TOP 5: Spider-man Homecoming.

Este TOP ya se está poniendo serio, y la calidad de estas pelis es tan buena como ajustada. Aquí, en el Evento Marvel Rocambolesco 2019 donde nunca se pone el sol, aún nos queda mucho de lo que hablar, pero mientras tanto... ¡Spiderman! La película que el año pasado fue TOP 1, un año de estudios después, la coloco en el quinto. ¿Por qué?

Algo que caracteriza la Fase 3 del Universo Cinematográfico Marvel es su riqueza de géneros. 'Thor: El Mundo Oscuro' y 'Iron man 3' no es que sean mucho peores que las películas de la Fase 1, pero después del éxito de 'Los Vengadores', a Marvel se le pedía más. La clave estuvo en 'El Soldado de Invierno', cuando descubrieron que utilizar un género para su película es, vaya tú por dios, acertado. El cine de superhéroes no es un género, y en estas letras rojas explico por qué, y eso caló en Marvel. Del thriller político de 'Civil War' pasamos al drama licuado de 'Doctor Strange', de ahí a una comedia familiar, ¿y qué ofrece 'Spider-man Homecoming'? Una comedia-romance-aventura adolescente, al más puro estilo de John Hughes.

Alguien que conozca mejor estas pelis de John Hughes podrá hablar mejor sobre las dinámicas entre personajes, el uso de la música y la sensación dinámica de movimiento, y yo, mientras, me centraré en cómo han usado el color. Es destacable que el color que se asocia a Spiderman es el rojo, y este será el color de los "buenos", mientras que el que usen los malos es el color absolutamente opuesto, el verde. El momento más vistoso es ese en el que el rojo del semáforo ilumina la cara de Adrian Toomes, el villano, hasta que descubre quién es Peter en realidad, y el color que le ilumina es el verde.

Escenas como el giro final en la identidad del villano, algo ya anticipado desde la fiesta pero nunca sospechado, y las que le siguen, como el momento de la foto y la escena entera del coche, demuestran la veteranía de Marvel Studios, quien ha asesorado a Sony Pictures durante toda la cinta, donde ya, lejos de la Fase 1, se sienten cómodos rodando escenas más pausadas y tensas, y así, de paso, demuestran que entienden mejor que nadie a sus personajes.

Digo esto porque lo que ha convertido a Spiderman en el tercer superhéroe más icónico de la historia y el primero de Marvel ha sido el drama que va asociado a su vida privada. La muerte de Gwen Stacy provocada por el Duende Verde, la relación entre Peter Parker y los que luego serían los villanos de Spiderman... y esta no es una excepción. Si Peter detiene al Buitre, arruinará su posible relación con Liz, pero Peter es Spiderman, y tiene que hacer lo correcto... pero, un momento. ¿Tiene que hacer lo correcto?

El gran triunfo conseguido aquí es mostrar cómo ser Spiderman es casi una maldición, más que una bendición. Cómo Peter quiere estar con sus amigos, pero debe irse, y cómo eso refuerza su estatus de pringadete. Sin embargo, más allá de la clásica frase "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", aquí nos preguntamos: ¿puede Peter, directamente, controlar sus poderes y su impacto en el mundo?

La importancia de Ironman como mentor, a falta de un tío Ben, me parece justificada y utilizada de forma correcta, sobre todo al ver que se cumplen las mismas dinámicas entre Howard y Tony que entre Tony y Peter, sumando también los errores de Tony y cómo, sin decir nada, se nota que aún los arrastra.

El UCM ha cambiado a Spiderman, por supuesto. No es el Peter Parker que aprendió por su cuenta y se unió a Los Vengadores ya aprendido, pero es una adaptación perfectamente precisa en la que Peter, en este universo, adquiere el rol de aprendiz para irle desarrollando, probablemente en dos trilogías y muchos años, hasta acabar consolidando su vida privada y convirtiéndose en el maestro. Es un personaje al que aún le queda mucho recorrido, y a la hora de afrontar y criticar estos personajes también tenemos que tener en cuenta el futuro, porque no podemos evaluar estas películas como una unidad aislada, y sabemos que Marvel Studios sabe lo que hace, al menos con sus personajes.

Al final, es una película muy valiosa, con dos de las mejores escenas de todo el UCM que no solo sirven como momento dramático, sino también nos hablan de quién es Peter Parker y por qué pocos podrían ser Spiderman. Es, además, una adaptación prácticamente perfecta, en la que Flash Thompson ha cambiado igual que ha cambiado nuestra visión del acosador con el tiempo, y la alta diversidad en el colegio de Peter refleja los efectos de la globalización, con una MJ mulata, y un prólogo que imita el uso de las nuevas tecnologías.

Sin embargo, tras un año de reflexión, he caído en la cuenta de que hay 4 películas más con una riqueza artística y cinematográfica a sus espaldas, en la que no solo se adaptan bien los cómics con buenas películas, sino que además narran a niveles más profundos. ¡Un besi de fresi! Nos vemos mañana con el TOP 4.