Serie: The Mandalorian, temporada 2.


Un pistolero va a rendirse frente a otro. Tira el arma, levanta las manos y se echa al suelo, despacio. Sin embargo, la cámara capta una sonrisa pícara... porque el pistolero vencido, que está en el equipo de los malos, va a intentar disparar a nuestro protagonista. Gruñendo levemente, como un niño pequeño antes de hacer una fechoría, intenta coger una pistola que tenía guardada en la nalga, pero no sirve de nada, porque nuestro protagonista, que se las sabe todas, le había visto venir antes de que empezara.

Hay algunos que consideran ñoña a esta forma de actuar. Antigua, mala, poco realista, parecida a Nicolas Cage... la han llamado de muchas formas. Los que lo llamen expresionismo andarían más cerca. Para mí esa risita de pícaro es puro aroma a televisión, en el buen sentido. Este toque de Power Rangers, de Flash Gordon que nos ablande nuestro ojo crítico al recordarnos a las series cuya ambición era entretenernos, sin más. De la misma forma que no me importa que Baby Yoda se mueva como una marioneta adrede, tampoco me importa si la forma de actuar es mala o realista, porque lo más importante para The Mandalorian es transmitirte una sensación familiar, que no invente nada, pero sea sólida y, para quien quiera rascar, pueda ver puntos de vista que enriquecen la mitología de Star Wars... sobre todo a la hora de convertir en seres humanos a seres tratados de fondo o con cierto desdén por las películas.

Siento más por esta rana que por la mayoría de la última trilogía. Puro Star Wars.

No pidas peras al olmo, pero... espera. ¿Qué fruta da el olmo? A ver... google... olmo fruto... ¿Sámara? ¿Qué fruto de mierda es ése? Bah, déjalo. No pidas manzanas al peral, esta serie ofrece entretenimiento y no va a darte mucho más, pero oye, al menos tiene buenas peras. Y todos sabemos lo que tiran unas buenas peras.

En fin. ¿Compensa esta serie la cantidad de memes y recomendaciones que tanto te dan la turra por las redes sociales? ¿Es cierto que debajo de ese casco metálico, hay un humano? ¿Morirá por fin Baby Yoda para expiar nuestros pecados? Todo ésto y mucho más, en la reseña definitiva fáquin máster que Carli ha preparado para ti. ¡Temer no debes! No habrá espóilers en esta aventura, y recuerda que hablaré únicamente de la segunda temporada, porque de la primera hablé hace unos meses en una reseña que me quedó bien fetén y bien fresca, en estas letras rojas. En fin, The Mandalorian, señoras y señores.

Y la tele salvó la reputación de Disney.


¿Te acuerdas de la peli de Obi-Wan, de Boba Fett, de Lando, de Chewbacca, de Jar Jar Binks y del gordito que muere el primero en su nave? La buena noticia es que las cancelaron todas, porque no sé, en una franquicia que entre peli y peli pasan 3 años, y entre trilogías más de 10, a quién coño se le ocurrió darnos una peli por año. Me gusta el chocolate, pero una fila de onzas al día me daría por culo, ¿sabes?

Bueno. La mala noticia es que todas las pelis que cancelaron las han convertido en series, y para colmo, han puesto más.


Como fan de la franquicia que soy, quiero verlas todas, pero al mismo tiempo me da una pereza enorme. Es como Marvel, que entre pelis, series y pelis de Sony "compatibles" con el UCM, van a haber unos 13 proyectos que se van a estrenar sólo en 2021. ¡DEJADME RESPIRAR, CAGO EN LA HOSTIA! 

Respira, Carli, respira. Lo cierto es que, después de los palos que le cayeron a Disney con su trilogía, en la que los principales problemas fueron la nostalgia excesiva y la falta total de un plan, la productora ha decidido recular y reformular su estrategia. Han puesto el futuro de la franquicia (los juguetes) en los hombros de Jon Favreau y Dave Filoni, que ahora son los encargados de preparar una especie de "fórmula Vengadores" con las series de la franquicia (series de juguetes), con la que justificar que tengamos que ver todo su contenido y darles la paguita con Disney+.


Ya ves que no soy gran fan de los métodos de Disney, pero sí confío en el criterio de Favreau y Filoni. Se nota que los dos tienen un plan al que están llegando poco a poco, y mientras ellos ejercen de guionistas y cabezas de proyectos, permiten que los directores tengan vía libre para dirigir sus episodios, y ése es para mí uno de los principales atractivos de la serie. Ver las diferencias entre los directores y cómo abordan los problemas de la galaxia, es para mí muy estimulante, y, pese a las obvias diferencias, el tono suele mantenerse.

Por un lado tenemos a Peyton Reed, el cual para mí ha sido una sorpresa, al dirigir terror después de Ant-man, en el que para mí es el capítulo más infravalorado de todos. Bryce Dallas Howard no es la más artística, pero me parece sólida y es la única en toda la saga que ha rodado correctamente escenas de acción en un pasillo (exceptuando Rogue One). Rick Famuyiwa es mi favorito, así que qué os voy a contar, y por último, los propios cabezas de proyecto han dirigido también un capítulo cada uno. Favreau es Favreau, nunca le amaré pero nunca me decepciona, y Filoni para mí se lleva el mejor capítulo de toda la temporada. Su ambientación, llena de sutilezas, y su mezcla de planos western/Kurosawa con los que podrías encontrarte en una asiática de artes marciales, da la nota (literalmente) desde el primer segundo. La temporada pasada dirigió el capítulo más débil, y este año se corona. Nada mal.

Siempre es estimulante intercalar a dos pistoleros...

... con dos samuráis.

Otro de los logros de la serie es que la narrativa no será muy complicada, pero se transmite de forma clarísima. En todo momento, la audiencia es consciente de cuáles son las prioridades y objetivos del protagonista, y habiendo hecho éso, el drama ante cualquier obstáculo ya funciona.

Juguetes y referencias.


Hace mucho que Star Wars no es una historia, y se ha vuelto una excusa para masajear los huevos azules de los frikazos que necesitan material nuevo cada vez que van al baño más de cinco minutos. Siempre hay personajes nuevos, armas y trajes nuevos, naves nuevas, incluso cuando exploramos la misma época que otras películas antiguas. Y desde El Retorno del Jedi, en todas las entregas hay algo mono que vender. Nunca es útil para la historia, sólo justifica la compra del juguete y se larga, pero al menos, en esta serie han hecho algo realmente novedoso al dar a esa entidad mona desintegradora de billetes un propósito dentro de la serie. Baby Yoda es peligroso, podría colapsar la economía mundial si algo malo le pasase, pero al menos aquí vemos rasgos de personalidad que revelan una personalidad no necesariamente mona o inocente. Está bien sentirle vivo.


Puede que Baby Yoda sea carne de meme, pero no es el arma de doble filo de esta temporada, sino sus invitados estelares, las "referencias a otras pelis y series" vivientes que, según la mayoría de fans, que no valoran el cine como arte, es lo único que puede marcar la calidad de esta serie. No, no me han gustado los personajes invitados de esta temporada, salvo los de los 3 primeros capítulos. Dos de esos invitados sólo han aparecido para presentar su nueva serie en solitario, y de los dos que acabo de decir, uno no le encuentro ningún sentido a sus motivaciones, en un capítulo dirigido por Robert Rodriguez, en mi opinión el peor de toda la serie, por muchísimo. Hay un tercer invitado que me parece pura masturbación estúpida al fan que recuerda las pelis con nostalgia pero ni las recuerda bien ni ha reflexionado sobre ellas.

Sólo uno de los invitados VIP tiene coherencia real dentro de la trama y es, de hecho, el que ofrece el final más natural a la serie dentro de varias temporadas.


Y, sumando a esta sensación agridulce, el "cómo se hizo" de esta temporada sólo es un capítulo, que habla un poco de todo y sin meterse en curiosidades reales. Frío. Lejos de esa mesa en la que los realizadores hablaban, hacían bromas, contaban anécdotas interesantes. Como si no hubieran tenido ganas de volver a recrear éso otra vez, o no les hubiera salido hacerlo, porque a mí me hubiera valido una videollamada grabada. Tal y como están las cosas, The Mandalorian es la serie con más opciones a convertirse en la próxima Juego de Tronos, y pareciera como si los creadores, autoconscientes, le estuviesen dedicando menos mimos y aflojaran más la cartera para permitirse invitados más de lujo. No me malinterpretes, la temporada mantiene la esencia de la primera, en general diría que hasta la supera, simplemente me gustaba más cuando, igual que en la película original, la serie se centraba en los más pobres de la galaxia, en los desvalidos.

Es como si Star Wars tuviese la esencia natural de empezar desde abajo hasta alcanzar las estrellas... pero joder, desde las estrellas no se puede oler la hierba, ni pisar una generosa mierda de vaca cuando paseas por el campo. Y los fans de la saga, que antes prefieren ver a sus héroes dar hostias antes que reflexionar sobre lo que les hace ser héroes, agradecen lo que podría haber sido un regalo para ellos... o la nueva tónica general. En fin... un besi de fresi galáctico. Espero que éste siga siendo el camino.

Comentarios

¡Lo más popular!

Top: Mejores iniciales en Pokémon.

Hollow Knight: cómo pasártelo en menos de 5 horas.

Top: Mejores shinys en Pokémon.

'Shrek 2' es la secuela perfecta.

Películas: 'Cómo Entrenar a tu Dragón', la trilogía.