Película: Black Panther: Wakanda Forever.
No tengo muchas ganas de escribir esta reseña. Desde que inició su Fase 4, Marvel ha pasado de contarnos algo a simplemente generar contenido. Creo que piensan que somos esponjas comatosas que se van a tragar al cine cualquier mierda que saquen y que vamos a pagar su mensualidad de servicio estrímin sobrevalorado, y, aunque escribí la reseña de Thor: Love and Thunder porque me gustó, tengo que reconocer que es bastante inferior a su entrega anterior. Joder, cuando DC competía se esforzaban más. Si fui al cine es porque en el tráiler vi algo de esperanza de una buena dirección, y si escribo esta reseña es porque creo que es la primera entrega de Marvel desde WandaVision que se la merece, dejando a Spider-man a parte.
De hecho, la de Spider-man está muy bien, pero se nota que en la mayoría de escenas el director delega a los técnicos rodar las cosas y es muy normalito todo, aquí no, aquí hay un estilo detrás. Ryan Coogler se ha echado el éxito de la película a sus espaldas pese a todos los problemas, y es que ha habido un montón de problemas, y no hablo sólo de las polémicas de Letitia Wright con las vacunas y tal, sino que hay muchos elementos que hacen que, si Ryan no hubiera dirigido, podría haber sido un desastre.
Me explico abajo, crack.
¿Te acuerdas cuando, en la primera de Pantera Negra, Killmonger avanza hacia el trono para ser rey y la cámara se gira hasta dejarlo todo del revés? No es una mierda pretenciosa para decir oh, mira, hago arte, sino que Coogler te está diciendo con ese giro de cámara que las cosas no van bien en Wakanda. Estos detalles, si tienen un sentido, son los que diferencian un buen director de uno normalito. Dirigir es difícil, así que conseguir sacar una peli con un estilo diferenciado requiere tener la peli entera en la cabeza y echarle horas en la sala de montaje chopeando los mejores clips para tu vídeo de Tiktok venido a más. No se trata sólo de hacer cortes rápidos plano-contraplano, sino de darle un toquecito de especias. Ésto es lo que ofrece esta película, planos chulos, o transiciones en las que un personaje termina la escena moviéndose de una manera y la siguiente escena empalma con otro personaje moviéndose igual, para dar continuidad y hacer paralelismo con los dos, por ejemplo.
Otro ejemplo de buena dirección lo tienes en los símbolos. Están ahí, escondidos, pero ya vimos en la entrega anterior que, mientras que T'Challa está a tope de conectado con el mundo espiritual, Killmonger lo veía a través de un cristal porque su visión estaba... bueno, limitada. Detalles del estilo los tendremos también. Y también merece la pena destacar que los momentos más sentidos son esos en los que nadie dice una palabra, como una lágrima en silencio, un baile, unos hombres caminando ante un cántico a lo lejos, o dos grupos pegándose de madrazos mientras tú, desde tu butaca de luser te mueres por entrar en la pantalla y pedirles que paren.
Pero, ah, lo primero que el director tiene en contra es a sí mismo, porque es un excelente director, pero como guionista... es buenillo. A ver, no es terrible. La historia tiene un tema y un mensaje, los personajes un arco, sí, pero hay muchos "xd momentos". Personajes que son de una manera y cambian sin justificación, motivaciones cogidas con pinzas, una ingeniera mecánica que quiere caer tan bien que consigue lo contrario, heridas mortales que se curan con magia, problemas a nivel burocrático que no se concluyen en esta entrega, y como ya va siendo costumbre en estas películas, absoluta falta de consecuencias. El final es feliz, y si hay alguna represalia mala que enseñar, ya la arrastramos para la siguiente, y pan comido. Parece que en Marvel creen que matando a un personaje de vez en cuando las cosas cambian, y no es así.
Además de eso, me empieza a poner enfermo lo mal que escriben a las Dora Milaje, ya no Coogler, sino todo el mundo. En Infinity War, la general Okoye hizo de todo menos de general, y aquí se toman a cachondeo lo más parecido que Marvel tiene a un escuadrón espartano que por ovarios debe ser marcial, disciplinado y tener una malísima follá. Wakanda es distinta, pero debía ser más distinta. No obstante, no quiero confundir a nadie; este guión sigue siendo mejor que la mayoría de la fase.
Lo segundo que esta peli tiene en contra es la fotografía. Mira que empezó cojonudamente, ¿eh? Pero no sé qué porro se fumó el director de fotografía y el técnico de iluminación cuando rodaron esto. ¿Recuerdas el capítulo de Juego de Tronos en el que guerrean contra los muertos? Igual. El cine al que fui ya tenía el brillo bajo, pero joder, me dejé los ojos durante las 3 horas de peli. Que si noches cerradas, que si debajo del agua... ¡iluminad un poco, cabrones! Que aparece el Namor con las alitas en los tobillos en plena noche y creía que caminaba sobre dos bichos voladores.
Ah, y Namor. Namor. Buen villano, no del todo bien escrito, pero bien introducido. El parecido de las culturas wakandiana y tutankamona, siendo tan diferentes, se hizo muuuuy curioso, pero joder, Coogler, tantas horas que dura la peli, ¿y no podías enseñarnos un poco más de cualquiera de los dos mundos? No me importa el puto Martin Freeman con su subtrama de mierda ni la ingeniera de los cojones, tampoco estaba comprando el arco de la protagonista, yo quería ver a los wakandianos hacer cosas de wakandianos, más allá de la ciudad y la montaña de siempre. Marvel tiene ahí una cultura diferente, rica y que encima se basa en África, ¿y sólo la usa los primeros 3 minutos? ¿Dedica una serie entera a la basura de She-Hulk y no nos ofrece un documental de hora y media sobre Wakanda en el que simplemente les veamos vivir?
Vamos cerrando. La peli tá bien, y sabiendo lo maldita que estaba, demasiao bien, pero vamos a despertar un poco, gente. Ya nos lo pasamos bien viendo a los héroes dándose de madrazos, pero ahora que nos duele el puño y tenemos precisamente una peli que va de que podemos ser más trascendetales que eso, ¿no crees que merecemos más? Casi, casi marca el gol. En fin, me quedo con lo que sí muestran de Wakanda, las conversaciones burocráticas que nos devuelven al mundo real de la primera Iron-man, la actuación estelar de Angela Basset, el homenaje a Chadwick Boseman (ojos humedecidos, para qué engañar) y la espectacular banda sonora de Ludwig Göransson, que será el próximo John Williams o Hans Zimmer, ahí lo dejo.
¡Besis de fresi por siempre!
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