgo del cine sin saber datos estúpidos, cosa que está bien, pero con más preguntas que respuestas sobre los asuntos que atañen directamente a Furia en la carretera.

Tampoco me gustó el clímax, por lo que no puedo decir que la última hora es increíble. Sí me gustó el enfrentamiento final, pero reconozco que los últimos 20 minutos estaba más confuso que enganchado. No fue porque avanzara a trompicones, no creo que tenga problemas de ritmo, y tampoco fue por los efectos especiales porque son buenísimos, sino que fue por una mezcla entre una dirección inspirada lo justo y necesario y un guión flojo.

Sí, agradezco que esta película quiera ser diferente a Furia en la carretera, pero si así quiere ser, no debe depender de lo que pasa en esa película para resultar emotiva aquí. Porque por más diferente que quiera ser, si el núcleo emocional es el mismo y encima está fuera, y lo que ocurre en la historia, si bien entretenido y bombástico, ni nos engancha ni es tan espectacular como para ver en el cine de forma imprescindible, al final hace que la peli se quede sola. En medio de un desierto que la separa de las buenas y de las malas películas. Es un vergel, rica, diversa, pero dependiente de la película que vino antes, como si fuera un añadido, pero su propia cosa al mismo tiempo. Y no puedo dejar de insistir en que, si bien he pasado un buen rato, no puedo dejar de darle vueltas a un montón de cosas que no me cuadran con la otra película o están ahí sin tener que ver con ninguna de las dos, o personajes que aparecen de la nada, están un rato, se marchan o mueren y me han dado igual. Al final estamos solos, la peli y yo, discutiendo, amándonos y odiándonos en medio del desierto, sucios, excitados y con arena entre la pierna y el escroto. Besis de gusalina.