Dana.
Si hubiese hecho caso a la cabeza, me hubiese quedado a vivir en Madrid, pero vivo en Castellón porque amo la Comunidad Valenciana. No estoy estudiando valenciano oficial porque me dé salidas, sino por puro amor hacia una tierra a la que me siento arraigado, es mi forma de decir que la quiero cerca, conmigo. No tiene nada que ver con la razón, qué va, es pura visceralidad. Soy valenciano y siempre me he mostrado orgulloso de serlo, por ningún motivo, es decir, por todos. No quería hablar de la dana, pero cuando digo explícitamente que no quiero hablar de algo, lo que suele significar es que necesito hablar sobre eso pero todavía está fermentando el sentimiento y no está listo para salir. Va a ser una entrada sin imágenes, porque no quiero mostrar los desastres, y va a ser corta; simplemente, ha llegado el punto en el que necesito sacarme el sentimiento de dentro compartiéndolo. Lo primero de todo: estoy bien. Todo mi yo, mi familia y mis bienes materiales están perfectos y lo van a seg