¡Reseñas Flash! #8

Ponte el esmoquin, y ponte por encima de éste el vestido de gala, y por encima, el cotillón de fin de año. Hoy estamos de mucha celebración, algo insólito, que nunca había podido ocurrir hasta ahora y no creo que pueda volver a ocurrir: en ¡MUY ROCAMBOLESCO! vamos a reseñar la película de Flash en "¡Reseñas Flash!". Es algo que Jesucristo, por poner un humilde ejemplo, jamás se planteó que pudiera pasar, y no vayamos a ser arrogantes, porque tú y yo pensábamos que Jesús volvería a resucitar antes de que pasara esto. Era algo que tenía tan poco asumido que pasaría, que tenía escrita una introducción diferente y ahora, corrigiendo la entrada, la cambio porque me acabo de dar cuenta, fíjate tú.

Tras este necesario flashazo informativo, es hora de reseñar títulos a la velocidad de la luz. Que los focos alumbren el escenario, hoy resplandecerán sin espóilers:

• Poor Things
• The Beekeper
• American Fiction
• Loki (temporada 2)
• y por supuesto, The Flash,

como películas/series, y como videojuegos:

• Katana Zero
• Super Mario 3D World (+ Bowser's Fury)
• Gods Will Fall
• River City Girls, y, para terminar,
• Animal Crossing: New Horizons.

Quiero contarte, además, por qué en la lista hay 2 grandes ausencias. Son dos series que dejé a medias porque me parecieron basura y creo que, porque se les ha alabado demasiado y porque soy así de cruel, te lo comento, sólo por que lo sepas, sólo por joder. Hazbin Hotel es un cuadro, una serie plana e inmadura que pretende crear contraste entre sus canciones de musical Disney y la sangre, las palabrotas y el sexo mostrado en pantalla. En su momento definí Hazbin Hotel como "el Invencible gay" y me mantengo al 100% en esa frase, por ser las dos series estúpidas que van de maduras y tienen una animación horrible. La segunda serie sería Fallout, que cogí con ganas pero se ve barata (pese a lo que debe de haber costado), le falta humor que la atmósfera pide a gritos, y sus personajes van de un lado a otro perdiendo el tiempo sin que yo tenga claro cómo son, porque sus personalidades no están precisamente definidas, ni se siente nada de lo que veo como algo "real" o "verosímil", así que estuve fuera desde el capítulo 2 y la dejé después de que en el 4 todavía no hubiera pasado nada. Una pena, pero nunca reseñaré ninguna de las dos, porque no pienso continuarlas.

Respecto a todo lo que sí terminé, bien porque me gustó o porque estaba en el cine y no me quedó otra, vamos a ver si puedo ponerme a prueba y reseñar 10 títulos en menos tiempo que en el que Ezra Miller arruinó su carrera.

Poor Things.

Oppenheimer le acabó robando varios Oscars importantes y, siendo Oppenheimer una buena película, me pareció un robo. Esta película tiene un aire diferente que la hace destacar de cualquier cosa que hayas visto. Maquillaje, decorados, atmósfera en general, el uso del color y de las cámaras... todo da la sensación de que está ahí por un motivo. Salvo el ojo de pez, que no he podido captar qué quiere decir, he podido ver bien la intencionalidad de cada plano en momentos como el baile del barco, donde lo vemos de perfil cuando el hombre tiene el control y lo vemos de frente cuando es ella la que controla.

Es una película difícil de reseñar en general y depende mucho de su contexto. Es curioso que la viera justo cuando la canción Zorra se daba a conocer, ya que ambas hacen lo mismo: inhabilitar la palabra "zorra" como insulto, ya que la chica que folla a raudales se lo goza, y el hombre que se come un rosco, como yo, rabia y la insulta por pura envidia y pequeñez (pequeñez sufrida :( ).

Una película muy recomendable siempre que tengas la mente abierta, no ya al profundo contenido sexual que yo, que no vi el tráiler, ni me esperaba; también a saber que la película rara tiene algo importante que contarte, que en el segundo acto quizá se vuelva muy derivativa y no sepas qué coño quiere contarte, pero al final, todo cuadra y cae en el sitio. Un aplauso para Emma Stone, que se mereció el Oscar y también el del año que viene por su espectacular actuación, sobre todo teniendo en cuenta que las películas no se suelen grabar por orden y tuvo que memorizar cómo se movería y en cuánta intensidad en cada escena.

The Beekeper.

Vamos de obra maestra a mierda infecta. No me molestan las pelis de acción vacías y sin sentido a las que Jason Statham nos tiene acostumbrados. El tío siempre hace del mismo personaje, pero es divertido verle dar hostias. No me molesta que la peli tenga la misma estructura que un videojuego con sus niveles y sus jefazos por cada nivel, porque creo que ya he hablado en este blog sobre cómo es una buena estructura para las pelis de acción, superficial, pero suficiente. Tampoco me molesta que la historia sea estúpida y a alguien se le ocurriera que "apicultor" es un buen nombre para un agente especial, o que la peli no tenga claro si quiere ser para +13 años o para +18. No. El problema está en David Ayer, el director, y su círculo.

El problema real es que se use una peli de acción para mostrar cómo un hombre retirado le puede enseñar a una mujer en activo cómo hacer mejor su trabajo. Cómo una poli negra es la puta ama y va a obtener todos los recursos porque es negra y lesbiana y hay que llenar un cupo. El problema es que se blanquee la cara de los políticos y se culpe únicamente a los que buscan beneficios económicos, cuando ambas partes trabajan en conjunto y bailando el corro de la patata. O que la policía reconozca que el camino más justo muchas veces sea tomarse la justicia por el camino violento antes que cumplir la ley, algo en lo que, curiosamente, estoy de acuerdo, pero fíjate la ironía cuando sólo la entiendo necesaria cuando hablamos de detener a tipos comos los que han producido esta película. Es una propaganda republicana americana (es decir, super facha) vestida de dulce para que te lo comas y te cuele el mensaje de forma subliminal, igual que Bright y todas las pelis de Michael Bay y Zack Snyder. Y, además, cinematográficamente no aporta nada, en ningún momento.

American Fiction.

Jajaja, vamos a la peli que critica precisamente a esta gente, a los blanquitos de círculos altos que no son ni conscientes del privilegio que tienen, y claro, son super buena gente con los negros y nada tiene que ver que seguramente sus tatarabuelos levantaran el imperio del que disfrutan con la sangre de esclavos y quieran blanquear (je) su imagen.

American Fiction es una peli aterrizada sobre qué significa ser "una historia negra". Igual que con personajes de sexualidad o género diferente al habitual, cuando una historia está conformada por personajes que sí o sí han de ser negros, ha de ser por algo, has de contar algo con ese requisito que has impuesto. Aquí se explora cómo las empresas, generalmente formadas por blanquitos, miran de forma condescendiente a los negros de barrios bajos que no dejan que prosperen, en primer lugar. Una reflexión curiosa sobre la raza, desde precisamente el ángulo contrario al habitual, un ángulo necesario y con el que no puedo estar más de acuerdo. Ojito a la escena de la escritura, que por desgracia sólo hay una de esas.

Loki, temporada 2.

No quería verla porque de Marvel estoy pasando bastante, después de 4 ó 5 productos vacíos detrás de 3 ó 4 mediocres. Es de mi agrado informar que, después de Guardianes de la Galaxia vol. 3, ésta es una obra de Marvel que, ya para variar, tiene algo que decir. Está lejos de ser perfecta y no explora todas las posibilidades que se plantean, pero el hecho de querer ir hasta el final con el concepto dice mucho bien sobre los que trabajaron aquí, incluido, por supuesto, Tom Hiddleston, que quería despedirse (sí, despedirse) del personaje de esta forma.

Llámame friki, pero lo que más me gustó de la primera temporada, a parte de que también tuviera algo que decir y fuera hasta el final con su idea, fue su iluminación y su atmósfera extraña. Mierdas como esa es la que hacen que, en un universo compartido, los proyectos se vean reconocibles y frescos. Aquí, aunque varias cosas se las saquen mucho de la manga, me gustó ver a Loki utilizando por puto fin sus poderes con una atmósfera igualmente reconocible, girando sobre los mismos temas de la primera temporada con una vuelta más, y qué pena que el final sea un poco porque sí, porque es muy satisfactorio. Cuando la veas, si no la has visto, seguramente eches en falta más segundos con la Señorita Minutos, al igual que yo. Otra cosa que podría haber aprendido de Gunn, ya dicho sea de paso, es que no hubiese sido tan tierracentrista.

¡The Flash!

Oleeeeee SIUUUU cameíto del héroe que jamás me importó en la sección en la que inspiré, más o menos, en él. A ver, esta peli tuvo un tráiler cojonudo y pintaba muy bien, pero luego llegó al cine y quien no la dejó a la altura del betún, pasó de ella. Es importante decir que esta peli estuvo en preproducción muchísimo tiempo y pasó más de manos que el chocho de tu madre, por lo que tiene algo de mérito que por fin se hiciera y tuviera un mínimo sentido, aunque fuera en un contexto en el que el universo compartido de DC fuera a morir y volver a empezar.

Y es que vengo a defender la película. Es buena, no la gran cosa, pero bastante aceptable y con mucha más alma que El Hombre de Acero, de Zack Snyder, una comparación obvia para quien la haya visto. ¿Los efectos especiales son una mierda? Sí, pero como eso es culpa de los productores, me da más igual siempre que el contenido tenga alma, y aquí no me quedé dormido, Snyder, sino que sentía por los personajes, aunque no me cayesen demasiado bien.

No voy a entrar en las polémicas del actor protagonista. Simplemente, diré que Andrés Muschietti hizo un buen trabajo dirigiéndole para ser todo lo simpático que podía ser sin salirse del personaje, y a ver, está bien que no te guste la película y que te enfaden ciertas decisiones, pero no veo que sea mala por ningún lado y, cuando sonó Rosalía, se me escapó una lágrima. Mucho más de lo que he sentido con Zack Snyder, Michael Bay, David Ayer y todos estos directores republicanos de masculinidad tóxica.

Katana Zero (PC).

Es importante ubicar este videojuego en la categoría que le corresponde: no es un juego largo, no es un mundo abierto, ni tiene una historia que cambie según tus decisiones. Es un juego corto, compuesto de varios niveles en los que, dentro, hay pequeños puzzles, en los que las piezas son las cabezas y las vísceras de tus enemigos y superar el puzzle significa hacer una ejecución perfecta. La ejecución la puedes hacer como quieras y tan lento como te apetezca, pero un tiro matará al protagonista y tendrás que repetir el desafío, y tras superar varios, avanzarás al siguiente nivel.

He de decir que, dentro de una estructura así, tan arcade y cuadriculada, no esperaría una historia tan profunda, donde nos muestran varias caras del protagonista y juegan con la mecánica de repetir el puzzle bien a gusto, porque esa mecánica tiene su por qué en la historia. Comparar el trastorno de estrés postraumático de un soldado con el síndrome de abstinencia de un yonqui está muy bien tirado, y, si bien la historia se queda completamente colgada bajo la promesa de un DLC gratuito que lleva un huevo de retraso, cosa que no acabo de entender pudiendo sacar una segunda parte igual de "grande", en general ofrece una experiencia satisfactoria para todo aquel que busca un juego corto de arcade pero con una historia cruda que cumple.

Super Mario 3D World + Bowser's Fury (Switch).

Los Mario en 3D siempre han sido buenísimos, pero los 2D me parecieron flojos, es algo que ya expliqué bien en mi reseña de Super Mario Wonder. Técnicamente, 3D World es un Mario 3D, como pone en el título, pero la filosofía detrás es la de un 2D puro y duro. Salió originalmente para Wii U, y me parece icónico: tanto la Wii U como este juego tienen buenas ideas que inspirarían al futuro, porque, igual que la Wii U empezaba a coquetear con la idea de la portabilidad y luego aparecería la Switch para romperlo todo, este juego tiene ideas que luego cogerían tanto Super Mario Odyssey como Super Mario Wonder y darían con la tecla a la perfección. ¿Qué pasa? Que tanto la Wii U como este juego son un mojón.

Valoro las ideas, y fácilmente podría ubicarlo bien arriba entre los Mario 2D, pero eso no es decir mucho, porque un "vacío mejor" sigue siendo un vacío. No tiene nada que aportar más allá del rato que te entretiene, y maneja conceptos anticuadísimos, como la pérdida de vidas, y si juegas con un compañero, cada vez que muera uno perderás una vida, por lo que una derrota conjunta implica bajarle 2 vidas al marcador, una locura. Encima, es increíblemente fácil morir en el plataformeo, porque la perspectiva de la cámara es peor que los juegos de Disney a principio de los 2000s, y eso es decir mucho.

Es un rato de juego que puede estar cubierto, pero no se me ocurre por qué alguien compraría este juego antes que el Super Mario Wonder, que hace todo más y mejor. También está el DLC Bowser's Fury, que este sí es divertido, cortito y condensado, que aplica todo lo bueno del juego original a un mundo 3D de verdad que sí da ganas de jugarlo, pero si pensabas comprarlo sólo por este DLC y no has jugado Super Mario Odyssey, ya sabes cuál voy a recomendarte.

Gods Will Fall (PC).

Igual que The Flash, este título fue bastante denostado cuando, teniendo los defectos que dicen que tiene, es más divertido de lo que dicen. El concepto está muy guapo: en una isla llena de dioses malvados, un puñado de guerreros intentará matarlos, y cada vez que vayas a por un dios, controlarás sólo a uno de estos soldados, y si muere, se quedará atrapado (muerto) y la única forma de que vuelva es que otro guerrero mate al dios. Sobre el papel, funciona, y el diseño de arte es cojonudo, pero la mecánica que baja la erección de forma severa es la aleatoriedad, porque todo es aleatorio.

No puedes encariñarte de tus guerreros cuando se generan aleatoriamente y no tienen elementos característicos hechos a medida. Tampoco compensa que utilices todos cuando las mejoras o desventajas que se van aplicando a lo largo de la partida son aleatorias y sea a quien sea, provocando que algunos guerreros tengan efectos contradictorios y otros no tengan nada de nada. Que un guerrero odie a un dios (aleatorio) porque le hizo algo al azar, tampoco tiene ninguna consecuencia, ni aunque logre vengarse. Y lo peor de todo, sin duda, es que como jugador no sabes qué dioses son los más fáciles o más difíciles, por lo que puedes estar perdiendo guerreros al tuntún mientras pruebas. Por último, teniendo nada que ver, hay demasiado plataformeo para mi gusto siendo un juego con unas físicas tan reguleras, sabiendo que en cada partida te juegas a un guerrero.

Y pese a todo, es disfrutable, si se encuentra una oferta jugosa o lo tienes en Epic, como yo. Lo recomiendo, pero es importante tener en cuenta todos los defectos que he dicho arriba para no llevarse decepciones.

River City Girls (Switch).

Hace 30-35 años, cuando lo normal era jugar a videojuegos sólo en las recreativas, había ciertas mecánicas que tenían sentido, como las vidas limitadas o la dificultad extrema, porque eran sistemas que regulaban el tiempo medio que estaba una persona delante del cacharro, e interesaba que apoquinara muchos dolarcillos. Un género popular de la época fue el Beat 'em Up, que con los años evolucionaría al Hack and Slash y al Musou, que, en cristiano, significa derrotar a un huevo de gente tú solo. Pero todavía salen juegos que son Beat 'em Up... y eso es un problema. Verás, el género no evolucionó, sino que desapareció, se crearon los dos géneros que te he dicho antes, y desde hace varios años resucitó, pero lo hizo de forma nostálgica, sin evolucionar, y ahí está el problema. Con vidas, con dificultad, como si todavía se monetizaran los juegos por intentos.

River City Girls es un gran concepto. Dos chicas tontas y cliché de instituto, con todo el pavo adolescentil encima, van a aporrear a media ciudad para averiguar quién ha secuestrado a sus novios. El tono es bueno, los controles y movimientos son buenos, también los gráficos y animaciones... pero no la dificultad. He podido pasármelo junto a otro jugador, algo que ni siquiera pude hacer con el mediocre Scott Pilgrim contra el mundo, pero pasábamos más tiempo reviviendo al otro que pegando a los malos. Hay poca curación, los malos tienen demasiada vida, son muy difíciles, hay demasiados y no paran de salir, por lo que explorar un mínimo los rincones de la ciudad se hace agobiante y al final acabas repitiendo constantemente ese movimiento que es sencillo y decentemente efectivo. No tengo nada en contra de la historia pobre y la falta total de realismo y coherencia si la jugabilidad es satisfactoria, pero parecía que mi yo que decía "hostia qué guapooo me salió el combooo" hacía un pulso contra mi yo "cagüendios resucítame otra vez, anda", y perder la mitad de mi puto dinero cada vez que moría sin ser revivido es un dolor de huevos para un juego que no lo va regalando, precisamente. Tampoco hay nada interesante que hacer con él más allá de comprar movimientos, porque comprar accesorios no vale para nada.

Qué pena no poder recomendarlo más allá de los que tienen curiosidad o son unas perras nostálgicas de lo antiguo, porque la estética y la premisa tenían muchísimo potencial.

Animal Crossin: New Horizons.

Sé que te flipa leerme, pero llegamos al último título de hoy. Qué pena verle relegado a ser cabeza de cartel en un festival menor, ¿no crees? New Horizons merecía tener entrada propia y que fuera una de las importantes, pero aquí estamos. Salió en 2020 en los inicios de la cuarentena y salvó a mucha gente que necesitaba un lugar fresco en el que pasear y socializar sin preocupaciones, y el juego es un juegón, vamos a decirlo claro. El mejor de la saga, con diferencia. Tener la isla entera para decorarla como te apetezca, con una variedad de objetos que da vértigo, y poder visitar las islas de tus amigos en reuniones de hasta 8 jugadores es una barbaridad, porque podías hablar con ellos desde el móvil o el PC y fingir que estabais juntos, podías jugar a juegos simples, hacer un mercadillo, competiciones de pesca, presumir de chocita...

¿Entonces, cómo un juego tan bonito, tan relajante y tan difícil de abarcar no tuvo reseña? Digamos que no planteo una reseña hasta que considero que he "jugado bien" a un juego, que para un juego sin final cómo este, es "a saber". Cuando llegó el momento, ya se pasó la moda de jugarlo, por lo que la reseña no corría prisa, después me entró la pereza por volver, con ella, la de escribir, y al final, la pereza fue sustituida con el olvido, y la pena es eso, que recuerdo cosas con cariño y cosas que marqué para mejorar, pero ya se me han olvidado y sólo puedo plasmar el sabor de boca que me dejó.

Hay personas a la que no le gustan los juegos tranquilos o de confort, pero a las que sí, deben jugarlo, deben probarlo, al menos, porque por más que lo veas (que es aburrido de pelotas), no tendrás una opinión hasta que lo toques, hasta que se te escape un bicho, vivas la experiencia más tensa de tu vida pescando un pez grande o rompas una flor sin querer. Jugar, simplemente, es agradable, y todo está diseñado para serlo. El topo, para quien le conozca, está felizmente muerto, los vecinos no te montan ningún pollo, les parecerá bien todo lo que propongas, incluso que se vayan de la isla, y, aunque a veces les salte la idea de irse porque sí, jamás se irán si les pides que se queden, algo que los anteriores juegos no tenían, y podía pasar que volvieras al pueblo después de meses y no reconocieras a varios vecinos.

Además, está la experiencia social. Busqué durante semanas a una habitante que me encantaba para mi pueblo sin éxito, y encontré por casualidad a alguien que no la quería en twitter. Me dejó entrar en su isla y la recluté, y así hice un nuevo amigo esporádico. Dicen que el LoL tiene una mala comunidad porque la gente es mala, pero no estoy de acuerdo, porque las mecánicas de New Horizons hacen que la gente sea buena, les llame ser amables y ser sociables. Fue una mierda de cuarentena, pero mis 3 horitas diarias a este juego fueron lo más agradable, y aunque no le pueda dedicar una reseña importante y elaborada, qué menos que decir esto por un juego que me aportó tantos momentos bonitos. En fin... Besis de fresi. TOM NOOK CAPITALISTA HIJO DE PU