Top: Las mejores escenas de Arcane.
La serie Arcane es una colección de escenas increíbles. No importa que sea un momento de transición o uno que sólo sirva para establecer una atmósfera, cada segundo está estudiado para condensar una cantidad imposible de detalles y sentimiento.
Hoy voy a repasar contigo las escenas que considero superiores dentro de la serie, pero quiero dejar claro que este es mi criterio subjetivo y que no sé tanto sobre cinematografía como me gustaría. No es fácil decidir 20 entre todas las escenas y mucho menos ordenarlas, y no lo digo tanto por las que sí o sí tienen que estar ahí y es debatible cuál sería superior, sino por esas escenas que no son tan impactantes pero tienen que ser comentadas, y muchas de ellas han tenido que quedarse fuera.
Hablando a partir de ahora con espóilers, no voy a poder hablar sobre el momentazo en el que Jinx pierde el control en el zepelín al ver a alguien parecido a Vi, no comentaré la coronación de Caitlyn, que me parece brutal, y también he dejado fuera la entrada a la batalla de Jinx y Ekko en el último episodio, o la expulsión de Heimerdinger del Consejo (durísimo dejarlas fuera). Joder, y también el descubrimiento de la anomalía. Y apenas voy a hablar sobre Silco, teniendo escenas brutales como su extorsión al sheriff Marcus a mitad de la primera temporada. Hay muchas muy buenas que no entran. Muchísimas.
Mi criterio es sencillo: no voy a basarme en las escenas que más me gustan, sino las que tienen un buen equilibrio entre una cinematografía exquisita, un momento bien escrito, la capacidad para transmitir sentimientos y, como ya me conoces, sabes que voy a tener en cuenta que utilicen otras técnicas de animación diferentes a la habitual o algunos fotogramas especiales, hablando precisamente sobre transmitir sentimiento. Tal y como las he ordenado, habrá primero 11 escenas geniales, luego 6 escenas perfectas y, por último, 3 que son directamente una leyenda. Dicho esto, voy directamente al lío.
20. Viktor, el Mesías.
El lenguaje cinematográfico no consiste en estos planos estudiados y pedantes que, hasta que un sabioncillo con gafotas no te explica, carecen de sentido y sentimiento. Sí, el cine puede ser así, pero sobre todo se trata de convenciones que son así porque sí, porque a alguien se le ocurrió, tenía sentido en nuestra cabeza, y lo imitamos en otros trabajos.
Ya desde el principio tenemos a Viktor con cayado (bastón) y toga similar a lo que entendemos como Jesucristo, caminando entre parias, con planos muy fijos y lo suficientemente sostenidos para que nos transmitan calma. La música acompaña el sentimiento de ausencia de peligro, es más, nos indica cierta elevación, y miramos a los parias desde la perspectiva de Viktor, desde arriba, mientras que siempre vemos a Viktor desde abajo, como el semidiós en el que se ha convertido. Él está por encima. Y, cuando ha curado a su primer "leproso", vemos al curado a nuestro nivel, incluso un poco por encima. Ha sido salvado.
Por supuesto, que todos se arrodillen en un plano lejano que parece un putísimo cuadro ya nos hace entender que es una escena bíblica, pero el mérito de la escena está en transmitírtelo desde el principio.
19. Ambessa gana la batalla.
Un crítico, no recuerdo quién, comentó que algo genial de Ambessa es que jamás la sentimos en control de la situación en Piltover, pero cuando combate, es una bestia imparable en completo control. Cuando consigue someter a Piltover, Ambessa emerge de las escaleras con su máscara y la cámara se recrea en cada paso que da hasta que reclama la victoria.
La escena se alarga más, pero sólo por su música, este primer momento generó un impacto brutal en todos los que lo vimos. La hizo parecer invencible, y los siguientes segundos sólo refuerzan su sensación continua de control, cuando clava sin esfuerzo una puñalada a Caitlyn que sólo podemos ver durante un fotograma.
Pero hay más. Cuando Maddie aprieta el gatillo y cuando muere por su propia bala, podemos ver sólo dos fotogramas, uno por cada momento, en el que la pantalla se vuelve totalmente negra salvo por los contornos. Estas dos imágenes no se aprecian si no ralentizas la escena, pero ayudan inconscientemente a que nosotros sintamos más intensamente el impacto, y el hecho de que se curren esas imágenes, sonrisa de Maddie incluida, sólo para apenas verse, dice mucho de la calidad cinematográfica de la serie.
Otra cuestión poética, hablando sobre la falta de control de Ambessa, es que la persona que la separe de la victoria total sea Mel, su hija, la razón por la que su madre comenzara esta masacre al sentirse amenazada, y básicamente, la razón de todas sus malas decisiones.
18. Jinx huye del Gris.
El disparo al Consejo condenó a Jinx. La primera temporada acabó mal y hubo que esperar 3 años en los que se asentó dentro de nosotros que ella era una asesina, estaba perdida y un acto tan icónico en nuestra cabeza no tenía forma de redimirse.
Durante toda la segunda temporada se hace un esfuerzo titánico para humanizar a Jinx y hacer que la veamos con otros ojos, primero salvando una niña y, pronto, poniéndonos en su piel siendo, por primera vez, la presa.
La buena es Vi y la mala es Jinx, eso lo teníamos claro, pero después de perder el contacto con Vi al ponerse el uniforme de poli, lo siguiente que vemos es un gas asfixiante y unas máscaras que no permiten ver a la persona detrás de los guantes de pegar hostias.
Como si de un videojuego de terror se tratara, después de unos segundos de anticipación, después de ver al Gris comportarse como si fuera un animal gaseoso, seguimos a Jinx huyendo de unos monstruos desdibujados que respiran como máquinas mientras Jinx sufre y se está asfixiando. La escena no es una locura por sus filigranas, sino por saber meterte de lleno en la humanidad de una chica que ha matado a mucha gente, y volver a desdibujar la línea entre buenos y malos.
17. La negociación en la muralla.
Es necesario que te aporte contexto, mi pana. Silco es el villano de la primera temporada, y allá donde va, salvo contadas excepciones, se encuentra en lugares fríos y lúgubres, siempre con una gran masa de colores oscuros en plano. Sin embargo, en todos ellos, si te fijas, vas a ver una luz cálida. En su plano de presentación, la luz se encuentra muy alejada, porque esa luz representa su bondad, y su odio hizo que la apartara de su lado.
Dije que en contadas excepciones sí se encuentra en un plano cálido, y son dos: cuando acaba con Vander en el fuego y adopta a Powder, y cuando juega/amenaza a la hija de Marcus. En ambos casos, es una hija la figura que le imbuye de esa luz, Powder, como dándonos a entender que por más que Silco amenace, ve en la hija de Marcus a Jinx y no podría matarla.
Y es que, cuanto más se acerca a Jinx, esa luz está más presente en sus planos, y vemos su despacho de mafioso pintarrajeado con los dibujos de Jinx, porque se niega a borrarlos.
Así llegamos a su negociación con Jayce para conseguir lo único que siempre soñó: la independencia de Zaun. El plano es totalmente cálido y Silco tiene la sartén por el mango. Sólo hay una condición... que entregue a su hija.
Ey, observa la puesta de sol, cómo de cerca está de él. Silco tiene a Jinx, al único resquicio de amor que le queda, más cerca que nunca, ahora que ve que puede perderla a cambio de conseguirlo todo.
Entonces, Silco mueve la cabeza y, literalmente, se come el sol. Le vemos a contraluz, y el plano se oscurece. Inconscientemente, cualquiera podría sentir que su luz ha desaparecido y ha quedado vacío porque sí va entregarla... porque la escena es deliberadamente ambigua, pero no. Silco quedó oscurecido cuando se tragó la luz y ahora, a punto de perder esa luz, la aceptó dentro de sí y se dio cuenta de que jamás tendría lo que quería, porque ya tenía todo lo que necesitaba.
A lo mejor he puesto esta escena demasiado abajo.
16. La explosión azul.
En una escena importante que afecta a muchos personajes, es muy difícil montar la película. ¿Cómo lo ordenas y cuánto tiempo das a cada cosa para que se entienda todo y se le dé a cada parte el tiempo suficiente para que lo asimilemos, sin sacrificar el ritmo natural de la escena?
La solución aquí estuvo en repetir el mismo momento cada vez que cambiamos de perspectiva, y me parece elegante por dos motivos: por un lado, nos enteramos bien de qué le ocurre a cada parte, y por otro, ver la misma explosión una y otra vez nos insiste sobre su importancia. Es la explosión que va a marcar las vidas de casi todos los protagonistas, por lo que paladear cómo se va todo al garete está perfecto. Obviamente hay sentimiento aquí, pero, aunque no haya una construcción simbólica como en el anterior, está más arriba porque no hace falta tener la antena puesta ni un poquito, porque la desesperación entra sola aunque estés medio dormido, y eso es lo más importante.
15. El general Parlec.
Arcane no destaca por tener una escritura brutal en su primera temporada, pero creo que esta escena es genial a nivel narrativo, yo creo que la mejor planificada de los 9 primeros capítulos. Tal y como el montaje nos va enseñando, primero vemos a Ambessa disfrutar del baño con los ojos vendados, luego a Jayce, que está viendo a la madre de su novia en pelotillas, y luego un plano general que nos muestra a los dos de perfil. Jayce está elevado y debería tener el control de la situación porque es el dirigente de Piltover, pero es un engaño: la mitad de Ambessa es más pesada, su guardaespaldas está detrás de Jayce y el mural del fondo apunta al chaval con un montón de lanzas.
Cuando Ambessa habla a Jayce sobre el general Parlec y cómo combatía con los ojos vendados porque "la mente se esconde tras el cuerpo", lo hace de forma anecdótica y con ella misma teniéndolos igual, pero la conversación toma un giro. Ambessa quiere que Jayce cree armas, él insiste en que la ciudad subterránea no es problema, pero ella toma el giro igual que la conversación, y dice que el Consejo es el problema, siendo "la mente tras el cuerpo".
Jayce contraataca con otro argumento, pero Ambessa se quita la venda, un elemento importante que la cámara nos muestra, se levanta y camina hacia él con el cuerpo desnudo. Esto no es un argumento en sí mismo, pero muestra confianza y falta de pudor, nos muestra que ella no se detiene hasta ver el trabajo hecho, algo que Jayce no tiene y le descoloca, y así, ella le lanza su última advertencia. El general Parlec, el de la anécdota, el que no vio que el problema estaba en la mente tras el cuerpo, murió masacrado con los ojos vendados. Ambessa nunca estuvo de acuerdo con la filosofía del general, la misma filosofía que Piltover había estado teniendo, y confronta a Jayce para que actúe y haga a Piltover abandonar su filosofía original. Podría haber sido una conversación funcional que nos llevara a la siguiente escena, pero la metáfora del general y todos los símbolos alrededor es una muestra de por qué Arcane ha llegado donde ha llegado.
14. El espejo roto de Jinx.
Que sea obvio y lo pongan en tu cara no quita que sea bueno. Esta escena es brillante por varias razones, y la obvia es la de la foto, el agujero en el espejo nos muestra la locura de Jinx, que no está bien. Pero hay más cosas. La cinematografía rápida aumenta la paranoia del momento, los planos detalle de las grapas clavándose en su herida nos transmiten el dolor y hacen que el sentimiento desequilibre aún más la escena, y los rayajos blancos suman más y más.
Esta escena, además, se complementa con otras posteriores. En su punto más bajo, Vi también rompe el espejo y coquetea con el desequilibrio al tenerlo muy cerca de la cara, alejándose un poco cuando le dicen que Vander está vivo. Pero el paralelismo más directo lo tenemos cuando vemos a Jinx y a Isha vivir en su refugio, y Jinx se coloca no totalmente fuera de la locura, pero sí bastante más lejos, porque la compañía, es más, la presencia de una hermanita menor de la que ella es responsable y la ausencia de un padre tóxico le están dando paz por primera vez desde hacía muchos años. Sube y mira otra vez el plano, es mucho más colorido ahora, y el agujero no está sobre el ojo, sino sobre su corazón.
13. Jayce, títere político.
Al principio de la serie, Mel es una bicha. Vale que lo haga por obtener la validación de su madre, pero le mola el dinero más que a mí hacer el imbécil, y Jayce es la inversión económica perfecta. Es brillante, crea cosas que pueden comerciarse y es más maleable que la Philadelphia de la tostada que me estoy comiendo. La genialidad aquí, aparte del montaje exquisito, es que todo se esté haciendo durante una actuación de teatro, mientras escuchamos a la orquesta y al violín frenéticos de forma diegética (es decir, que suenan en la escena) por parte del increíble Ray Chen. A vistas del público, pero a espaldas de todos. Mientras Heimerdinger, el presidente del Consejo, disfruta de esta obra de arte tan disfrutable, es ajeno a todos los trapicheos que están ocurriendo detrás de él.
Y todos sabemos cómo esos trapicheos, unidos a la enfermedad de Viktor, van a volverse en contra del profesor muy rápido. Heimer es un buen tío (en el fondo), con la cabeza y la visión en el sitio (en el fondo también), pero infravaloró la capacidad humana de ver el dinero mucho más brillante que los valores, sumado, quizá, a que no vio venir que en un mundo complejo, la moral de Hextech se iba a enturbiar con complejidades.
12. El sacrificio de Isha.
Cuando acabé de ver el capítulo, no habría más hasta la semana siguiente, así que me vi a mí solo en el vacío, con la pantalla del televisor negra. Tuve una crisis por ver mi propia oscuridad, mi vacío, delante de mí, y lo miraba con total tranquilidad y apatía. Esta escena, en general, me dejó sin nada que sentir durante un par de horas.
La escena en sí misma no tiene mucho misterio, pero agradezco muchísimo el cambio de estilo para representar los recuerdos felices de la pequeña, con un trazo simplificado, como si fuera un dibujo hecho en las clases de plástica. Y bueno, este fotograma en concreto, de todos, me mató, por la felicidad inocente escondida en los trazos. Aquí fue cuando sentí que iba a morir un niño.
Isha veía a Jinx como su heroína, y porque ella la salvó y le dio una vida más que decente, llena de buenos recuerdos, murió por salvarla. Pero fijémonos en el detalle. Isha carga la pistola con 3 piedras, las mismas que Powder puso dentro del mono en la explosión que lastimaría a todos menos a ella. Sin embargo, Isha realiza su sacrificio salvando a todos de Warwick (Vander) y sólo muriendo ella en el proceso. Para Isha, Jinx es la heroína, pero para Jinx, Isha es más de lo que ella pudo conseguir nunca. Y, por amor hacia Jinx, Isha la ha dejado sola, pensando que es la parca que destruye a todos a su alrededor. Mucho sentimiento junto como para estar una puta semana observando mi vacío.
11. Recuérdame.
Sólo una perra de la animación como yo va a apreciar la reverenda sacada de tranca que fue esta escena compuesta, o no, quizás todos estemos de acuerdo en que lo sea y todos podamos apreciar la conjunción de estilos que hay aquí. Durante los intentos que hizo Viktor de recordar a Vander su humanidad, vemos un montaje que combina la animación clásica de Arcane con los viajes astrales de Viktor, que siempre son el mejor culo del vestuario, en los que podemos ver escenarios dignos de un Dark Souls con caras de bestia, para llegar finalmente a la acuarela.
Obviamente, la escena está aquí por su acuarela. Sus cuadros, diapositivas al principio y una escena continuada después, con fotogramas variables, entra directa en nuestro órgano sentimental. Llega hasta nosotros la nostalgia de un pasado que no hemos vivido, y que, aunque no recordemos así las cosas, sabemos que así se verían los recuerdos bonitos. No hay fondo, no son grandes momentos, sino los momentos cotidianos de las personas que nos hicieron felices una vez. Aunque nuestro sentir conduzca a hacer daño muchas veces, lo que nos ancla a la humanidad y nos hace ser mejores es la búsqueda de esos momentos, que, por suerte o desgracia, no se suelen conseguir en soledad.
Mención adicional a la transición de recuerdo a realidad al final, y al hecho de que este capítulo tan fenomenal tenga 3 escenas una detrás de la otra, siendo el sacrificio de Isha, ésta y la siguiente.
10. Viktor observa la anomalía.
Me encantan las idas de olla. Que los artistas se flipen. Ver a un camión convertirse en un robot humanoide a puro golpe de ordenador, con mil cacharros yendo a todas partes, puede estar chulo, pero hay algo artesanal en la animación que supera a cualquier pantalla verde. Ni la escena psicodélica de Doctor Strange podría competir realmente cuando un animador dice "sujétame el LSD".
Sobre todo, porque esta escena no pretende fliparse. Viktor observa con Sky cómo Jayce asesina a Salo como si fuera una película, para pasar a observar la anomalía que trajo a Jayce de nuevo a la realidad. La cosa no está ni en lo que pasa ni en la parafernalia, que, al contrario que en Doctor Strange, aquí no hay, sino en la capacidad de los animadores para dejar claro que estamos en el plano astral y que Sky no es una compañera de viaje de Viktor, sino que es o bien parte del núcleo que vive en él, o la representación de su humanidad. Si te fijas, el cuerpo de Viktor permanece constante en todo momento, mientras que el tamaño del de Sky va variando, llegando incluso a desdoblarse del de él, todo con cuadros que merecen ir directos a mi fondo de escritorio.
Y lo que ya me remata la escena es que, para observar la anomalía, Viktor se la meta literalmente en el ojo y aparezcan los dos personajes dentro de ella. Una escena impecable que no requería tanto esfuerzo, y que, a la vez que da comienzo a la segunda mitad de este top, finaliza un grupo para dar paso a otras escenas que considero de otra liga.
9. El prólogo en el puente.
La cancioncita de Powder también se te metió en el cerebro, ¿a que sí? Un tema sensible y dramático que siempre me hace llorar representa durante toda la serie la humanidad de Jinx. Aquí, sin embargo, la orquestación de la canción está marcada de tragedia... y de rabia, incluso.
Pero hay que recordar que esta es, literalmente, la primera escena de la serie. ¿A ti también te pasó que, cuando viste a Vi ver a sus padres muertos y luchando por no llorar de esa manera tan humana, dijiste "vale, esta serie va a ser buena"? No pasaron ni (déjame comprobarlo...) 3 minutos y ya estaba dentrísimo en la serie, confiando en lo que me quisieran contar los creadores. Esto es muy poco usual, al menos conmigo. La escena en el puente combina el montaje, el color y, la música y el diseño de sonido (los ecos, los rayajos) para transmitirte violencia, dolor y rabia, sin una sola línea de diálogo más allá de la canción.
Un puto escenón, engrandecido por las caras de piedra en el puente y rematado por el edificio del Consejo de Piltover, al que no le afecta el humo provocado por el fuego de la represión hacia sus ciudadanos más pobres. Brillante.
8. Mientras Jayce se venía, Viktor se nos iba.
Repito que la mayoría de estas escenas no necesitaban ser tan buenas. Yo mismo estoy bastante en contra de las escenas gratuitas de sexo, porque una cosa es la sexualización básica de tu personaje, como un atributo más que se extiende de forma natural, y otra es ponerlo para que la audiencia tenga su caramelito, porque un personaje, por más ficticio e irreal que sea, no es necesariamente un caramelito, es una herramienta, un concepto, y si queremos tratar ese concepto como si fuera un humano complejo que se haya de tomar en serio, no podemos hacer de él un caramelito. Esto significa que todo erotismo ha de ser una extensión del personaje y ha de tratarse con la seriedad adecuada a lo que quieras conseguir.
Digo esto porque estoy bastante a favor de que los personajes follen, pero la escena de chusque ha de cumplir su propósito dentro de la historia y el concepto que quieres tratar, y Mel, Jayce y Viktor son conceptos que quieren tratarse en serio y que les veamos como humanos lo más reales posible. Si Viktor va a hacer el amor (involuntariamente) con su núcleo Hex y conectarse con el Arcano, el paralelismo entre los dos se vuelve más potente cuando astralizas ambas escenas de sexo, y todavía es más potente si, mientras Jayce disfruta con la mujer más bella de la ciudad, Viktor está sufriendo su proximidad a la muerte, creando así un paralelismo y un contraste al mismo tiempo.
Siento mucho si racionalizo tanto el puto sexo, pero me parece que no me necesitas para explicarte por qué la escena es bella, o cómo el montaje hace que los dos personajes vivan lo mismo y lo contrario al mismo tiempo. O la música compuesta por Noah Gladstone y su equipo. No necesitas que te explique la música, ¿a que no?
7. Funeral a carboncillo.
Arcane necesitaba replicar su escena en el puente para recordarnos a todos que no había perdido el toque y que la espera iba a merecer la pena. Al minuto 4 de la segunda temporada ocurre exactamente el fotograma que ves arriba, y ya estaba dentro. El carboncillo es idóneo para plasmar una realidad en blanco y negro triste, desdibujada y sucia. Y lo guay aquí no es que utilicen carboncillo, que sabes que me flipa, sino qué elementos deciden mantener con la estética normal. Vemos a Caitlyn y vemos a su madre en el féretro, vemos los pétalos de la flor que le recuerda a ella (¿vi-oletas?). El féretro se cierra, y Caitlyn mueve la cabeza, un centímetro sólo, para seguir guardando la compostura ante todos los ojos que miran, pero intentando arañar al tiempo el ver por última vez a su madre sólo una décima de segundo más.
Vemos a Vi, la única persona viva que puede iluminar a Caitlyn y darle consuelo, caminar entre gente de carboncillo. El hecho de que el carboncillo se mueva a una tasa de fotogramas mucho menor que ella, y que "mueva" sus brillos incluso cuando las figuras están estáticas, genera un contraste inmediato con Caitlyn y Vi, pero sobre todo con Vi, quien es la que más gesticula y más se mueve. ¿Fue cosa del director artístico hacer esto? Que alguien le dé un premio, por favor. Bravo. Han logrado que me sienta triste, extasiado por la belleza y confiado en que el viaje que queda va a ser la hostia. Muy bien, Fortiche, estáis a otro nivel.
6. La cena diabólica.
Siniestro, siniestro. Para los que esperábamos la batalla épica prometida entre Vi y Jinx en el final de la temporada, nos pillaron con las manos en la masa y dentro del carrito del helao. O no, no sé ya ni lo que digo. Ya había cierta anticipación porque Jinx se estaba bajando a todos los jugadores de este battle royale uno a uno, y el comienzo es prometedor. Vi despierta en la oscuridad, atada y sola, mientras Jinx suelta típico monólogo villanesco, pero el monólogo cambia pronto a uno diferente: hay esperanza de reconciliación, y con ella, el final feliz.
Pero no están solas. Frente a la protagonista, el villano, y entre ellas, los muertos que hubo por el camino. Aunque las palabras que dice Jinx son moderadamente esperanzadoras, el ambiente es tétrico y no pinta bien. Entonces, aparece con una bandeja y menciona a Caitlyn. No sé si debo dar el crédito a la atmósfera, a la música o a los animadores de las expresiones faciales de Vi, pero creo que todos entendimos que la cabeza de Caitlyn podía estar en esa bandeja. Con la tensión acumulada, Jinx aprovecha que parte de ella se pincha y lanza un chascarrillo, magnífico. Pero pronto viene la trampa... porque, ¿quieres el final feliz? Alguien ha de morir en esa mesa.
La forma en la que se juega con la inestabilidad de Jinx, de forma tan plausible, y cómo todos los elementos se anuncian de forma ordenada para que se entienda todo lo que sucede, al tiempo que la tensión va creciendo, es cosa de una cinematografía muy bien pensada y ejecutada. Esa escena es un caos, como debía ser viniendo de Jinx, pero se entiende sin problemas. Y conforme crecen la tensión y la inestabilidad, también el sonido se distorsiona.
Gracias a lo bien que se entiende todo, no hay dudas de que el muerto en la mesa va a ser Silco, y aún así, debido a que el montaje mezcla la bala fallida de Silco con las de Jinx, hay tensión hasta el último momento en el que se gira la silla. Esto ya no es cosa de cinematografía, pero las palabras de Silco rematan todo con broche. Sólo son unas palabras, pero oooggg, que nos hagan reinterpretar 6 capítulos de manipulación como un "simple e inocente" amor tóxico genuino está increíble, sumado a que profundiza todavía más en la tragedia de Jinx. Con Silco siempre jugaron a la ambigüedad, pero de tenerle tirria, pasar a tenerle respeto sólo con unas palabras es mucho trabajo. No es el clímax que queríamos, pero sí el que necesitábamos.
Y un poco relacionado con esto...
5. Jinx asalta revienta el Capitolio.
Ésta es una de esas escenas con diálogos que en los recuerdos de mucha gente, no tendrá diálogos. Es una escena que puedes escuchar, pero por su canción. Hay una preparación, la escena antes de la cena, en la que ya el Consejo está perdiendo los papeles ante la idea de dar la soberanía a Zaun, bañados de la luz roja de la luna.
Durante la primera temporada Jinx es un personaje trágico, que hace el mal porque básicamente es lo único que cree saber hacer. Después de asesinar a su padrastro de forma (relativamente) injusta, y sabiéndose la destructora de todo lo que toca, decide honrarle y dar de paso una lección a su hermana, a ver si ya por fin se rinde con ella y la puede mantener lejos... bueno, y una lección también a los putos ricos que han vivido cómodos mientras Zaun sufría. Jinx no es tanto una asesina, sino el producto de un sistema injusto que ve a sus ciudadanos como ganado y que no mueve un dedo pese a saber que los ricos son cada día más ricos a costa de los pobres. ¿Eres pro-capitalismo? Te mereces esa bomba, lo siento, es lo que hay. Los líderes iban a dar la soberanía a Zaun, pero ha sido muy poco, demasiado tarde. Bum.
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Y sobre la cara de Caitlyn aparece... |
Muy importante aquí el montaje, que acompaña los tiempos de la canción al mismo tiempo que nos dice sin decir dónde están los sentimientos de cada uno. Mel reniega de la aprobación de su madre en favor de Piltover, Caitlyn llora por su madre, y Jinx, que tiene los planos más descompensados, llora por Silco mientras los fotogramas azules añaden sensación de poder al disparo.
Ah, ¿y qué me dices de ese fotograma final? ¿Ta waaapo, eh? Ese torpedo ya existía en el juego, pero, igual que el mono también es su logo desde siempre, la magia de una buena adaptación no está tanto en explicar el por qué de las cosas, sino de dotarlas de un sentimiento, e, igual que el mono, ahora la habilidad final de Jinx me da miedo y tristeza.
4. Viktor gana a los barcos.
Como ya hemos visto en este top, una escena puede ser independiente del resto, o puede apoyarse en otras para ser mejor. No hay unas reglas claras a la hora de clasificar la mejoridad, y yo, personalmente, soy más partidario de colocar por encima el sentimiento y la sencillez al transmitirlo, antes que una escena perfectamente rodada con técnicas cinematográficas que, aunque muestra bien su idea, no tiene el picante de la emoción. Me gusta la técnica, sí, pero no la pedantería. Por eso esta escena me encanta. No importa que te hayas dormido media serie y te hayas perdido todo lo que te preparó hasta aquí, porque igualmente reconocerás la liberación de un hombre que corre por primera vez.
Viktor siempre ha sido un chaval recluido en sus inventos, bien por su mente de genio o por su cuerpo de lámpara de Pixar, pero desde que era pequeño, sus inventos corrían más que él. Se cayó persiguiendo su propio barquito que le llevó a conocer al Doctor, y tras todas las vueltas que da la serie, es el Doctor el que le da el medio para seguir adelante con su último experimento, él mismo. Cuando se mejora la pierna, Viktor la prueba en el puerto, y ojo aquí a los detallitos. Cuando camina tímido, hay un barco amarrado junto a él que nos tapa todo el fondo. Pero cuando empieza a correr, aparecen los barcos del puerto al fondo, y Viktor tropieza, haciendo que la cámara casi se vaya sin él, Viktor sigue corriendo, sobrepasa el centro del cuadro e incluso se adelanta a la cámara, y con ello, también gana a los barcos.
Elevan todavía más la escena con dos técnicas. Primero, el grito del final, que queda muy bien para rematar la escena, tiñe de emoción lo que pasa por si acaso alguno se ha dormido y no está captando bien lo que sucede. Es una técnica que Arcane utiliza mucho para tener enganchados a los que pillan los detalles y a los que no. Segundo, y esta es un poco más rebuscada, Viktor está corriendo de derecha a izquierda.
Aquí en occidente tenemos la manía de leer de izquierda a derecha, y eso nos condiciona mucho más de lo que creemos. A la hora de ver la publicidad en las revistas, a la hora de mirar a una hilera de sospechosos, o incluso al interiorizar algunos conceptos. Cuando un personaje en una peli mira hacia la nada pero lo hace mirando hacia la derecha, intuimos, de forma muy primitiva, que piensa en su futuro, en lo que todavía no ha leído, y lo contrario también se aplica. No es que Viktor mire al pasado cuando corre, sino que está sufriendo una involución, y está a punto de matar involuntariamente a Sky. Una escena simple y elegante, perfecta para mi gusto, que precede a las 3 últimas escenas y las que yo creo que todo el mundo estará de acuerdo en que son las más legendarias de la serie.
3. El baile-baile.
Hay muchos cineastas y críticos que han analizado esta escena, con mucha razón, porque hay algo tremendamente primitivo en ella y, por más que analicemos cada cosa que hace por separado, no vamos a rascar más allá de la superficie. Este baile entre Ekko y Powder significa muchas cosas. Primero de todo, hace referencia a su pelea de la temporada anterior, y muestra cómo un futuro diferente siempre fue posible. Si la violencia es un ciclo, el perdón destruye el ciclo, y a veces necesitamos un sacrificio mínimo (Vi) para abrirnos, concienciarnos y comenzar a sanar.
También significa mucho para Ekko. Después de todo lo que ha vivido, básicamente en lucha durante toda su vida, tener un momento tan mágico y agradable es todo cuanto necesitaba, porque necesitaba esperanza.
—Me rendí con ello. Contigo también.
—Yo... nunca te he visto rendirte con nada, Ekko.
El guion, además, está mucho más trabajado en esta segunda temporada. Ekko dice que le gustaría quedarse para siempre en este momento, y es verdad, porque toda la escena del baile se ve a 4 fotogramas por segundo, y, sabiendo que Ekko puede retroceder 4 segundos, nos da la idea de que, si por él fuera, estaría viviendo allí una y otra vez. Podemos añadir la tragedia de saber que él sabe que debe irse. Añadamos también que Powder le devuelve la misma frase que él le dijo, y luego va "¿Podemos fingir que es la primera vez?", una de las mejores frases de toda la temporada, teniendo en cuenta que Ekko tiene relación simbólica con el tiempo.
Pero nada de eso araña más allá de la superficie, y tanto tú como yo queremos hablar del baile-baile. Sobre la luz, la música, el efecto de los 4 fotogramas por segundo dándole una atmósfera que se parece a los recuerdos que recordamos en imágenes, a vivir en un sueño, a vivir colocado de felicidad, a vivir, al final, y cómo nos hace sentir tan dentro, viviendo el amor adolescente de dos chicos para los que las demás personas ya no existen desde que se han visto, un amor desarrollado en un solo capítulo. Viviendo. Esa es la palabra más visceral, porque al ver esa escena, yo sentí que estaba recordando un sentimiento que jamás he vivido. Nunca he sentido el amor así, y aún así, me sentí enamorado, no de la escena, no de los personajes, sino enamorado, en general. Pude sentir qué se siente. Viví eso a través del montaje de baile y conversación, a través de la cámara que gira pivotando alrededor de sus manos agarradas.
Y es que, ¿de qué nos sirve nuestro tiempo, si no buscamos esos buenos momentos y no los valoramos? Si la vida y otras personas tratan de hundirnos constantemente, ¿no es mejor, en el fondo, buscar estos momentos de celebración y rebelarnos contra la vida misma? No hace falta que te cuente que esta es mi escena favorita de toda la serie. Simple, delicada, elegante, potente. Este capítulo sólo tiene esta escena en el top, pero creo que podría ser, muy fácilmente, el mejor de todos, en conjunto. Al menos, es mi favorito.
Vamos a la segunda mejor escena.
2. La pelea-baile.
Si en este punto de la primera temporada los personajes hubiesen sido coherentes consigo mismos, hubiese sido Vi la que hubiese confrontado a Jinx, pero los guionistas querían a Vi con Caitlyn sumando tensión sexual, y querían a Ekko con Heimerdinger, por lo que tuvimos esta pelea. Ellos escribieron una pelea, se pegan, pumpum, él no puede rematar la faena y ella lo hace por él. Fueron los animadores de Fortiche los que, en un arrebato de inspiración, les apeteció crear la mejor escena de toda la primera temporada. Todos los elementos que la hacen tan increíble fueron cosa de los animadores y del director, así que un aplauso para los genios. *Sonido de dedos crujiendo* Muy bien, empiezo.
Comenzamos con la luz fría de los focos en el puente, medio dañados tras la explosión. Jinx camina igual que comenzó el baile-baile, cantando la canción del puente que ya mencioné. El ambiente es siniestro, Jinx da miedo. Todo se construye para que aparezca Ekko con su patinete, pueda hacerle frente y los dos queden como los titanes de la escena, uno frente al otro, una escena chulísima, y todavía falta lo mejor.
El reloj. Tic, tac, tic, tac, cada vez que se balancea como péndulo, entonces entra la música al ritmo, y joder con la música, qué buena es y cómo debe ser la de esta serie para que yo le dé crédito tantas veces. Y qué bien Fortiche por acordarse de lo que hay, dos niñatos, porque son niñatos, que tuvieron que crecer rápido por culpa de la violencia callejera, que fueron muy amigos y ahora han crecido como enemigos, solos, porque todos los suyos murieron hace tiempo. Podrían haber hecho un c pegan, pero decidieron tirar por el juego de niños, y con él, Jinx vuelve a ser Powder y Ekko vuelve a ser el canijo.
Se están contando 3 historias al mismo tiempo: Ekko está cara a cara con Jinx, está recordando cómo jugaban cuando eran pequeños y, con ello, está imaginándose cómo va a suceder la inminente batalla, y para las dos últimas, al no ser reales, el estilo cambia a uno (casi) puramente dibujado y en 2D. Vemos a los niños y los adultos intercalarse con un fondo plano adornado por animales. Planos detalle de la pistola y las balas para entender lo que sucede, mientras el Ekko adulto pisa charcos de pintura de los recuerdos de niños.
Las dos escenas están mezcladas, y aún así las entendemos perfectamente. Ekko pierde, y por eso, al retroceder (¿4 segundos?) sabe qué no debe hacer y, con la luz del foco parpadeante, volvemos a la realidad fría y violenta donde ya no es divertido pegarse puñetazos.
Fue la pelea-baile que se sacó de la manga Fortiche al crear la tragedia infantil e insinuar más de una capa de historia detrás de estos personajes, la que inspiró la del baile-baile una temporada después. Y, tras comentar 19 escenas, tocaba ya ir con la mejor escena de la serie, creo que indiscutiblemente.
1. Viktor y Jayce terminan con Hextech... juntos.
Creo que la forma más rápida de justificar por qué esta escena es la mejor de la serie sería adjuntar el vídeo y que le dieras al play. Después de 19 puestos alabando de forma constante a los animadores y a la música original de la serie, es bastante poético que el clímax de toda su historia y la que es la mejor escena, la lleven a cuestas ellos. Por supuesto, los guionistas le dan ese toque, esa sonrisa que te saca la sorpresa de que fue el Viktor del futuro el que buscó a Jayce desde niño para que evitara su triunfo, la dirección mantiene todo atado y coherente y el montaje es de putos locos, pero... música y animación.
Es lo que siempre hizo a Arcane algo distintivo, al margen de su calidad. Y Ray Chen, el violinista que estuvo (mínimo) detrás de otras dos grandes escenas de este top, la corrupción política de Jayce y la destrucción del Consejo por parte de Jinx, está aquí para darle el sentimiento delicado y el frenesí, a la vez, del momento más importante de dos de los protagonistas. Qué músico más bárbaro.
Lo que quiero decir es que la calidad de esta serie está a otro nivel y me parece muy loco que los productores aceptaran el presupuesto infladísimo y les dijeran a los artistas que adelante, que hicieran lo suyo y experimentaran, sin restricciones. Es una anomalía que ha dejado escenas brutales que han tenido que quedarse fuera, además de los regalos que he comentado hoy. Ha sido una entrada muy larga de escribir y editar, seguro que mucho más larga de leer, y te doy las gracias por haber llegado hasta aquí, habiendo sido un contenido tan personal. Muchos besis de fresi.
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