Diferenciando relato, novela, peli y serie.


Yo creía que éste sería el típico taller cortito, relleno para el evento, pero según me hacía el resumen aquí, unas líneas más abajo de donde escribo (para ti, en ninguna línea), me di cuenta de que no sería corto e iba a disfrutar bastante escribiéndolo. Quiero empezar agradeciendo a Alejandro Marcos y su blog, Centauros más allá de Orión, el origen de esta idea. Alejandro fue profe mío de Novela sólo durante una clase, y sin ningún contexto ni explicación por mi parte, entendió de una lectura parcial el proyecto que tenía entre manos, algo que ningún profesor consiguió. Es un máquina de la escritura, y os recomiendo sus artículos, yo los leo en cuanto puedo.

Bien, ésto es bastante obvio, pero un medio audiovisual como una peli y uno leído, como una novela, son bastante diferentes. Gracias, ¡gracias!, sé que esta frase se citará en los escritos más allá de la primera guerra nuclear. Pero ahora en serio, no son lo mismo, porque no utilizamos los mismos sentidos y una historia puede valer para un medio y en otro no. De hecho, hay historias que no se entienden fuera de su medio.

Espóiler que alguien les diga que, para narrar, el personaje debe salir vivo.

Estoy muy en contra de usar la voz en off para narrar en los medios audiovisuales, porque joder, si tantas ganas de narrar tenías, ¿por qué no escribes la historia? Por otro lado, ponerte a escribir y utilizar sólo los ojos y los oídos para contarlo... es un completo desperdicio. Voy a generalizar mucho aquí; si puede filmarse sin esfuerzo, no es un buen escrito, y si hace falta narrar cosas, no se está haciendo un buen trabajo rodando esa historia audiovisual. Hay excepciones, como Los Asesinos, de Hemingway, un escrito que utiliza el narrador como si fuera una cámara para mantenernos lejos de los protagonistas, o El Club de la Lucha, la adaptación al cine que hizo David Finch, traducida a la perfección y con voz en off. Pero captas lo que digo.

Tal y como dijo Alejandro en su artículo, la diferencia entre el relato y la novela es que el relato es un sprint y la novela una carrera de fondo, independientemente de lo que duren. Siguiendo con esta metáfora, yo digo que una peli es un triple salto de longitud y una serie es una carrera de relevos. Pero claro,
"ke conio m cuentas carlixdxdd",
estarás diciéndome ahora. Pues es lo que voy a explicarte, brasas, que no paras de adelantarte. En serio, ¿eh? Así no puede ser.

Relato.

Sleepy Hollow.

Un relato es un sprint.

No soy ningún experto en este medio, porque los textos que escribo cuando me aburro y que encontrarás por este blog no son relatos, sino más bien pruebas de estilo, la mayoría demasiado cortos para acabar de contar nada particular, y sin la suficiente pegada que requiere este medio, salvo Cada vez más eterno, quizá. Pero, aunque no sea un experto, he leído los suficientes para hacerme a la idea de cómo funcionan.

Éstos hablan de un hecho relevante pero muy concreto, muy focalizado. Si nuestra historia fuera una montaña, el escalador que va a subirla no necesita conocerla entera, sino sólo una de sus caras. Puede que jamás haya visto cómo se ve desde el otro lado, y con el relato nos pasa lo mismo. ¿Para qué queremos saber detalles que no suman al contenido final? Los relatos son, quitando de la poesía, el medio narrativo más concentrado y denso que existe, pero también el más incompleto. Y eso es intencional.

Colinas como elefantes blancos.

Habría que ver qué tipo de historia tienes pensado escribir, pero si se trata de una no muy larga, muy concentrada, tiene una forma muy poco convencional de escribirse, o una en la que el misterio y lo que no sabemos la hace mucho más atractiva, el relato es tu medio. El relatista no es inferior en nada al novelista, y muchas veces suelen ser personas más preparadas, porque el novelista se puede permitir más licencias, pero el relatista no: quiere contar un hecho muy impactante, una metáfora concreta de una situación, y cada palabra está ahí por un motivo, igual que el escalador profesional no da puntada sin hilo a la hora de subir la cima. Pueden ser dos pisitos de montaña o 1000 metros, pero todo gira en torno a este hecho particular. Y cuando digo dos pisitos, me refiero a unos pocos párrafos, nadie se cree que los microrrelatos de 8 palabras tengan algún tipo de calidad dramática.

Los relatos suelen ser minimalistas con su contenido, y se centran más en el efecto de la historia que en el desarrollo de personajes o la evolución de su tema. Hemingway, por ejemplo, usaba la estrategia de mostrarte lo que él llamaba "la punta del iceberg", y te daba motivos para pensar que detrás de esa historia se escondía algo más gordo, y te ponías a cavilar horas y horas sobre ella, y cada vez sacabas algo nuevo. No puedes hacer ésto a este nivel con una

Novela.

El Hobbit.

Aunque sea una novela corta, seguirá siendo una carrera de fondo.

Lo que diferencia una novela de un relato es su filosofía a la hora de tomarse la carrera, porque no juega con hechos o metáforas necesariamente impactantes, sino que trata lo que he estado comentando en muchos talleres de escritura: cómo el protagonista (o el lector), que estaba viviendo una mentira, pasa a ver la verdad. Hay gracia en cómo cuentas las cosas, pero la verdadera gracia de la novela es que vemos evolucionar el tema de la historia hasta convertirse en lo que sea al final, habiendo pasado por las tres etapas clásicas: principio, desarrollo, (clímax) y final.

Aquí, si la historia es la montaña, ya no nos basta con conocer una cara, sino que la veremos entera, y probablemente las sorpresas vengan al ver sus caras ocultas. La idea ya no es escalarla, sino cartografiarla. ¿Puede ser una montaña diminuta? Pues sí, pero en el mapa estarán todas las partes correctamente anotadas. La novela no es parcial y acotada como un relato, sino que tiene una perspectiva más general y completa de la historia, con desarrollo de personajes y esas cosas.

La Metamorfosis.

Normalmente, una novela es generosa con su contenido. Se le suele dedicar un porcentaje a mostrar cómo es el universo, cómo funciona, y su nivel ya no es tan sugerente, no necesita dar todas las puntadas con hilo. Por supuesto, si todas las palabras que se dedican al universo de la novela potencian lo que está pasando, mejor, pero si un novelista dedica dos párrafos por capítulo a contar algo que nos ayuda a entender mejor el mundo donde estamos, aunque narrativamente no vaya a ninguna parte, nadie va a escandalizarse.

Y lo mismo pasa con el número de escenas. Una novela intercala escenas esenciales con otras contemplativas, o algunas dedicadas sólo a la caracterización o desarrollo de sus personajes. El reto de una novela no está en hacer algo impactante y denso, sino en mantener la atención del lector a través de una historia que cambia, y la satisfacción del lector no dependerá del comentario que proponga el texto o lo que sugiera, sino de la belleza de la evolución de dicha historia.

Película.

John Wick (Parabellum).

Lo de que las pelis son el triple salto es porque son unas posers.

El sinónimo de película es espectáculo, sea una contemplativa o una de acción. Se trata de una historia en la que los hechos suceden relativamente deprisa, y los cambios en los personajes son relativamente rápidos. Digo lo de relativo porque en una peli pueden pasar años, pero lo normal es que duren entre 120 y 150 minutos, algo que puede ser suficiente o un pollote en un ano. En cuanto a estructura y hechos, es bastante similar a una novela, pero su tiempo está más ajustado, así que si hay poco que contar, sí podemos hacer que el desarrollo de nuestros personajes sea poco a poco, como una rampa, pero si han de pasar muchas cosas, tendrá que evolucionar a escalones.

Por este problema de tiempo, las pelis contemplativas se recrean mucho en las rutinas y en los cambios sutiles de los personajes, pero las que tienen que establecer muchas cosas, hacen trampas y falseos en lo que a desarrollo de personaje y eventos se refiere, pero lo compensan con espectacularidad. Todo tiene una capa de gravedad, por eso el mundo está tantas veces en peligro y cada vez hay más efectos especiales. El drama y los hechos significativos hacen que nos traguemos el truco y no nos demos cuenta de que, por ejemplo, lo que ocurre en No Way Home no tiene ningún sentido. Lo importante en una peli no es lo rápido que corras, lo fuerte de tus piernas ni tu resistencia, sino la puntuación de tu salto después de realizar la pirueta.

Los Descendientes.

Y es que hay mucho que empacar. La vida antes del conflicto, el universo, las motivaciones de los principales, en especial las del villano, y mostrar diferentes fases en la maduración del tema. Seguimos teniendo la perspectiva general de las cosas (por eso es una película y no un corto), pero es importante que recalque lo que dije al principio, hay historias que tienen que estar en una novela, y otras muy visuales que es mejor que estén en una película.

En realidad, te recomendaré hacer guiones de cine en lugar de novelas si escribes buenos diálogos pero la narrativa no es lo tuyo. Si eres capaz de condensar los momentos importantes para que sucedan varias cosas en poco tiempo y no se sienta forzado, y cuentas historias muy centradas en lo audiovisual, ni te lo pienses. Mejor escribir un buen guión que una mala novela, y encima harás más pasta. Te lo garantizo. Ahora, recuerda que es importante lo de que los hechos de una película sean significativos. No es lo mismo hacer que Walter White mire a la nada durante 3 minutos seguidos en una peli que en una

Serie.

Shingeki no Kyojin.

Y, por último, una serie es una carrera de relevos, y vas a ver que además es literal.

¡Terminamos con el medio narrativo más en auge, y uno de los más interesantes! Cuando digo que son relevos, no especifico cuánto dura la carrera. Pueden ser 400 metros partidos en 4, o una maratón completa partida entre los que sean necesarios. Los corredores pueden ir al sprint o pueden intentar aguantar, todo depende del rollo y lo que se quiera contar, pero los relevos estarán siempre.

Verás, la saga Harry Potter está formada por 7 novelas, adaptados en 8 películas. Sin embargo, si los libros hubieran sido adaptados a una serie, sólo sería una serie. Las series están formadas por varias temporadas, pero esas temporadas son parte de la misma única serie, y ojo a la hipocresía, porque los capítulos que tiene una temporada son, irónicamente... independientes. ¿¿Cóoomo?? Te lo explico. Una novela es una historia larga o corta, ¿pero a que todo es un solo libro? ¿Te imaginas publicar cada semana un capítulo de una novela? No funcionaría. Sin embargo, una serie puede publicar un capítulo cada semana y no pasa nada.

Futurama.

Si cada capítulo va a ser independiente no hay discusión, todo el mundo sabe que el formato correcto es una serie, pero si la serie va a narrar una historia, ten en cuenta que cada capítulo debe afianzar a tu audiencia manteniéndola enganchada para lo siguiente que vendrá, mucho más fuerte que en el resto de medios.

Hacer que cada capítulo sea más o menos independiente puede ser un coñazo, pero ten en cuenta que una serie cuenta con los resúmenes que no tiene ningún otro medio, heredados de la época en la que echaban los capítulos a cierta hora y era fácil perderse alguno. Hoy, nos son útiles para las esperas largas, sobre todo con las series de muchos personajes o muchas reglas, como los animes.

Respecto a los personajes, sus desarrollos son generalmente más lentos que en una película, más parecidos a una novela y en algunos casos como Breaking Bad, mucho más estirados, siendo prácticamente personas reales. Los hechos significativos están repartidos a lo largo de los capítulos, para que en todos haya algo por lo que flipar, lo que significa que, a no ser que la serie vaya a saco, tendremos muchas escenas cotidianas y contemplativas, en las que veremos a los personajes desde un ángulo más completo y humano que en las películas, a veces incluso más que en las novelas, pues si en la novela nos relajamos con las escenas, aquí todavía más.

The Mandalorian.

Pero lo más interesante para mí está en los arcos. Aunque una serie se mida en temporadas, a nivel narrativo hay algunas muy locas. The Expanse, por ejemplo, termina sus historias, sus "novelas", cuando le da la gana. Terminó su primera historia a mitad de la segunda termporada, y no sudó haciendo que, de un capítulo a otro dentro de la misma temporada, hacen un salto de años. Lo mismo hizo en su tercera temporada. Una cosa es una temporada, que es una tanda de capítulos sacados en un año, y otra es un arco narrativo, que concluye cuando un problema gordo finaliza.

Aunque una serie sea una sola unidad, sus diferentes arcos equivaldrían a sus diferentes partes reales, como varios libros o películas. ¡Y cada arco tiene un tema diferente, igual que lo tendrían diferentes películas! Una serie corta puede tener un solo arco en el que cada capítulo sea un corredor de este relevo, pero en las series grandes con varios arcos, los arcos también funcionan como corredores por sí mismos que se pasan el gran relevo, como si de una saga se tratara, pero en la misma carrera.

No quiero titular a esta sección "conclusiones", así que la titularé


Cada historia tiene un medio en el que encaja mejor. Antes de escribir una novela que parezca una película frustrada, o antes de llamar a tu película Dune Parte 1, piensa muy bien cuál es el que más te conviene. ¿Cómo hacerlo? Fácil: extensión y filosofía.

Hay historias que necesitan ser más largas que otras. Relatos, novelas, películas y series, de las 4 existen versiones cortas y versiones largas. Sin embargo, por su naturaleza tan volátil y densa, un relato tiende a ser corto, y, aunque lo correspondiente a un relato en el medio audiovisual sería un cortometraje, las películas también comprimen un huevo las cosas que ocurren. Si necesitas extensión, lo mejor es optar por novela o serie.

Arcane.

Y aquí entra la filosofía. Dependiendo de lo que cuentes y el efecto que quieras conseguir en la audiencia, es mejor un medio u otro. Hay novelas de terror que no dan ni canguelo porque los elementos que utiliza impactan mucho más en una pantalla, y al revés, hay películas como Midsommar que, si fueran novela, serían mucho más espeluznantes, porque en las novelas tú creas la imagen en tu cabeza, y se puede jugar mucho más con lo que no se menciona. En los medios audiovisuales pasa más bien al revés: si lo que se menciona es impactante, mostrarlo en pantalla impactará el doble.

Sean malos o terribles, espero que los consejos que te he dado te hayan aclarado un poco las diferencias entre los medios, por qué es importante elegir el correcto y por qué soy tan maravilloso. Seguro que ahora verás alguna peli que te haga pensar que hubiese sido mejor serie. ¡Hale! Besis de fresi rápidos, largos, con piruetas de lengua y muuuuuucho relevo...

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