Thor: máscara vs defectos.


Hoy en día somos conscientes de que el cuerpo perfecto vende. Tanto si compramos esa marca de ropa porque queremos ser como el de la foto, como si compramos esa colonia porque vemos el anuncio con el deseo, un buen cuerpo genera dinero, atracción mediática e impulso sexual. Solemos reírnos de lo imposible que son esos cuerpos para el currito que trabaja por la mañana y cuida de sus hijos por la tarde, pero a través de Instagram estamos promocionando la cultura de la siempre felicidad y el perfil bueno. Sí, sabemos que el cuerpo perfecto vende, que todos estamos tristes y nuestro cuerpo es regular, y aún así, nos chocó ver a Thor gordo en 'Endgame'.

¡Aquí seguimos, cerca del ocaso del Evento Marvel Rocambolesco! Este taller de escritura está dedicado al Dios del Trueno Thor, de la misma forma que este artículo estuvo dedicado a otro miembro de la trinidad Marvel, ¡y falta aún otro para el que queda! Por supuesto, contiene espóilers de 'Endgame' en lo que respecta a su personaje.

La importancia de los defectos.


El arte es lo que habla de nosotros, y si los humanos somos imperfectos, el arte también debe serlo, y también sus personajes. Un personaje defectuoso llama más la atención, choca con nosotros tanto en el sentido bueno como en el malo, y es más fácil que empaticemos con él y le consideremos alguien vivo. Las buenas historias, de hecho, hacen que los defectos del protagonista sean los que desencadenen el conflicto de la historia, si el conflicto viene de dentro, o hacen que el héroe sea derrotado debido a ellos, si el conflicto viene de fuera.

Hay varios tipos de defectos:
  • Típicos: ser despistado, cobarde, ser malo en latín, correr lento, mala comunicación... simplemente asignaturas de la vida que el personaje no domina.
  • Tóxicos: imponer su voluntad, ser celoso, poner a otros en peligro... son defectos que afectan a otros de forma directa, y no se deben a una única causa, sino al contexto del personaje.
  • Contradictorios: no cenan porque quieren adelgazar, pero luego tienen hambre y se hartan de madalenas por la madrugada. El personaje quiere ser de una manera, pero no lo consigue. Estos son de los más profundos.
  • Traumáticos: un trauma pasado los ha creado de forma directa. Evitar el contacto, tener miedo de las relaciones estables, sufrir ansiedad, miedo, ira, culpa...

Es curioso cómo en las historias de EEUU los defectos más comunes son los tóxicos y los traumáticos, habiendo sido educados con el sueño americano y con Vietnam, y en España los más comunes sean los típicos y contradictorios, siendo un país dividido políticamente y mediocre en muchos aspectos.

A donde voy es que los defectos que escojas para tus personajes van a representar cómo eres, aunque yo recomiendo que tus personajes principales tengan un poco de todos en pocas cantidades, salvo el defecto principal que vayamos a tratar. Ese, el que escogeremos, será lo que defina al protagonista, lo que genere el conflicto o haga que lo pierda al principio, y lo que tendrá que superar.

¿Qué es la máscara?


No somos los villanos de nuestras propias historias, por eso cada personaje, o no ve sus defectos, o los ve y no le parecen graves, o los justifica. Si los viera y le parecieran graves, su defecto real sería la falta de voluntad, que o no vería, o no le parecería tan grave, o la justifica. Como ves, siempre es el mismo patrón.

A veces (todas las veces), los seres humanos reales construyen su realidad a partir de estos defectos, de forma que así no puedan verlos. Una viejecita de pueblo siempre puede culpar a los jóvenes de hoy en día o a los inmigrantes de ser demasiado peligrosos, todo con tal de no admitir que en realidad la que tiene miedos e inseguridades es ella. ¡Los personajes hacen lo mismo! Cristalizan una realidad distorsionada desde la cual sus defectos sean invisibles, y el objetivo de la historia, el motivo por el que va a ser relevante, es porque lo que le va a pasar va a romper esa realidad, va a exponer su defecto, y va a tener que superarlo para lograr su objetivo.

Es aquí cuando llegamos a Thor.

La historia del Dios del Trueno.


Si Thor ha tenido algún fuerte, es la confianza. ¿Cómo no? Lo ha tenido todo en su juventud: belleza, buena salud, buena educación y entrenamiento, más fuerza que un asgardiano medio por su sangre real, la promesa del trono... y donde el resto de héroes podían dudar sobre las posibilidades de éxito vs muerte en cualquier acción, Thor ya se había lanzado y la había resuelto. ¿Por qué dudar, si siempre salía victorioso? Muchos podrían decir que tenía éxito precisamente por su confianza, y sería cierto también. Sea como sea, Thor siempre tuvo el control de su propio destino.

Después de aprender modales en la Tierra, consigue ser digno de su martillo, todo para descubrir que su hermano es malo y le odia, y le cree muerto poco después. ¡Pero no estaba muerto! Estaba de conquista, así que tiene que ir a por él y encerrarle en Asgard de un tirón de orejas. Encerrado, el puto de su hermano se las apaña para acabar provocando la muerte de su madre, y la confianza de Thor para lanzarse sin pensar se acentúa aquí. Libera a a Loki y se convierte en un prófugo de Asgard al llevar a cabo un plan suicida contra los elfos, desobedeciendo absolutamente a su padre. El plan sale bien, pero a un coste alto (su hermano vuelve a morir), y aunque Thor tuviera parte de razón, podría haberla liado muchísimo.


Años después, las cosas le van bien a Thor porque está viviendo aventuras inútiles por el universo, como a él le gusta. Todo cambia cuando se entera de que su hermano (otra vez) no estaba muerto, y que debido a las acciones de este (igual que la madre, sí), Odín ha estado debilitado en la Tierra. Un padre muerto y un martillo roto después, Thor se expone más ante la hermana que resulta que tiene, e incluso llegó a dar por hecho que moriría poniendo salvo a su pueblo. No es él el que derrota a Hela, pero él es quien idea el plan para que Surtur lo haga. Pierde el ojo y sus poderes al destruirse Asgard, pero Thor, pese a todo, sigue siendo el dueño de su propio destino.

Un detalle más. ¿Te has fijado que, cuantas más películas pasan, más gracioso es Thor? No es solo cosa del actor, que le gusta más así, sino que da la casualidad de que, cuanto más ha perdido en su vida, Thor hace más chistes. Pero quizá solo sea casualidad, ¿no? ¿No?


"¿Sabes? Tengo 1500 años, en los que he matado a 3000 enemigos, y ellos hubieran preferido que hubiera muerto yo, estoy seguro. Estoy vivo porque el destino me quiere vivo... y Thanos es el último de una lista de cabrones, y será el último que sienta mi venganza. EL DESTINO LO QUIERE ASÍ".
En 'Infinity War', este Thor cómico y seguro de sí mismo ha llegado al punto de rotura. Después de que pierda todo lo que le quedaba, lo que antes veíamos gracioso, ahora lo vemos trágico, y lo que antes veíamos como impoluta confianza digna de imitar, ahora lo vemos como un comportamiento casi suicida. Igual que Thor se oculta en la broma para esconder su dolor, también se expone al peligro, mitad porque sabe que puede con ello, mitad porque sabe que, si no puede con ello, morirá y acabará con todo. No es plena confianza en uno mismo: es incapacidad para gestionar el dolor y la pérdida... algo normal, si tenemos en cuenta que en 1500 años no había perdido nada.

Lo que Thor no sabía es que había un escenario ligeramente peor que su muerte: la de la mitad del universo. La muerte de billones, porque él apuntó al pecho para torturar a Thanos, en lugar de a la cabeza o al brazo. El mayor fracaso posible de cualquier héroe. En el prólogo de 'Endgame' le vemos sereno y centrado, porque aún tiene esperanza en solucionar todo... pero cuando descubre que no se puede, que ya está... bueno. Tenemos a Thor gordo.

Cómo implementar correctamente una máscara en tu personaje.


La mayoría de personajes tienen defectos simples que deben resolver, pero los que son realmente buenos los ocultan en una fachada positiva. Tenemos a Tony Stark, que oculta todo el tema del rechazo hacia su padre y sus ganas de morirse en ser un playboy filántropo... pero es Thor el que tiene la mejor máscara de todo el UCM, porque una verdadera máscara parece un rasgo realmente positivo del personaje... un punto fuerte. Esto hace que el crecimiento del personaje sea el doble de bueno, porque según él crece, también se tridimensionaliza la forma en la que le vemos.

Y Thor se desmorona cuando siente que ha fallado las expectativas que todos esperaban de él. Nunca en su juventud había perdido nada, por lo que le resulta difícil perderlo todo en siete años (que recuerdo que para él es una miseria). Finalmente se rinde, se abandona físicamente, se pasa el día drogado y haciendo nada, ni siquiera gobierna. No quiere ayudar a salvar medio universo... es decir, sí que quiere, pero no se siente capaz. No puede volver a ver a Jane Foster para recuperar la piedra, ni puede quedarse callado cuando, de hablar, salvaría a su madre de ser asesinada en pocas horas... es decir, sí que puede, pero no se siente capaz. Ni siquiera es capaz de cambiar cuando Rocket le regaña.


Este gesto de cobardía, tan criticado por muchos, que lo consideraron como un chiste (quizá es porque dichos espectadores se sientan gordos y estuviesen a la defensiva), es en realidad brillante al mostrarnos exactamente el Thor contrario al que conocemos, con barriga, capaz de realizar la acción, pero con la sensación mental de que no es capaz. Thor se ha desnudado, y por fin vemos su defecto.

Por fin está listo para superarlo.

Como dijo de forma magistral el canal de youtube Full Fat Videos (jaja, fat) en su vídeo 'How the Russos destroyed Thor', la máscara y los defectos funcionan como una gráfica, que procedo a dibujarte con paint ahora mismo:


Cuando la máscara se revela como una farsa, nosotros como audiencia queremos que se elimine. Y el defecto original, no solo nos hace ver al personaje como alguien humano, sino que al superarse, se convierte en una fortaleza. Por supuesto, puedes hacer un personaje que, después de que su máscara se caiga, no supere su defecto y se quede como un ángel caído en desgracia, en cuyo caso la línea verde también se quedaría abajo.

Pero Thor, después de que su madre le hable (igual que Yoda hizo con Luke) sobre lo humano que es el fracaso, y que en lo que nunca podemos fracasar es en ser quienes realmente somos, intenta algo que antes de esa conversación ni se hubiera planteado: llama a su martillo. El hecho de ser digno no solo es el último empujón que necesitaba el personaje para dejar a un lado la máscara del héroe mítico de leyenda y abrazar su verdadera naturaleza lejos del trono, sino que es un claro guiño de Marvel hacia las personas con depresión... la tristeza no hace indigno a nadie, todo lo contrario.

"Podrías haberme mandado una carta electrónica, se llama email".

"¿Tienes ordenador?"

"No, ¿para qué?" 
¡Espero que hayas aprendido algo! ¡Un besi de fresi!

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