Videojuego: Tetris 99.
Últimamente he estado más ausente de lo normal, básicamente porque tenía un puñado de reseñas atrasadas en Rumbo a Orphanik y aún me quedan otras tantas, pero tengo tiempo para una reseña rápida, como en los viejos tiempos. El videojuego del que voy a hablar es exclusivo de Switch, uno lo suficientemente sencillo como para que la reseña sea corta, y lo suficientemente profundo como para que pueda hablar sobre algo trascendente. Estamos hablando de una variante del tetris, así que no existen los espóilers.
Pero antes, hablemos sobre el Battle Royale.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
El multijugador de las diversas entregas de Call of Duty es, en realidad, muy divertido. Es frenético, así que valora los reflejos, pero lo que más recompensa es la habilidad y la experiencia. Sin embargo, siempre critiqué algo, al margen de sus entregas absurdamente clónicas: su jugabilidad alocada, completamente opuesta a su estética realista.
Básicamente, en Call of Duty debías recorrer el mapa como un loco yendo de un lado para otro, matando hasta que irremediablemente mueres. Esperas cinco segundos, y reapareces. Esto es bastante absurdo, teniendo en cuenta que el juego está muy aterrizado en la realidad y su modo historia plantea una guerra desde un punto de vista realista. No tengo nada en contra del modo, pero para mí la muerte debía tener más importancia, algo parecido a lo que la tiene en el LoL.
Los tiempos cambiaron. Después de estrenarse la película 'Los Juegos del Hambre', una parecida a 'Battle Royale', en Minecraft surgieron unos modos en los que los jugadores se mataban hasta que solo quedase 1 en pie. Si mueres, todo lo que has estado haciendo hasta ese momento durante la partida, se pierde. Has muerto. Caput. Finiquito. Años (y juegos) después, cuando apareció 'Playerunknown's Battlegrownds', todo el planeta enloqueció.
'Fortnite'. 'Call of Duty: Black Ops 4'. 'Brawl Stars'. 'Apex Legends'. 'Battlefield V'. Hemos llegado a un punto en el que nos hemos vuelto locos. No solo es la tensión de saber que si mueres se acabó, sino también el morbo de saber quiénes serán los últimos en acabar vivos. ¡Hasta el Tetris tiene Battle Royale! ¡Pronto iremos a cagar y el papel higiénico será Battle Royale!
Es como el 'Fortnite', pero en Tetris.
Es un concepto que, la primera vez que lo escuché, me pareció absurdo. Sí, sí, muy absurdo mucho absurdo, pero inmediatamente fui a descargármelo, a ver qué era eso. Y, sorprendentemente, me parece uno de los mejores Battle Royale que se han hecho hasta ahora, si no es el mejor.
Esto es porque, en realidad, el concepto de un Tetris Battle Royale tiene bastante sentido. Al fin y al cabo, en una partida estándar de tetris, poco a poco se va haciendo más rápido y, por lo tanto, más desafiante. Años más adelante se añadirían a los juegos tipo tetris las barras de relleno, además de que juegos como 'Doctor Mario' o 'Puyo Puyo Tetris' hacían combatir a más de un jugador, en los que los triunfos de uno se convertían en barras de relleno para el otro. Los conceptos estaban ya ahí.
La clave del triunfo de este juego y su alta aceptación es que, al final, es un simple juego de tetris de toda la vida. La única diferencia está en que las líneas que tú completes se mandan a otro jugador que no ves, y lo mismo por parte de los demás hacia ti. La única razón por la que sabes que estás compitiendo contra otros es porque ves sus pantallas en pequeñito a los laterales de la pantalla, y porque, al morir o al ganar, ves cómo han quedado el resto de jugadores. También te marca a quiénes les has dado el golpe de gracia.
Por lo tanto, a la estrategia habitual de tetris (muévete rápido, piensa aún más rápido), hay que añadir una capa más de profundidad, porque puedes decidir a quién mandas tus ataques. No sé absolutamente nada sobre las mecánicas especializadas en el juego, pero según mi experiencia personal, si decides atacar a alguien aleatorio es menos probable que seas el blanco de alguien que también ataca aleatoriamente. En cambio, si decides contraatacar, estás centrándote en sobrevivir y derrotar a los que te tienen fichado, pero esto también hace que más personas tiendan a atacarte de forma aleatoria. Si, por el contrario, eres de los que decide atacar al más fuerte, genial, pero si ese tío decide contraatacar, te estarás enfrentando directamente contra el más fuerte del barrio, quizá demasiado pronto. Esto convierte un simple movimiento de la palanquita derecha en algo crucial.
No solo es decidir a quién atacas, también está el cómo vacías tu pantalla. Porque, si quieres llevarla al día y romper una o dos líneas cada vez, estarás lanzando ataques muy pequeños que tus rivales podrán repeler muy fácilmente, y si te esperas un poco y destrozas 3 ó 4 líneas cada vez, estarás lanzando ataques muy potentes que acabarán rápido con el resto de jugadores.
No he acabado. También debería mencionar que eso es arriesgado, ya que otros rivales podrían colarte sus ataques en lo que tú tardas en hacer esas líneas (tienes unos segundos para repelerlos haciendo tú otras líneas, antes de que se creen las líneas de relleno), y si das el golpe de gracia a alguien con tus ataques... bueno. Digamos que hay gente que tiene como objetivo de sus ataques a los que más KOs tienen.
La pantalla está vacía porque acababa de morir :(
La clave de la victoria es un balance entre pasar desapercibido y dañar a tus rivales. ¿Yo? Bueno, aún no he ganado.
¡Pero, sin embargo, es muy fácil de jugar!
¡Oooleeeeeeee!
No había jugado más al tetris que las pocas partidas que habré echado con esas maquinitas que regalaban con los cereales hace veinte años. Mis expectativas eran quedar humillado en las diez primeras partidas que echara y luego desinstalar el juego, algo parecido a lo que me pasó con 'Fortnite', pero no solo es que me enganchó, sino que, sorprendentemente, en varias de esas primeras partidas quedé entre los 20 primeros, y en una de ellas quedé el 8.
Todo es cuestión de aleatoriedad. Mi récord es quedar segundo, una vez en la que los enemigos justamente me dejaron en paz, y ayer mismo quedé 90, mi peor puntuación, porque por cosas de la vida, lo menos 9 personas se centraron en mí. Habrá partidas que te dejarán respirar más o menos, pero el juego se hace increíblemente fácil de jugar, y es bastante fácil que quedes en posiciones aceptables incluso aunque, como yo, apenas hayas tocado el tetris en tu vida.
La clave, en mi opinión, es olvidar un poco a los demás y jugar a tu rollo, tu partida, tu propia superación personal. Sé de bastantes personas que se han puesto nerviosas viéndome jugar, y sin embargo yo, que soy el primero que se pone nervioso en juegos multijugador, estoy la mar de tranquilo cuando juego, tan enfocado en jugar bien que me olvido del resto.
Este juego no solo funciona como arcade íntimo y como multijugador competitivo, sino que le da la vuelta al concepto de Battle Royale, demostrando que, aunque claramente está en auge por moda, es un modo de juego que tiene varias posibilidades y puede que siempre tenga un hueco en el mundo del videojuego a partir de ahora.
Si tienes una Switch, deberías probarlo.
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