JK Rowling es una asquerosa y censurable TERF.
Crear personajes inclusivos sólo para parecer un artista abierto de mente y que te aplaudan me parece igual de infantil que reír todas las gracias al popular de la clase. Lo digo porque JK Rowling es una mujer blanca, cristiana y heterosexual de Reino Unido, un país occidental de mayoría blanca. Como mujer blanca, cristiana y heterosexual que es, y como inglesa que es, creó un universo que se adapta a su cultura: Hogwarts se encuentra dentro de Reino Unido, tiene mayoría blanca, y una aplastante mayoría heterosexual. Esto no es malo . Como personas que somos, tenemos una serie de sensibilidades, preocupaciones e influencias, mientras que otras cuestiones las llevará nuestro piloto automático, y resultarán polémicas para algún colectivo porque no cuadran con sus intereses. Es normal, hay muchísimas personas, y asumo que por ahí suelto hay una persona que es contraria a mí en todo. Pero, ¿qué pasa cuando esto le ocurre a alguien famoso y con admiradores de todas las clases? Si en Hogwart