TOP 21: Thor: El Mundo Oscuro.

Hace eones, Carli, padre de todos, planificó una maravilla llamada Evento Marvel Rocambolesco 2019, en el que, si decides pinchar en las letras rojas, si te atreves, podrás acceder a todo el evento, que irá creciendo según lo rellene de contenido.

Es posible que a nadie le sorprenda ver esta entrega tan abajo, por los conflictos creativos, que están por todas partes: un Thor combatiendo aliens en nave espacial, contra un Thor en la Tierra y viajando en metro. La historia de redención de Loki, en la que vemos lugares ocultos de Asgard, y donde lo principal es una historia de fuga donde varios camaradas se cubren los unos a los otros, contra la historia de la becaria de Jane Foster y el becario de la becaria, para encontrar a un hombre que corre desnudo diciendo cosas extrañas.

No es una entrega decepcionante en ningún nivel, pero su dicotomía le pasa una grave factura. Es curioso que, en una entrega donde Thor pierde a su madre, y poco después se convierte en un proscrito al liberar a su hermano criminal solo por salvar a la persona que quiere... ¡no recordemos nada una vez ha acabado! Hay una clara fuerza dramática anulada por la sensación de que nada de lo que pasa es importante, serio, o irreversible. ¿Los malos? Son malos. ¿Por qué? No sé, porque Odín lo explica. No hay nada concreto a lo que agarrarnos, más allá del asiento en el que nos sentamos y donde nos dejamos fluir por las dos horas y pico, hasta que la peli acabe y hayamos pasado un rato, quizá, entretenido.

El conflicto del que hablo no solo ocurrió entre el estudio y el director, sino que el propio estudio no sabía cómo abordar el personaje, el tono de la historia y ni siquiera los usos que se le podrían dar a la Gema de la Realidad, pues debemos saber que, por aquel entonces, en Marvel ya tenían clarísimo que estaban tratando con una Gema del Infinito. Lo único que hicieron de forma unánime y correcta fue la creación de una aventura de ciencia ficción.

Es una verdadera lástima, la verdad. No conocía al director, no parece que haya dirigido películas muy entrañables, y quizá ahí esté el problema. Es fácil dejar que Gunn se encargue él solo del proyecto de Guardianes, porque tiene un gran carisma y sabe qué quiere. Aquí, observo una buena construcción de universos, vestuario, y diseños de edificios y vehículos que indican que hubo un gran trabajo de preproducción, también observo personajes que quieren respirar y se cuestionan las cosas, más allá de ser unas herramientas del guión. La luz me encanta, y cómo crea entornos fríos y cálidos con luz amarilla y verde... pero todo está embadurnado de una gran capa de "nada importa". Las únicas escenas rescatables de verdad son las del funeral de la madre de Thor y la de la decepción de Loki por ser responsable de su muerte. Más allá, no hay nada poderoso, nada entrañable. Es... vacío.

El hecho de que dos de los guionistas de este trabajo sean los que acabaron entregándonos 'El Soldado de Invierno', 'Civil War' y las dos últimas de Vengadores me confirma que el problema no está en ellos, sino en la interferencia del estudio y la falta de personalidad del director.

¡Un besi de fresi! Nos vemos mañana con el TOP 20. ¡Qué misterio!