No existe el género de 'superhéroes'.

Bienvenido al Evento Marvel Rocambolesco 2019, ¡desde una entrada escrita en el 2018, ni más ni menos! Hoy he remasterizado para ti esta opinión que, después de ver 'Infinity War' y 'Endgame', ha cambiado un poco, y era hora de que se actualizara.

Desde siempre, los críticos han sentido cierta repulsión hacia las películas del género superheroico, hasta que las películas de Marvel han supuesto un parteaguas, y no solo han gozado de buenas críticas, sino que ahora cualquier actor quiere participar en ellas, porque todo el mundo vería sus caras en una película de calidad, y seguramente se convierta en un icono. Quizá muchos críticos tengan razón y el género de superhéroes ha madurado en los últimos años... o quizá no. Quizá muchos críticos en el planeta se estén equivocando.

Admitámoslo, las películas de superhéroes no suelen ser profundas. Ponte en la piel de alguien de cierta edad, criado con las películas de Hepburn y de Chaplin, de Paco Martínez Soria, de Fernando Fernán Gómez. Todas son historias pausadas, de drama comedido, sin acción ni explosiones. ¡No digo que aquellas películas fuesen profundas! Simplemente, esa gente puede ir a ver una película de superhéroes y puede que le guste, pero lo más normal es que no vea sentido en tanta acción y violencia. Son otras historias para otros tiempos, pero la verdad es que muchas películas de súpers se caen a trozos en el tercer acto. Por esa maldita lucha final, que no viene bien siempre.

En ese sentido, fueron realmente sosas. A un hombre normal le sucedía una experiencia traumática que le otorgaba poderes, y cuando decidía ayudar a los indefensos con ellos, aparecía otro villano, con su propia historia de origen, que confrontaba al protagonista, puños y patadas, y el bueno ganaba. Así fueron durante años y años, y lo raro era que tuvieran secuela. El Spiderman de Sam Raimi tuvo tres películas, y los X-Men unas cuantas más, porque llevaron la historia típica a un nivel algo más profundo. A un nivel más profundo...

Así apareció Marvel, haciendo la historia típica de siempre, pero con un estilo propio, y con la promesa de que todo estaba conectado. Llegó 'Los Vengadores', un éxito, luego 'Iron Man 3', y todo cayó por los suelos. De una forma inexplicable, ahora que nada volvería a ser lo mismo, la historia típica ya no funcionaba, y debían mezclar géneros.

'Thor: El Mundo Oscuro' lo intentó con la épica medieval, falló, pero lo intentó. Entonces apareció El Soldado de Invierno, y mezcló con éxito lo súper con los espías de los 60s. Y luego, los Guardianes crearon una aventura espacial. Y Ant-man sorprendió a todos con la historia de un robo.

Robo superheroico.

Marvel encontró la fórmula. La solución no era hacer siempre lo mismo, sino mezclar el género de superhéroes con otro, de forma que ambos se enriquecieran.

Si no fuera porque no es verdad. Nunca hubo mezcla, ¿sabes? Al contrario de lo que piensa la gente, yo digo que...

Los superhéroes no son un género.

Drama superheroico.

Por supuesto, todo aquel que entienda de lo que hablo, espero que me perdone al simplificar todo tanto.

Normalmente, el protagonista de una historia es el héroe (incluido Thanos): siempre que haga un viaje de descubrimiento personal, o luche por un bien mayor, lo va a ser, porque ser el héroe es un título de utilidad para la historia, nada más. Para ser súper, ha de tener características que le eleven del resto, y luchar contra amenazas que, de no tener esas habilidades, no podría ganar nunca. Esta premisa ya de por sí es una trampa, porque muchos escritores novatos hacen que sean los poderes los que salven la historia, en lugar de las férreas motivaciones del protagonista.

Analicemos la historia típica que he contado antes, ¿vale? Por lo general, tenemos una introducción, que suelen ser los orígenes tanto de héroe como de villano, y normalmente hacen que el origen sea muy parecido, de forma que sean las dos caras de la misma moneda. Aquí hay otra trampa, por cierto: convertir al villano en la otra cara de la moneda no vale nada si no están justificadas las dos partes. Un prota no es bueno por más que su contraparte sea mala, y aquí tenemos el claro ejemplo de Punisher.

Espionaje superheroico.

Lo normal es que tanto bueno como malo prueben y empiecen a dominar sus habilidades, hasta que al final, los dos sean visibles para el otro y todo acabe en un inevitable enfrentamiento. Por supuesto, para que el enfrentamiento esté justificado, el malo va a cometer un crimen, o ya lo ha cometido. Y aquí está la última trampa: no debemos temer solo el plan, también debemos temer al villano.

¿Has visto que la propia premisa argumental del superhéroe está llena de trampas? Han hecho falta años y años de películas para que nos vayamos dando cuenta de todas ellas, e incluso hoy en día, caemos. Pero... ¿lo has notado? Lo que he descrito arriba no es un género, sino una historia. ¡Y una historia no es un género! Si la historia es el qué, el género es el cómo.

De esta forma, decir que un villano será detenido por un héroe puede encajarse en cualquier género. Tenemos al ladrón que roba a los ricos para dárselo a los pobres, tenemos al hobbit que tira un anillo a la lava de un volcán, tenemos al detective que atrapa al asesino... ¡Y aquí me quiero detener!

Aventura superheroica espacial.

Pongámonos en la piel del detective. Por supuesto, se puede hacer una comedia usando a un detective, y un drama sobre cómo un detective pierde a su mujer y lidia con la pérdida, toooodo a la vez que ese detective resuelve un caso. Normalmente, una historia de detectives es policíaca, pero si nos ocurre esto:

"Ey, tío, ¿de qué va la novela que estás escribiendo?"

"Es una de detectives",

sí, entendemos que es policíaca... pero podría ser algo completamente diferente. Diciendo que la novela es de detectives, estás explicando el subgénero, que es qué ocurre en la historia (un caso), pero si no decimos el género, podría ser cualquiera. Una buena metáfora serían las linternas que les puedes poner láminas en el cristal para que sus luces tengan formas. La forma, el pene que hay ahora mismo iluminado en la pared, es el subgénero, pero el color verde alien que le da la bombilla de la linterna es lo que hace que ese pene, lejos de ser apetecible, sea una amenaza del espacio exterior. El color verde sería el género.

Entonces, de la misma forma que el detective que atrapa al criminal... ¿los superhéroes que vencen al villano son un subgénero?

Pues sí. ¿Para qué hacernos los misteriosos a estas alturas?

'Black Panther' y los nuevos horizontes.

Épica superheroica medieval (el cómo, el qué y el cuándo).

Antes de irme, quiero matizar una última cosa. Verás, la película de Pantera Negra me hizo pensar sobre los límites de los subgéneros. Verás, si la historia que contamos es la de un detective retirado y con depresión por la muerte de su mujer, y cómo el nuevo caso que resuelve le lleva, inevitablemente, a superar esa depresión y continuar su vida, hablamos de un drama sobre un detective. Pero si la historia que contamos es la de un detective que pierde a su mujer, se retira y, gracias a un perro, logra salir adelante... el hecho de que el hombre sea un detective es pura cosmética. No es un drama sobre detectives, es un drama... yo que sé, de compañeros, en el que sale un detective.

Digo esto porque películas como 'El Protegido', 'Múltiple' o 'Watchmen' hablan sobre gente súper pero no son del subgénero superheroico, porque ni sus poderes, ni vencer al villano, son el foco de la historia. De hecho, 'Watchmen' utiliza al Doctor Manhattan como una comparativa entre dios y los hombres. Y 'Pantera Negra' me hizo pensar, porque aunque sigue encajando dentro del subgénero superheroico... lo es con pinzas. Sí, técnicamente enfrenta a un supervillano, pero los poderes de T'Challa no son importantes para la historia, ni su traje, y aunque pelee por el bien del mundo, pelea por su trono. Es un drama familiar, más que la historia de un superhéroe, algo parecido a 'El Rey León', donde, si bien Simba peleaba por el bien de su reino... lo hacía peleando por el trono.

Drama, crítica social.

Historias como estas son las que alimentan a los superhéroes y les dan cabida más allá de una moda. Por supuesto, llegará el momento en el que nos cansemos de toda esta saturación de películas sobre superhéroes, y al igual que las de vaqueros, bajarán el ritmo. ¡Porque las historias sobre vaqueros son un subgénero, también! ¿Y las de fantasía? ¡Claro! 'El Señor de los Anillos' es mitad aventura medieval, mitad épica medieval, y 'La Guerra de las Galaxias' no es una ópera espacial. ¿Qué mierda de término es ese? Es una aventura fantástica espacial (el cómo lo cuentas, el qué ocurre, y el dónde se sitúa.

Es muy común añadir géneros y géneros según van saliendo películas cuando se confunden los términos "género" y "subgénero", del mismo modo que es muy fácil atribuir millones de sexos, hablando sobre sexualidad, cuando se confunden los términos "sexo" y "género". ¿Qué coño le pasa a la palabra género?

Bélico superheroico.

Mientras tanto... estoy contento. 'Infinity War' nos demostró lo bien que Marvel entiende los conceptos que he explicado arriba, y cómo ya no cae en ninguna de las trampas de las historias de superhéroes, incluso haciendo que el héroe sea el villano. Y 'Endgame' mezcla géneros a placer para contar la historia que quiere, casi sin la participación de los poderes de los protagonistas, y destacando ante todo el componente humano.

Claro que hay futuro para los superhéroes, igual que lo hay para los vaqueros, porque lo que nos satura es ver siempre lo mismo... ¡por suerte, como ninguno de los dos son un género, podemos enfocar siempre sus historias de la manera que queramos! Un besi de fresi. Así, pon los morros, a ver... ahí te va.