TOP 11: Doctor Strange.
¡Me acuerdo perfectamente de la entrada que escribí sobre esta película hace un año, en las letras rojas! Qué bien que me lo pasé. Por aquel entonces la puse bastante abajo, pero aquí estoy, con un curso de crítica de cine a mis espaldas y con el Evento Marvel Rocambolesco 2019, renovado. Y es cierto que en su día valoré demasiado aspectos negativos, y no le valoré suficiente otros positivos.
'Doctor Strange' es, y mira que lo digo en serio, una película extraña. Parte del mundo absolutamente real y cotidiano, para acabar en dimensiones desconocidas, hablando con seres infinitos. Su protagonista, Stephen, parte de la arrogancia y crueldad, para acabar siendo humilde y chistoso. De la misma forma, la dirección comienza de forma pesada y estática, dando valor a los detalles y a los símbolos, y acaba en una dirección ágil y fluida, haciendo zums, dando valor a la acción y los movimientos de los personajes... y esto último acaba siendo un error.
Poco tengo que decir acerca de la originalidad del apartado visual. La fotografía crea encuadres preciosos durante la primera mitad de la película, establece la importancia de las manos de Strange mediante un ejemplo práctico y ofrece valor a los detalles, como la continua referencia al tiempo, bien con el tic-tac en el momento de la operación, o por el hecho de que Christine, su ex, le regalara un reloj, lo último de lo que Stephen quisiera desprenderse, para acabar rompiéndose justo antes de entrar a la Orden de Hechiceros, donde no solo no podrá volver a estar con Christine, sino que pasará a ser el encargado de proteger la Gema del Tiempo. Los efectos visuales de la Dimensión Espejo causan impacto por su enrevesada originalidad, y, aunque muchas veces se peca de que no cumplan las físicas de forma fiel, es algo fácilmente perdonable por lo impresionante del viaje.
También, la recreación de Kamar-Taj sirve como puente entre lo estrictamente convencional de Nueva York y lo que vendrá después, al consistir en un lugar que, si bien podría existir en el mundo sin ningún problema, ofrece vistas y paisajes incompatibles con la ubicación en la que realmente se encuentra, algo extremadamente sutil que ayuda a que el cerebro se suelte y acepte una realidad que, si bien procura ser verosímil, no se atiene a las mismas reglas que la nuestra.
La evolución de Strange funciona absolutamente acorde a la soltura con la que se nos presentan las posibilidades de la mística, donde, cuanto más sabe, más descubre lo que le falta por saber, esta vez dando ya por perdidas sus aspiraciones a volver a su profesión, es decir, con la visión más abierta. El único problema que le veo a esto es que su personalidad cambia a ser una prácticamente diferente: de ser arrogante y cruel pasa a ser humilde y chistoso, y en el chistoso está el problema. Strange no es chistoso en los cómics, y al tono que estábamos teniendo no le pegan nada bien los chistes físicos, como el de Strange y la capa cuando pelean contra el villano genérico de turno, o el de Strange y la capa cuando está llorando. Dos momentos criminales que, tal y como la música atestigua si se le presta atención, destrozan cualquier tensión que se haya anticipado, haciendo que el clímax sea... bueno, más anticlimático.
Pero donde más acuso esto es en la dirección. Me sorprende que algo tan sólido en su primera mitad simplemente se deje llevar por lo visual en la segunda, y que cambie su personalidad. La atención al detalle no está en la segunda parte, igual que en la primera no hay ni fluidez de cámara ni zums, y ojo, los zums sí los justifico, porque solo son usados en la dimensión de Dormammu, pero claro, al cambiar tantas cosas según avanza la cinta, el impacto de estos zums no es el que debe, y al final se puede confundir con otro cambio de estilo.
Al final, resulta ser una película estimulante por lo visual, con calidad de dirección, aunque no sea sólida, y vacía respecto a la historia. Una pena, porque las actuaciones están al nivel de la cantidad de nominaciones a los Oscar que acumula el reparto, ¡pero qué voy a decir! Alabar a Tilda Swinton, Rachel McAdams y a toda la compañía es como comer azúcar y decir que es dulce.
¡Nada más por aquí! Acuérdate de que mañana llega el TOP 10 y... a ver que vea cuál es... ¡oh! ¡Oh, dios! Vale, con el próximo puesto se te va a caer la ropa al suelo. ¡Vas a querer matarme! Jajaja... un besi de fresi.
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